LA REINA SIN SUS PEONES
Los resultados de la revocatoria contradicen en absoluto lo que tenía pensado. Yo creía que habiéndose centrado la campaña del Sí en la gestión de Susana Villarán, ésta sería revocada y pensé que el porcentaje de apoyo a esta opción iría disminuyendo paulatinamente en el caso de los regidores. Me imaginé un escenario en el que la burgomaestre y el retoño Castañeda –receptáculo del rechazo de algunos sectores hacia su padre- serían prácticamente los únicos revocados. Presentí un tablero de ajedrez en el que los peones sobrevivían pero la reina no.
La reina quedó sola
Ha ocurrido lo contrario, la defensa a la reina fue brillante y ha salvado su cabeza, pero al alto precio de perder casi todos sus peones y quedarse sola en un incierto tablero. Pese a su inteligente campaña, los del No debieron pensar una estrategia para salvar la gestión en su conjunto, lo que debió incluir también a los regidores, cuya imagen pudo asociarse mucho más a la de la alcaldesa. El escenario final, nos muestra entonces las grandes bajas de una victoria pírrica.
Pero también ha sido revocado Luis Castañeda Pardo, injustamente en realidad pues cargó con los pasivos de su padre, situado detrás de todo el proceso, maquinando volver a cualquier precio al Municipio y con dos pasivos contradictorios: la buena gestión y los grises de Comunicore. En tal sentido, la permanencia de Susana Villarán de la Puente y la revocación de Luis Castañeda Pardo nos muestran el rostro del principal derrotado el domingo: Luis Castañeda Lossio.
¿Y quién entonces ganó? El PPC, por la buena impresión que ha dejado su conducta ponderada y responsable, por la buena impresión dejada por sus regidores durante la campaña, por el apoyo explícito de Lourdes Flores a Susana Villarán, que favorece la imagen de transparencia de la primera y porque tiene la oportunidad de convertirse en mayoría en el Consejo Municipal para los dos años de gobierno edil que quedan. Sin embargo, se me queda en el tintero la eventualidad de un consignado voto cruzado para obtener exactamente los resultados que se obtuvo. De ser así maquiavélico, pero también brillante.
En el nivel municipal, la gran lucha por Lima que se avecina es la del PPC vs Solidaridad Nacional y no quedan dudas de que los prolegómenos los ha ganado el partido de Luis Bedoya Reyes. Para bien de la democracia, su dirección debería plantearse seriamente tender sólidos puentes con los sectores populares, hándicap que hasta hoy le ha impedido posicionarse como opción de gobierno a nivel nacional.
En todo este proceso creo, espero, deseo, que haya otra gran derrotada: la misma revocatoria. Si de algo estoy feliz es de que ya todo haya terminado. La sola posibilidad de que se pueda vacar a una autoridad sin más razones que lograr un bajo porcentaje de firmas y ganar por mayoría simple una votación entre dos opciones, explica el escenario odioso que acabamos de vivir, caracterizado por la denostación y el insulto. Quiero ver pues a todos los que criticaron las formalidades de la revocatoria durante la campaña, presentar ahora propuestas para su modificación y no quedarse en el oportunismo de haberla observado cuando afectó sus posiciones.
Mi última reflexión va para el entorno de Susana Villarán: aprendan la lección, sean más humildes, ustedes no son el juez supremo de lo bueno y lo malo, ni el árbitro de lo moral y lo inmoral. La revocatoria fue un plan urdido antes de iniciarse la gestión de Fuerza Social, es verdad, pero también lo es que si el plan tomó fuerza fue por un largo inicio de gestión sin el panorama claro y con notables errores en obras y operativos que explican que el rechazo a Susana Villarán iniciase la campaña con índices del 70%. Estas cifras no las inventó Marco Tulio Gutiérrez, téngase en consideración.
Bienvenidos pues, señores de Fuerza Social a la política peruana, a aquel difícil escenario en el que para sobrevivir hay que ser eficaz y tender alianzas, a ese escenario que hace décadas ha dejado atrás la guerra ideológica y prioriza la buena gestión, he aquí la posmodernidad a la peruana, la postguerra fría con sabor nacional. La institucionalidad política del Perú necesita una izquierda en el sistema y si quieren realmente convertirse en ella ya saben (o deberían saber) lo que tienen que hacer.
Publicado hoy en Diario16
Daniel Parodi Revoredo
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19 marzo, 2013 at 9:55 am
¿Y el APRA cómo queda?, estimado Daniel. Leo con frecuencia tus columnas, y con orgullo mencionas tu aprismo, lo cual es sano y legal; sin embargo, defendiste la postura del APRA en esta revocatoria, y ahora no mencionas ni de casualidad a tu querida estrella…
Pd. Sigue mandándome tus columnas. Felicitaciones.
EAF
19 marzo, 2013 at 10:05 am
El derecho al voto es uno de los fundamentos de la democracia.Pero el DEBER de votar no lo es.Hubo DEBER de votar en las elecciones mas fraudulentas de pasado que uno pueda imaginar:les eleccioens de Benavides en 1936, las de Manuel Prado en 1939, las de Odria en 1950 (cndidato unico).Pues cuando les elecciones son una OBLIGACION, los peruanos somos convertidos en "borregos" para ir a votar.No es una "Fiesta democratica" como dicen algunos medios. Ahora porque a algunas personas se les ha ocurrido revocar al Concejo Provincial de Lima, ¡PUES TODOS A VOTAR! De alli votosdistorsionados, votos con rabia, votos con indiferencia….La votacion dbe ser un DERECHO como lo es en los paises genuinamente democraticos.El voto voluntario obligara a los partidos politicos a crecer y a democratizrse…Porque si algo se ha visto en estos comicios es el caciquismo, abierto o encubierto.
19 marzo, 2013 at 11:48 am
Los resultados de regidores es casualidad, no hubo campaña ni motivación en todo este tiempo. No indica mucho en realidad, los mecanismos de la revocatoria son perversos y generan dudas sobre una herramienta democrática mal diseñada (unos pocos hacen moverse a los muchos??). Si creo , no es casualidad que los revocadores incluido el JNE tuvieron motivos adicionales a las "vecinales para esta fracasada revocatoria", son 200 millones de razones que los proveedores no pueden dejar pasar. Nos podemos volver promotores de las revocatorias y ser asociado a los proveedores, es decir quien pierde gana y quien gana gana. Gran negocio. tarea para la Contraloría.
19 marzo, 2013 at 11:53 am
LA PILDORA DEL DIA SIGUIENTE.
Pasó lo que tenía que pasar, Susana Villarán se queda en el sillón municipal. Es que verdaderamente no había razones de peso suficientes para revocarla. El cuerpo de regidores de Fuerza Social es un tema aparte. Salvo el Teniente Alcalde Zegarra y Marisa Glave, esta última en verdad la gran pierde gana de esta elección, existe conciencia generalizada que poco se ha perdido para Lima, para la gestión municipal y para la soñada unidad de las izquierdas, tan necesaria en un concierto político no monocorde, moderno, inteligente y civilizado. La próxima vez tendrán que conseguir más susanas y más marisas que aporten ideas, impulso luchador, ganas de hacer pese a todas las aversidades.
Que el gran perdedor sea Lucho Castañeda no queda la menor duda, no por no haber logrado sus ocultos propósitos revocatorios, que es lo de menos, una elección la pierde cualquiera, sino por haber quedado a pocos metros de la meta como desleal, tremendamente desleal, con quien, para bien o para mal, se jugó hasta la camiseta por el. En política, como en la vida misma, la deslealtad se paga y hay entonces una letra girada que el tiempo se encargará de ejecutar. El propio Marco Tulio lo ha reconocido triste y meditabundo ante las cámaras de televisión, lo que no es por cierto ninguna garantía que más temprano que tarde no vuelva a las andadas.
En cuanto al Apra, no es cierto lo que se afirma que comparta el peso de la derrota. La verdad es que desde los ya lejanos días de Joge Del Castillo, que ganó el ansiado sillón municipal agarrando de la cola la racha triunfal de Alan ´85 y con el auxilio de unos cuantos pilotes de fierro y concreto en la Avenida Aviación, han pasado cerca de treinta años en los que invariablemente Lima le resuló cada vez más esquiva. Los porcentajes de votación congresal del último proceso lo confirma: apenas dos parlamentarios por la capital, hecho este sin precedentes en la larga historia del viejo partido de Haya de la Torre. En aquella ocasión si que resulto ser el gran perdedor, pese a la paradoja de culminar esta vez un gobierno comunmente aceptado como exitoso.
¿Quién gana entonces verdaderamente ? Hay que analizar el tema con cuidado. Hoy es lugar común afirmar que Lourdes Flores y yo tengo por lo menos ciertas sinceras dudas. En primer término, la cancha municipal no es su liza natural como lider de un gran movimiento nacional , sin por ello menoscabar su entereza de dar la cara y jugársela, por enésima vez. Sí gana en cambio el PPC como partido, mostrando por lo menos varios nuevos y jóvenes elementos ediles, Pablo Secada uno de ellos sin duda más brillante , que podrían sumarse a otros de reciente aparición como la joven tacneña Marisol Pérez Tello. Gana igualmente el PPC devolviéndole protagonismo a Raúl Castro, mostrándose así como un partido donde puede existir alternativas internas capaces de aprovechar su larga existencia, su doctrina y su tradición histórica como el gran movimiento que necesita urgentemente mostrar la derecha peruana para convencer que no toda es "bruta y achorada", que tiene dirigentes plurales y pensantes, capaces de encontrar sua pares hasta en el otro extremo del arco electoral cuando del bien común se trata.
Resumiendo, los grandes perdedores han resultado ser en esta oportundad los políticos resabiosos y los métodos de siempre, en cambio los grandes ganadores son los jóvenes , Glave, Zegarra, Secadea, Pérez Tello, y muchos más que han demostrando, desde sus diferentes puntos de vista dentro del NO, que aún hay esperanza no solo para el mañana, sino para el pasado mañana que es el tiempo nuevo que deben esperar con ilusión todos los peruanos sin excepción.
21 marzo, 2013 at 2:52 pm
Aopreciado Eduardo:
En mi sgte columna toco el tema del APRA frente a la revocatoria. Te adelanto el link.
http://lamula.pe/2013/03/20…
Un abrazo
Daniel
21 mayo, 2013 at 2:39 pm
Estimado Daniel:
Gracias por escribir el artículo respecto al APRA trás la revocatoria. Mi familia materna, en Mollendo, es aprista. Me queda claro, y comparto lo que señalas. A final de cuentas, creo que el PAP debe ser más que "personas". Como a la Iglesia, son las personas las que la están perjudicando. Como lo diría Maradona: "la pelota no se mancha". Pero si el PAP sigue por donde va, calculo que más temprano que tarde asistiremos a su fin, ¿para bien o para mal? No lo sé. Las futuras generaciones lo juzgarán.
Saludos.