Chile y Perú: La otra vecindad
Para romper estereotipos, el historiador peruano Daniel Parodi editó un libro con episodios de amistad entre sus compatriotas y los chilenos. “Ambos países ya están integrados, pero nos falta hacer lo necesario para creerlo”, dice.
Por Pablo Marín
Si el lector de a pie no distingue entre nacionalismo y patriotismo, no es problema de Daniel Parodi, que no mezcla esta última (el apego a una tierra y a su gente) con la primera (la religión laica de la nación). Por eso, no hay que confundirse con este historiador, analista de las relaciones chileno-peruanas y profesor de la U. Católica del Perú.
Se le puede ver, por un lado, deplorando en la TV el supuesto caso de espionaje chileno denunciado por Lima, o contestando una columna mercurial de Joaquín Fermandois, para quien este tipo de inteligencia entre países es parte normal de la realpolitik: “Yo espío, tú espías”, se tituló la columna y la respuesta no quiso ser menos: “Yo no te espío-tú sí me espías” (ver recuadro).
Por otro, se esmera en recordarnos en su libro Conflicto y reconciliación: El Perú y Chile en La Haya 2008-2014, que Grau y Prat no sólo fueron adversarios sino que pelearon juntos contra España en 1866. Y en buscar un diálogo que rescate lo que nos acerca, más que lo que nos aleja. Así surgió Las historias que nos unen, volumen editado en conjunto con su colega chileno, hoy premio Nacional de Historia, Sergio González. Una compilación de “episodios positivos”, que van del socorro brindado por Colo Colo después de la tragedia área que mató al equipo de Alianza Lima (1987) a los casos de Bernardo O’Higgins y Lucho Barrios, vistos con otra luz: mientras el primero tuvo la oficina del padre en Lima y vivió allí casi 20 años en el final de su vida, el valsista criollo grabó en Santiago su primer disco.
Parodi no defiende las historias paralelas ni la negación de los hechos dolorosos. Pero sí un cambio de mirada. Acaso suscribiría, si lo apuran un poco, lo que alguna vez dijo el historiador Eduardo Cavieres a propósito de la relación chileno-peruana: “Los pesos del pasado siguen frenando nuestra entrada al futuro”.
-Tanto usted como algunos historiadores chilenos han llamado a abandonar las desconfianzas y a incorporar de alguna forma la mirada del otro. ¿No se halla esta actitud desfavorecida frente a la lógica del nacionalismo y su idea de ellos v/s nosotros?
-Con Sergio González y Eduardo Cavieres, entre otros colegas de ambos países, estamos emprendiendo una labor titánica, porque en nuestros países el sentido común es aún de corte nacionalista. Y construir un nuevo sentido común que convierta el “nosotros contra ellos” en “nosotros junto a ellos” no es tarea fácil. ¿Pero acaso la tenían fácil franceses y alemanes en la década de 1950? Y mira como están ahora.
-¿Puede llegar a plantearse entre nuestros países un escenario análogo al de Francia y Alemania?
-Análogo no, porque Chile no es Francia y el Perú no es Alemania, ni al revés. Pero creo que el Perú y Chile deberían iniciar un proceso bilateral de reconciliación con el pasado doloroso, pero en sus propios términos, a base de su propia realidad y de su propia historia. Muchos confunden reconciliación con el perdón. Otros lo reducen a señalar que el Perú quiere que Chile le pida perdón por la guerra del Pacífico. Para empezar, una reconciliación con el pasado es una conversación sincera de agenda libre y en ella podrían levantarse temas como el apoyo de Chile a la independencia del Perú o en la guerra contra España que está celebrando su sesquicentenario.
Lo del perdón podría centrarse en los excesos de la guerra del Pacífico, no tanto en sus causas, porque cada nación tiene su propia versión de los hechos. Me dirán que todos los países cometen excesos en las guerras y es verdad, pero reconocerlo con gestos simbólicos no hará menos a Chile y podría ayudar mucho a que en el Perú se deje al pasado pasar, lo que no equivale a olvidarlo. Se trata de superar, de procesar, de ser capaces de conmemorar juntos incluso el pasado doloroso.
“Todos los países cometen excesos en las guerras, pero reconocerlo con gestos simbólicos no hará menos a Chile”.
-¿Piensa que las vías paradiplomáticas de acercamiento, incluido el libro Las historias que nos unen, han resultado más eficaces que las más convencionales o mediadas por ambos Estados?
-Las historias que nos unen es materia prima. Le estamos diciendo a nuestros países: “Miren, la guerra del Pacífico no es la única historia que tenemos en común, aquí les ofrecemos 25 historias más y son de amistad”. Por eso he sugerido añadir en los currículos escolares del Perú y de Chile unidades de historia binacional, para que nuestros niños también conozcan relatos de integración entre nuestros pueblos. Sin embargo, me queda muy claro que se avanzará de veras cuando haya una decisión política de ambos estados en el sentido que indico. Desde el nivel de lo paradiplomático podemos proponer ideas, pero son los estados los que deben adoptarlas y convertirlas en políticas que perduren en el tiempo y maduren la integración.
-¿Qué gesto, declaración u otro acto simbólico sería importante que Chile llevara a cabo?
-En Chile dicen que el problema es de los peruanos, que no superamos el pasado. Fue un poco lo que dijo Joaquín Fermandois y por eso le respondí. El sentimiento que existe hacia Chile en parte del Perú (es difícil generalizar) tiene que ver con una guerra en el que el 70% del territorio fue ocupado, con todo lo que eso implica. Pero además tiene que ver con la respuesta que siempre encontramos de Chile cuando tocamos el tema, nos dicen, “¿qué tenemos que ver nosotros?”.
Creo que, a nivel de la psicología colectiva, Chile debe revisar su discurso sobre la guerra, pues le cuesta mucho reconocer los excesos propios. Quizá por eso no se alcanza a comprender que en el Perú necesitamos mucho de ustedes para cerrar las heridas que nos dejó aquella conflagración. Luego, en mi país tenemos que hacer un gran esfuerzo para separar el pasado del presente; debemos trabajar mucho en el nivel de las políticas educativas para mejorar la imagen del otro, pero Chile tiene que acompañarnos en un camino que debemos transitar juntos. Ojalá, mañana, dos presidentes pensasen así, pero lo veo bien difícil.
“Veo difícil que la Corte obligue a Chile a negociar con Bolivia, porque está el tratado de 1904”.
-Para la escuela, en el caso chileno (y también en el peruano), la enseñanza de la historia es en buena parte la afirmación de la nacionalidad y de las virtudes patrias. ¿Qué tan viable es una historia planteada en términos distintos?
-En el Perú es igual pero al contrario: si la historia escolar chilena es quizá en exceso celebratoria del triunfo obtenido en la guerra del Pacífico, la peruana es “autoflagelante”. Hemos escrito la historia oficial del siglo XIX peruano desde la guerra del 79 hacia atrás y entonces lo que se hizo antes necesariamente estuvo mal, y tampoco es así. A eso se suma el discurso negativo sobre “el otro”, que no tiene matices porque el único capítulo que se difunde en la escuela sobre la relación bilateral trata, según cada país, de una victoria militar que me convierte en superior o de una derrota que me dejó una herida.
Imagínate añadir en los textos de historia y geografía de secundaria en Chile capítulos sobre la geografía peruana para que la conozcan y viceversa; imagínate una unidad sobre O’Higgins, tanto respecto de su apoyo a nuestra independencia como el final de su vida en el Perú. Imagínate una unidad que narre a los niños de Chile la historia de los Incas y a los del Perú la de la Araucanía. Para no hablar de las actividades didácticas, los cursos de ciudadanía y todo lo que podríamos hacer.
Fíjate qué injusto que a un niño le digas que lo único que tienes en común con el vecino es una guerra fratricida: terminará odiándolo, allí empieza todo. De ahí que la reconciliación que propongo sea el punto de partida.
-¿Qué opinión tiene del recurso presentado por Bolivia ante la CIJ? ¿Podría Perú tener una actitud más activa para una resolución de esta controversia (dado que toda sesión desde Santiago debe pasar por un acuerdo con Lima)? ¿O sencillamente no le corresponde?
-Sobre la cuestión chileno-boliviana, no creo que Chile vaya a proponerle a Bolivia una salida al Pacífico por Arica, menos si ya la Corte va a dirimir el tema. Así que no se trata de ponerse en un escenario que sólo sería dable si la CIJ obligase a Chile a negociar de buena fe con Bolivia. Particularmente lo veo difícil, porque está el tratado de 1904. Más allá de eso, lo que más deseo es que la decisión de La Haya marque un cierre definitivo al problema, así podremos vivir todos en paz e integrarnos.
-¿Tienen mejores perspectivas las relaciones chileno-peruanas tras el fallo en La Haya?
-Claro. Sólo nos falta el triángulo terrestre, si hemos resuelto en la CIJ la delimitación de 66.000 km2 de mar, ¿cómo no vamos a resolver este tema? Yo creo que finalmente el Perú y Chile hemos superado la impronta del siglo XIX, sólo que no nos hemos dado cuenta todavía. El historiador Fernand Braudel decía que la mentalidad es lo que más tarda en cambiar y lo que nos falta por hacer es adaptar nuestros viejos imaginarios a una realidad con Alianza del Pacífico, con TLC, con Fallo de la Corte ejecutado, con grandes inversiones recíprocas, con 5 millones de pasos anuales entre Tacna y Arica, etc. Perú y Chile ya estamos integrados: nos falta hacer lo necesario para creerlo y seguir avanzando juntos hacia la globalización, que exige bloques regionales para poder ser realmente competitivos. •••
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“El espionaje debe evitarse”
-Aunque el presidente Ollanta Humala dio por superado el incidente con Chile, Joaquín Fermandois plantea que el espionaje es parte de la realpolitik. ¿Qué lo persuade de que el Estado peruano no ha espiado?
-Para mí sería lamentable enterarme de un espionaje del Perú a Chile. De ser el caso, recomendaría al gobierno de mi país ofrecerles las satisfacciones del caso.
-¿Qué hace inaceptable, a su juicio, la razón de Estado que a Fermandois le resulta tan atendible?
-A don Joaquín Fermandois le hice un llamado a tratar estos temas en conjunto y a colaborar con nuestras sociedades para que cambien la manera tradicional que tienen de mirarse. Respecto de la razón de Estado, le planteé la alternativa de una razón regional y global, y poner por delante todos los avances de la relación bilateral en los últimos años en material comercial, económica, social y fronteriza.
-Para personajes como Henry Kissinger era normal que los estados se espiaran entre sí.
-Yo entiendo la razón de Estado y que los países tengan sistemas de inteligencia. Pero el trabajo de inteligencia posee diferentes modalidades. Una es la de los diplomáticos: el diplomático informa a su gobierno sobre lo que pasa en el país en el que está destacado, comunica con quien se entrevistó, notifica lo que piensan sus líderes, sin que su trabajo, ciertamente, se limite a eso. Otra, es el trabajo de inteligencia: el procesamiento y análisis de la información que es de dominio público y que puede presentarse en formato virtual (internet) o en publicaciones editoriales. Finalmente está la inteligencia humana, que supone captar funcionarios de otro Estado y sobornarlos para obtener información privilegiada. Este nivel de la inteligencia viola la soberanía del Estado que es víctima de ella y, en el caso de países que están intentando confiar el uno en el otro, puede dañar mucho el proceso. Por eso debe evitarse.
13 junio, 2015 at 12:39 am
Falta un “ingrediente” importante para superar los horrorees de esa guerra lejana , peo a´´in presnte en las mentalidades como aqupi se ha dicho.En círculos cultos peruanos , Chile aparece como un país saqueador, y que lastimosamnte desea seguir siéndolo.
Chile debe devolvel la inmensa cantidad de documentos históricos que B, Vicuña Mackenna y agentes suyos se llevaron de Lima bajo ocupación chilena. Deben devolverse las innumerables cartas entre los caudillos post-Independencia:Nieto, Orbegoso,Castilla, San Román, etc, Se hallan en la Archivo Nacional, y algo en el Archivo del Ejército.Los documentos de la Inquisición. también;José Toribio Medina también vino a Lima durante al ocupación, y no sabemos con exactitud qué se se llevó. También el Archivo del Ministerio de Relaciones Exterioresdel Perú hasta 1881. Y leí que enel sotano de la Biblioteca Nacional de Chile está la Enciclopediade Diderot y D’Alembert que tiene los sllos de la BNP. La historiadora peruana Carmen McEvoy ha investigado las cartas de los Caudillos y le tomó 10 años.Nieto, Orbegoso son el interés para los peruanos, pero los chilenos ni los conocen ni les interesa leerlos. ¡A devolver lo saqueado!
PD: hay quienes reclaman el “Huáscar”, pero por honor, los trofeos de guerra no se reclaman, Cosa distinta es el de los bienes saqueados! Esto lo digo or un mayor acercamiento entre el Perú y Chile,
15 junio, 2015 at 3:31 pm
Yo me pregunto ¿Cómo será la enseñanza en los colegios chilenos sobre la “guerra” que ese país inició contra el Perú? ¿Les dirán a los estudiantes de las bestialidades que cometieron en nuestro país? ¿Les dirán que fue pretexto del “acuerdo” supuestamente firmado con Bolivia era simplemente para defenderse de la guerra que estaban tramando la chilenada para apoderarse del territorio de Antofagasta donde hay abundante mineral que hoy explota Chile? ¿Les dirán que el objetivo era invadir Perú para destruirlo, masacrarlo y dejarlo en la ruina total? ¿Les dirán todo lo que se robaron y que hoy se niegan a devolver? ¿Les dirán que, hoy, se apoderan de productos peruanos, como el Pisco, y los hacen de ellos?. ¿Les que la chilenada contó con gobernates peruanos, traidores, que facilitaron la invasión, como el caso del perverso y traidor Piérola?. La chilenada sigue invadiendo el país con inversiones económicas y ojalá que algún día no surja un gobierno leal al Perú y nacionalice las empresas chilenas estratégicas enquistadas en nuestro país para defenderse de la angurria, envidia y ansias de la chilenada de volver invadir el país. Conocer las políticas de gobierno del estado chileno que tiene contra el Perú, debería difundirse en las aulas escolares, así como la historia que mancha las malas relaciones históricas que tiene ese país con el Perú. La guerra del Pacífico no ha terminado, continúa, y como ejemplo, está ahí el problema del triángulo del primer hito, pequeño territorio que le pertenece al Perú y que los rotos se niegan a reconocer como peruano ante la pasividad de los gobernantes peruanos. Siguen los traidores peruanos enquistados en todas las esferas socio-políticas defendiendo lo que actualmente hace la chilenada en nuestro país. Y esto no es nacionalismo, ni patrioterismo, como por ahí dicen es simplemente que siendo un país educado, conociendo su historia, conociendo su verdad, es la mejor arma que tenemos contra cualquier estado de querer atentar contra nuestra patria.
15 junio, 2015 at 10:24 pm
Solemos olvidarnos de algo importante;que Bolivia peleó en la Guerra de 1879-1884, solo un año y un mes, Su última intervención ocurrió en la Batalla de Tacna, despues de la derrota todos fugaron despavoridos a su Altiplano querido.En cambio, en Arica, Bolognesi defendio el Morro con un puñado de valientes sabiendo que el enemigo era mucho más numeroso,Puso la peruanidad de Arica por todo lo alto, sin bolivianos, quienes ahora añoran salida al mar por Arica, El Perú solo, peleó el resto de la guerra;las dos batallas de defensa de Lima,sufrió la ocupación de la capital y el Callao con los saqueos y cupos que se conocen, luego Cáceres inició la resistecia de la Sierra con las montoneras indígenas, elincendio chileno de numerosos pueblos y al violación de “doncellas” indígenas,Peleó numerosos combates;pidió ayuda a Montero en Arequipa, quien a pesar de haber reciibido cañones Krupp de montaña, no see los envió, luego la terrible batalla de Huamachuco donde los chilenos fusilaron a todos los oficiales peruanos, contra las leyes de la guerra, hastaBulnes reprocha esto a Gorostiaga, También y anes la destrucci´pon del modernísimoo ingenio de azúcar de don Diosnisio Derteano,que valía varios miillones de libras esterlinas también el inncendio de la nueva Aduana de fierro de Paita , el icendio del Colegio Nacional San Ramón de Cajamarca y la iglesis adyacente, etc, etc etc,(La lista no es exhaustiva) ¿Y los aliados bolivianos? Nada de nada.
No se trata de reabrir heridas de hace 130 años, si no de sabe que suelo se pisa,,,,Chilenos, peruanos y boliivainos debemos llevarnos bien!
15 junio, 2015 at 10:26 pm
Apreciado Miguel, lo invito a Leer mi libro LA LAGUNA DE LOS VILLANOS. Bolivia, Arequipa y Lizardo Montero en la Guerra del Pacífico (1881-1883)
15 junio, 2015 at 10:29 pm
Es recomendable leer el folleto- conferenci ante el Instituto de Derecho Internacional de La Haya, de Paul Pradier-Fodéré llamado “Chili et le Droit des Gens” lamantablemnete escrito antes de la Batalla de Huamachuco!
Está en la BNP y en la Biblioteca Central de la PUCP
16 junio, 2015 at 4:02 am
Estimado profesor Parodi;
sí he leído su libro tan interesante;”La Laguna de los Villanos”, Dicho libro,leído desde mi punto de vista,confirma la absoluta ineptitud de Montero,,,termin´fugándose a Bolivia, Se hacía ilusiones presidiendo el Gobiero de Arequipa de conseguir los barcos de guerra que el Perú mandó construi y estaban embargados; el Sócrates y el Dióogenes (Archivo Riva Agüero),
Gran inepto, en mi opinión!
16 junio, 2015 at 4:08 am
Cuaanddo el Gobierno de Montero (quien no quiso ayudar a Cáceres en la Campaña de la Breña;¿Hubo ofrecimienos de Bolivia de auxiliar a Montero con tropas, generales y coroneles en número no simbólico?
16 junio, 2015 at 8:40 am
Montero, más allá de sus crasos errores cuando la cercanía del ejército chileno, le envió a Montero 2 expediciones de armas. Saludos estimado amigo.
Daniel Parodi
16 junio, 2015 at 8:41 am
El aporte Boliviano en tiempos de Campero fue en función de sus posibilidades. Nunca debimos firmar la Alianza del 73, elegimos un aliado militarmente muy débil. Saludos
DPR
16 junio, 2015 at 6:01 pm
Estimado profesor Parodi:
en la beve respusts a mi comentario hay una confudión en la redacción:se entiende;Montro envió a Montero!
El Tratado “secreto” del Pdte Manue Pardo conBolivia es inexplicable, como Ud dice era u país débil, al cual su litoral interesaba poco;no había ni telégafo ni ferrocarril que conecase parte algua de su litoral conel Altiplano, y los 400 kms lineales de costa boliviana no tenían Marina de Guerra que los defendiese!
16 junio, 2015 at 6:21 pm
La debilidad de Bolivia era tna obvis para Chile, que los chilenos nunca invadieron el Altiplano; enfocaron todas sus energías de devastar y saqear el Perú hasta 1884!
3 julio, 2015 at 3:45 am
Errores de apreciación de los participantes.
3 julio, 2015 at 3:58 am
La discusión sobre tema tan importante parte de premisas erradas, aún hoy no se conoce la verdad, oficialmente, sobre lo ocurrido y esto les hace caer en falsas apreciaciones. Sugiero lean la Tesis de Licenciatura en Historia: “Crisis de Gobierno en Arequipa: el debate y la oposición política al interior de la élite local 1879-1883” (UNSA, 1997) en donde demuestro que la guerra civil peruana estuvo presente durante todos los años del conflicto externo y además es el partido Civil quien toma el gobierno en Arequipa desde el 08 de octubre de 1881 hasta el 24 de octubre de 1883. Los seguidores de Pardo entregan el sur del Perú a las tropas extranjeras como consecuencia de oscuros manejos e intereses mezquinos…
Bajo esta realidad objetiva de los hechos debe partir nuestra visión actual del conflicto y entender lo que fuimos y somos como peruanos, como sociedad…
Luego conversamos OK.
1 agosto, 2015 at 2:14 am
Qué soberbio eres
DPR