¿Comunistas con el yihadismo vs derechistas con Israel?

Daniel Parodi Revoredo,

Recibí un artículo titulado ¿por qué los comunistas respaldan el fundamentalismo islámico? La pregunta es tramposa. En primer lugar, comunistas, es decir marxista-leninistas, quedan muy pocos. Lo que abundan son progresistas, algunos moderados y otros radicales. Yo me defino más como republicano que como progresista, creo en los derechos fundamentales, en todos los derechos fundamentales y no en la imposición de unos en contra de otros. En tal sentido soy liberal en lo político, pero además republicano porque aspiro al bien común y me inclino hacia la justicia social por mi cercanía con las ideas de Haya de la Torre, de las que soy estudioso.

Más allá de esta revista a mis posturas ideológicas, la pregunta -o la gran estupidez- es que un derechista tenga que apoyar a Israel y un progresista tenga que apoyar la causa del pueblo palestino (a Hamás deberíamos repudiarlo todos). Pero así se nos ha puesto el mundo de torpe, de chato intelectualmente, de negado de virtudes para aquel debate rico en posturas de lo más diversas, de cuya confrontación pueden, eventualmente, resolverse con ingenio los problemas que se discuten. Hemos dejado de lado el valor fundamental del intercambio razonado de opiniones y lo hemos trocado por la mediocre a la que vez que nociva dicotomía del conflicto. La bala, cada vez más, suplanta a la palabra.

Yo apoyo la causa del pueblo palestino y no soy comunista. Con el progresismo, sobre todo con su vertiente radical, tengo más diferencias que coincidencias, principalmente por su nula vocación por la tolerancia lo que atenta, precisamente, contra el sentido común republicano. Pero apoyo al pueblo palestino porque en 1948, cuando unilateralmente se formó el Estado de Israel, lo dejaron sin Estado, sin patria, y, desde entonces, vienen padeciendo 75 años de despojo sistemático cuya meta final no parece ser otra que su erradicación absoluta de los territorios que aún ocupan.

La historia da la vuelta. Giovanni Battista Vico acertó con su corsi e recorsi. Desde el emperador Adriano, en el siglo II de nuestra era, los judíos se quedaron sin tierra, sin Tierra Santa, de acuerdo con su religión, y fueron condenados a vagar por el mundo. Hoy son los judíos-sionistas los que condenan, exactamente a lo mismo, al pueblo palestino y lo hacen aplicándoles un holocausto casi similar al que aquel pueblo sufrió a manos de los innombrables nazis.

Como historiador, solo puedo decir que la especie humana avanza a pasos acelerados en las áreas material y tecnológica, pero en el plano espiritual no evoluciona absolutamente nada.

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