Importa también el llamado que hace Wagner a un manejo mediático sobrio y ponderado del tema; máxime cuando se acerque la fecha del fallo. He señalado, por eso, que éste debe ser anunciado por los dos mandatarios en ceremonia conjunta a realizarse en un tercer país. Esperemos, pues, que la madurez sea bilateral.
Daniel Parodi Revoredo
Ex canciller, ratificado agente del Perú ante la Corte de Justicia de La Haya y embajador plenipotenciario en los Países Bajos.
Ana Núñez.
Wagner es expresión del profesionalismo que ha mostrado Cancillería en los últimos tiempos
¿En qué medida impacta en el proceso ante la Corte de La Haya la difusión de la existencia de documentos oficiales en los que Chile admite la inexistencia de límites marítimos con Perú?
Considero que todos los argumentos o elementos que han sido materia de análisis en el proceso de los trabajos realizados deben mantenerse dentro de la reserva que exige la Corte, ya que están contenidos en los alegatos escritos que se han presentado. Es preferible que ese tipo de elementos no sean sometidos a un debate público prematuro, porque eso y muchas cosas más serán materia de la fase oral, cuya fecha deberá fijar la Corte en el transcurso de este mes.
¿A qué se refería ayer (martes) cuando expresó su preocupación por “un clima de desconfianza” entre ambos países?
Me refiero a algo que pude apreciar en el ambiente, y es que comienzan a surgir elementos, comentarios, o artículos en los medios que generan desconfianza sobre la voluntad real del cumplimiento del fallo de la Corte. Esto es perjudicial para el proceso y dañino para los países, porque no corresponde a la buena relación que existe entre Perú y Chile. Tampoco es coherente con lo que los presidentes y cancilleres han manifestado de manera tajante, en el sentido de que sí se va a cumplir el fallo de la Corte.
Hay compromisos expresos de ambas partes en ese sentido…
Bueno, el compromiso expreso surge del propio estatuto de la Corte. De hecho, ese Estatuto es parte de la Carta de las Naciones Unidas, con la cual nos hemos comprometido. Además de eso, hubo estas manifestaciones expresas de parte de los dos países de que el fallo se va a cumplir de la manera en que la Corte lo determine. De manera que yo hago un llamado a la reflexión en el sentido que, de acuerdo a lo que la Corte preconiza, los países deben mantener un nivel de serenidad en sus poblaciones, en sus formadores de opinión, etc, para que el proceso pueda cumplirse en todas sus etapas. Es importante evitar que en torno a ese presunto incumplimiento empiecen a tejerse una serie de historias o alternativas que son inconvenientes, porque pueden generar una suerte de efervescencia o hipersensibilidad sobre cosas que deben ser manejadas en los niveles correspondientes y que no deberían tener impacto en el proceso ante la Corte.
¿Le preocupa que todo este clima de desconfianza escale y se convierta en uno de conflicto?
Esto no tiene nada que ver con alternativas de carácter bélico. Basta que alguien se plantee esa sola posibilidad para que quede fuera del sistema de derecho internacional. El Perú decidió acudir ante la Corte Internacional de Justicia precisamente porque es un mecanismo para la solución pacífica de las controversias jurídicas entre los Estados. Si hemos recurrido a un mecanismo de solución pacífica de controversias, no podemos al mismo tiempo pensar en que esto pueda derivar en alternativas que no sean de paz.
Un escenario bélico no debe estar, entonces, entre los escenarios posibles…
De ninguna manera. Pienso, además, que es peligroso siquiera que estemos atisbando esa posibilidad. No debemos plantearnos ese tipo de situaciones porque van en contra de la naturaleza misma de lo que estamos buscando y del procedimiento que hemos elegido para resolver esta controversia.
Por eso ha dicho que el fallo de la Corte debe ser un fallo para la paz, y que dé inicio a una nueva etapa entre ambos países…
Así es, porque este es el último tema que tenemos pendiente con Chile, y una vez que sea despejado, los países cumpliremos el fallo y de ahí en adelante tendremos un horizonte mucho más amplio y prometedor para nuestras relaciones.
¿Qué expectativas podemos tener respecto de este fallo?
Puedo decir que en el equipo que se encarga de este tema, por mandato del gobierno peruano, hemos trabajado con la mayor responsabilidad y con mucha profundidad. A lo largo de los trabajos realizados en la fase escrita hemos ido fortaleciendo nuestra posición a través de nuevos elementos que confirman el derecho peruano a tener un mar de 200 millas, conforme lo establece la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Mar, de manera que es en eso que debemos tener confianza. La Corte fallará de acuerdo con lo que considere es el derecho y la equidad. Desde el punto de vista del derecho, nuestra posición está debidamente salvaguardada. Y sobre la equidad, basta ver el mapa para darse cuenta de lo inequitativa que es la situación actual.
La posición peruana es sólida por derecho y por equidad…
Así es, estamos confiados en que los alegatos escritos ya presentados y los que vamos a exponer en la fase oral son elementos probatorios de la inexistencia de un tratado de límites marítimos entre Perú y Chile, y por consiguiente de la necesidad de que la Corte entre a delimitar ese espacio marítimo. Nosotros planteamos que la Corte debe delimitar ese espacio a través de la línea equidistante de las costas de ambos países, que es la línea que dividiría ese espacio en términos de lo que establece el derecho internacional y la práctica de la Corte, pero también en equidad.❧
Esta entrevista ha sido publicada hoy en el Diario la república
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