Ahora que el Perú y Ecuador han oficializado su frontera marítima en un clima caracterizado por la cordialidad y la colaboración, les adjunto este artículo que publiqué en La República en abril de 2008 titulado “Lo que podemos enseñar a Chile”.

Ciertamente, la coyuntura es distinta pues en aquel entonces la administración chilena de Michelle Bachelet ponderaba el recurso peruano ante la Haya como un gesto hostil y sus cancilleres -como el recordado Alejandro Foxley- sostenían un discurso muy duro en contra del Perú. En cambio, en la actualidad el gobierno chileno de Sebastian Piñera se ha sumado a la tesis peruana de las “cuerdas separadas”, lo que permite avanzar en la agenda bilateral sin desmedro de que cada país defienda su posición en el tribunal de justicia internacional.

De todos modos, el excelente momento de las relaciones peruano ecuatorianas es el resultado de la política internacional peruana desde que, en la década de los noventas, se allanó a revisar el protocolo de Río de Janeiro a pesar de que éste favorecía su posición respecto a los limites fronterizos terrestres con el Ecuador. Ese es el punto de quiebre de una relación bilateral tensa y conflictiva la que muta drásticamente hasta convertirse en lo que es hoy: un vínculo óptimo que ha potenciado los aspectos económicos y sociales bilaterales.

En todo caso, el proceso de integración peruano-ecuatoriano y la política flexible del Perú frente a las diferencias con sus vecinos son ejemplificadoras de los que podrían y deberían aplicar el Perú y Chile en los años venideros para beneficio mutuo.

Saludos cordiales

Daniel Parodi Revoredo

LO QUE PODEMOS ENSEÑAR A CHILE
http://www.larepublica.pe/node/19842