Por desgracia, no queda otra más que ir hasta el final en este penoso asunto porque para el arzobispado esta cuestión es de todo o nada, y no hay puertos intermedios a los que pueda arribarse.Finalmente, quiero dejar claro que defiendo la línea católica tradicional de la Universidad, que supone un catolicismo dialogante y plural, receptivo y tolerante con el debate intelectual y científico. Ese es el concepto de PUCP que defiendo y defenderé.
Adjunto comunicado del Rectorado que ha sido publicado hoy en el portal de la PUCP, el que suscribo.
LA PUCP puede ser Católica y plural al mismo tiempo
Hoy el Rector ha enviado una carta al Nuncio Apostólico de Su Santidad en el Perú, para informarle de las nuevas circunstancias surgidas tras las declaraciones hechas ayer por el señor Arzobispo de Lima y comunicándole que a la fecha no hay un acuerdo sobre la solución integral de los problemas existentes.
Ayer domingo 8 de abril, se publicó una entrevista al Cardenal Cipriani en el diario El Comercio, donde se dejan ver dos puntos importantes que comprometen el desarrollo del diálogo. El primero es que el trámite de la reforma del Estatuto es independiente de la solución del conflicto sobre la herencia de don José de la Riva-Agüero. El segundo punto es que el Cardenal ha reiniciado la discusión pública sobre este tema, cuando todas las autoridades eclesiásticas con las que el Rectorado ha dialogado en los últimos meses, han insistido en que las conversaciones se hagan en reserva.
Los antecedentes
Como se recordará, el 28 de febrero pasado, la Asamblea Universitaria indicó al Rectorado que dialogara con las autoridades de la Iglesia manteniendo la identidad católica de la Universidad, respetando su autonomía y buscando una solución integral al conflicto existente.
El Rectorado ha cumplido este encargo y elaboró, junto con las autoridades eclesiásticas, una propuesta de acuerdo que incluía una reforma estatutaria y la solución al conflicto sobre la herencia de don José de la Riva-Agüero, que es ampliamente conocido. En todo momento, el Rectorado ha hecho saber a las autoridades de la Iglesia que la aprobación de esta propuesta corresponde a la Asamblea Universitaria. Las autoridades locales de la Iglesia también han hecho saber al Rectorado que su aprobación definitiva será hecha por la Santa Sede. Por consiguiente, no estamos en las etapas finales de lograr un acuerdo sino en las iniciales.
La propuesta de acuerdo, junto con una explicación detallada del estado de las negociaciones, fue entregada a los miembros de la Asamblea Universitaria en reuniones sostenidas el lunes 2 de abril.
El impasse
El miércoles 4 de abril surgió un impasse, ya que el Rector recibió una propuesta de los negociadores del Arzobispado sobre la herencia Riva-Agüero que, en la práctica, implicaba aceptar como acuerdo común la posición del Arzobispado en los juicios que se siguen actualmente entre él y la Universidad. El pedido era equivalente a que el Arzobispado gane el juicio a través de un acuerdo con la Universidad. El Rectorado respondió que no podía aceptar de ninguna manera un acuerdo de este tipo.
La razón indica claramente que si el país ha sido testigo de años de conflicto agudo entre el Arzobispado y la Universidad sobre la herencia, no puede haber una paz duradera si no se soluciona este conflicto de manera integral. Por consiguiente, cuando el Arzobispo de Lima disocia ambos elementos en el diálogo, está rompiendo también las conversaciones. La Asamblea Universitaria ha encargado al Rectorado dialogar y nosotros lo haremos en la medida en que el Arzobispado retome el camino de solucionar todos los problemas en conjunto.
Por ello, el Rectorado considera que, en las circunstancias actuales, no hay razón para convocar a una Asamblea Universitaria de reforma del Estatuto. Si hubiera un proyecto de acuerdo integral se hará tal convocatoria, luego de informar públicamente sobre lo acordado, con un plazo de treinta días de anticipación.
El Rectorado reitera que mantendrá informada a la comunidad universitaria sobre el desarrollo de estos acontecimientos.
Lima, 9 de abril de 2012
El Rectorado
12 abril, 2012 at 1:36 pm
La Pontificia Universidad Catolica del Peru, es ante todo una UNIVERSIDAD. No puede ocurrir jamas que por ser Catolica y Pontificia, dje de ser UNIVERSIDAD,se coonvierta en una especie de Colegio Superior del OPus DEI, o del SODALITIUM o de Instituciones eclesiasticas afines. NO OLVIDAR: que en ese nombre, el sustenativo es UNIVERSIDAD y los adjetivos, Catolica y Poentificia.Pra que nuestra PUCP tenga la calidad que tiene han sido precisas innmerables horas-hombre de duro trabajo en varios años, en los cuales perticipo el suscrito.Queremos ser Catolica y Pontificia, pero el fanatismo puede llevar a que muy a pesar nuestro, dejemos de serlo´para seguir siendo una Universidad, de las mejores del pais, como es ahora. El Cardenal sabe que en el Peru ed dificilisimo construir instituciones, pero resulta facil demolerlas.¡que piense un poco! Esta es una opinion estrictamente personal y no compromete a la Institucion. Fdo. Miguel de Althaus, Profesor Emerito de Deercho-PUCP.