Por: Daniel Parodi Revoredo
Profesor del Departamento de Humanidades
Entre fines de los ochentas y principios de los noventas me desempeñé como dirigente estudiantil en la PUCP y fui bastante agitador. Bajé mucho a pronunciarme a las clases, participé en decenas de marchas y alcancé la presidencia del Centro Federado de EE.GG.LL, la Representación Estudiantil ante La Asamblea (REA) y el tercio estudiantil en el Consejo Universitario.
En aquel entonces luchábamos contra el alza de pensiones pues cuestionábamos que éstas subiesen por encima de la inflación. Pensábamos, además, que la Universidad debía cautelar la calidad de la enseñanza y potenciar su compromiso con la sociedad. Esa es la postura que sostuve entonces y esa es la postura que sostengo ahora. Sin embargo, lo que quiero defender en estas líneas es el derecho al disenso al interior de la PUCP.
En estas líneas lo que defiendo es que los derechos que tuve como alumno –como por ejemplo plantarme frente al rectorado en una movilización estudiantil- se mantengan vigentes para las nuevas generaciones y no se vean recortados por el cambio estatutario exigido por el arzobispado. Lo que defiendo es que los alumnos sigan expresando sus puntos de vista y repartiendo volantes críticos de la gestión institucional, incluso en la antesala de un claustro convocado por el Rector, como ha ocurrido recientemente. Lo que defiendo es el derecho de permitir que los estudiantes “bajen” a las clases a hablar con sus compañeros sin importar el tema, ni su tendencia política, ideológica o filosófica; ni si se trata de un evento cultural o de la candidatura a alguna elección interna.
En estas líneas, además, defiendo la libertad de conciencia al interior de la PUCP y, con ella, la libertad de cátedra. En lo que a mí se refiere, quiero seguir aplicando en mis sesiones el constructivismo pedagógico que permite al alumno elaborar su propio conocimiento y que confluye con la premisa posmoderna de que las ciencias sociales y humanas han perdido sus pretendidas certezas. En estas líneas defiendo el derecho a exponer mis ideas políticas y filosóficas en el claustro, a sabiendas de que no seré marginado por ellas.
Por todo ello va mi llamado a la comunidad universitaria de la Pontificia Universidad Católica –y en especial a los estudiantes a través de la Representación Estudiantil ante la Asamblea (REA)- a apoyar al Rectorado en su lucha por mantener los estatutos de la Universidad adecuados a la ley peruana y con ello garantizar su democracia interna. Lo que está en juego es el principio fundamental de la PUCP: la libertad de conciencia y de expresión sobre la base de una educación católica, plural y tolerante.
5 septiembre, 2011 at 3:57 am
Conozco a muchos dirigentes estudiantiles con mucho floro y que defienden ideas ateas y materialistas. La PUCP siendo católica y Pontificia goza de libertades sucientes como para transmitir idelogías contradictoria a sus orígenes. En las universidades en general priva ese sentido de orientar todo fuera de la trascendencia… ya están concientizados. La igelsia no es perfecta pero siempre sigue unos principios incambiables y que humanizan más a la sociedad frívola, lucrativa, egoísta y materialista. Todo esto lo vivo en la Europa ateas actual y me espanta.Allí existe un aparente progreso pero es sólo de un lado pues como sociedad es muy fría. demasiado racional e indiferente.
18 septiembre, 2011 at 12:12 pm
a Amelia Cortez: la Iglesia Catolica existe desde hae 2000 años en Europa, y si Europa se esta volviendo atea, por algo sera. La Igleia a enfrentado graves crisis de larga duracion en Europa, una de las cuales desemboco en la Reforma Protestante, por el orgullo d no haber querido auto-reformarse. Los integrismos no resuelven nada; mas bien agravan los problemas. Ejemplo: El Santo Oficio dde la Inquisicion. Arora esta ya no puede ser restblecida, pero hay integrismos excluyentes contemporaneos como para los tiempos:el Opus Dei y el Sodalicio. Las libertades dentro de la PUCP le haran mucho bien a nuetra Iglesia, la mayoria de profesores no son ateos ni os alumnos tampoco, pero el integrismo los llleva a alejarse de la Iglesia.
14 febrero, 2012 at 12:53 pm
Hoy "El Comercio" ha publicado la noticia de que el Rector de la PUCP vaiaje proximamente a Roma, para escuchar la decision del Vaticano, y que el Cardenal Cipriani ya emprendio viaje por adelantado. Dice la noticia (que debe se un trascendido del Cardenal) que si la PUCP no acata lo que haya decidiso Roma, perdera su nombre de "Pontificia" y de "Catolica".Lo de Pontificia importa poco, lo de "Catolica" merece reflexion. El Credo que se reza en la Misa Romana y en la Misa Ortodoxa Griega y Rusa, asi como el los oficios religiosos de varias Iglesias protestantes,sigue incluyendo :"Creo en la Iglesia, Una, Santa, Catolica y Apstolica". Si se le pregunat el por que a un luterano o a un anglicano, por jemeplo, diran que sus respectivas Iglesias forman con la CatolicaRomana, parte de la Iglesia Universal, y "Catolica" en griego, quiere decir "Universal". Aparte de eso, como la PUCP se rigepor las leyes peruans, si no desea cambiar de nombre, pues el Arzobispado tendra que enjuiciarla ante los tribunales perunos para obtener
14 febrero, 2012 at 1:00 pm
Si el Vaticano desease que la PUCP cambie de nombre, eliminando las palabras Pontificia y Catolica.yla Universidad accediese o se viese obligado a ellla, resulta fundamental distinguir lo principal de lo accesorio. Lo principal : ser UNIVERSIDAD, puie en el Peru hay mucha sque ostentan ese nombre y no lo son. Ser una UNIVRSIDAD de alta calidad academica (y eso no se lo ha dado la Iglesia), y lo accesorio es ser Catolica y Pontificia….
22 febrero, 2012 at 11:51 am
Démosle una mirada a lo que ha estado pasando y sigue pasando con las Universidades Pontificias y Católicas en los últimos lustros. ¿cuántas han "dejado caer" el nombre por sí mismas o porque se los quitaron? Hemos visto el comunicado de Lovaina, una de las más famosas, Tilburg, y otras. ¿nos hace reflexionar sobre qué está pasando? Si se sigue así cuántas -y cuáles- quedarán?
22 febrero, 2012 at 4:26 pm
Hoy aparece en "El Comercio" que desde 1984, la Santa Sede cusetiona los Estatutos de la PUCP:,. no es exacto. En ese año tuvo lugar la Asamblea Estatutaria, en ejecucion de la nueva Ley Universitaria.Fui relator de dicha Asamblea que presidio en ex-Rector, R P Felipe E. Mac Gregor.El obispo de Chiclayo (Opus Dei) leyo una carta que decia provenis de la Santa Sede, pero escrita a maquina en papel membretado de la Nunciatura en Lima. A la salida algunos obispos, en especial, Mons. Jose Dammert Bellido cuestionaron la validez de la carta porque decian que habia sido redactada en la Nunciatura: que lo logico era enseñar la carta original llegada del Vaticano, lo que nuca se hizo. Siguio una algida discusion entre Obispos. Terminado de aprobar el Estatuto, participe en hacer tres autografas, con las debidas confrontaciones para evitar errores, tarea penosa, Una autografa era destinada al Nuncio, otra al Cardenal Arzobispo de Lima y la tercera para la PUCP.No puede alegar entonces ni el Arzobispado, ni la Santa Sede, ignorancia acerca del contrenido del Estatuto, y pasaron años antes que fuese cuestionado or la Santa Sede. Hay un problema de estabilidad juridica y de buena fe aqui.