Por Daniel Parodi Revoredo
Profesor del dpto. de Humanidades de la PUCP
Publicado en el diario La República el día de hoy
En ella señalé que son dos las interpretaciones más difundidas sobre el caudillo de Montán: la que lo tilda de traidor por su colaboración con las fuerzas chilenas y la que lo ubica en el umbral de la heroicidad e interpreta su accionar como un gesto de desprendimiento. Pero coloquemos a Iglesias en su hora más difícil y retrotraigámonos al 31 de agosto de 1882 –difusión del manifiesto de Montán- para ver qué sucedía en la Guerra por aquellos días.
Para empezar, no es cierto que entonces la resistencia peruana estuviese prácticamente derrotada, ni que la firma de la paz se cayese de madura. Por el contrario, el Ejército del Centro, con la colaboración de las guerrillas campesinas, se encontraba en su mejor momento pues apenas unas semanas antes había derrotado a las fuerzas invasoras en Marcavalle, Pucará y Concepción, y expulsado de la región a la expedición chilena de Letelier.
Así pues, el colaboracionismo iglesista no se debió a la derrota de la Resistencia sino a sus victorias. Esta paradoja se explica en las fracturas socio-culturales de entonces que hacían que buena parte de los gamonales y hacendados viesen con profunda preocupación el fortalecimiento de la movilización campesina liderada por Andrés Avelino Cáceres. Esta, y no la “inmolación política”, fue la motivación de Iglesias, la que se demuestra en testimonios de época que ilustran el resquemor de los sectores económicos altos frente a la eventualidad de una “guerra de razas”3.
Por otro lado, en septiembre de 1882, la Alianza Perú-Boliviana había resurgido gracias a la instalación del gobierno de Lizardo Montero en Arequipa, quien desde allí fortaleció sus vínculos con Narciso Campero, su homólogo paceño. La Alianza buscaba negociar con Chile un tratado de paz sobre la base de la sesión única y exclusiva de Tarapacá. Sin embargo, el colaboracionismo de Iglesias echó por tierra estos esfuerzos y jugó en pared con el plan chileno de acabar con la Alianza e imponer la paz por separado a cada uno de sus países miembros. Por cierto, una comisión oficial del gobierno de Bolivia lo visitó para rogarle deponer su actitud: no quiso.
Finalmente, la existencia de un gobierno colaboracionista en Cajamarca, y la imperiosa necesidad de acabar con él, obligaron a Cáceres a dejar la sierra central y dirigirse hacia el norte. Y fue allí, en Huamachuco, donde encontró la derrota un 10 de julio de 1883, fecha triste para los peruanos, especialmente hoy, debido a que de esta innecesaria controversia no son responsables ni los restos de Miguel Iglesias, ni sus descendientes.
Al meditar sobre el tema, he recordado la novela 1984 de Orwell, en la que un lóbrego Ministerio de la Verdad cambiaba las noticias del pasado de acuerdo con las conveniencias del presente. Por ello me asombra que se haya nombrado a Miguel Iglesias vencedor de San Juan, cuando esa batalla la perdimos. A pesar de todo, conservo la esperanza de que nuestra realidad no supere la ficción, pues ni los más grandes totalitarismos pudieron soterrar las versiones disidentes de la historia, porque los héroes, es sabido, no se crean por decreto, ¿o sí?
1Así tituló Lucien Febvre su célebre libro
2Me hago responsable por el neologismo
3Rodríguez, Juan. Los ecos de la Comuna de París en el Perú durante la Guerra del Pacífico. Lima, 2010 (s/p)
19 julio, 2011 at 4:09 pm
Miguel Iglesias es detestado por los militares y respetado por los diplomaticos. Se puede discutir ad infinitum si el grito de Montan debio tener lugar o debio tener lugar un tiempo despues. Pero don Alberto Ulloa Sotomayor dice: (cita no textual) que los individuos pueden suicidarse heroicamente, pero los Estados no tienen vocacion de suicidio. Yo asdmiro muchisimo a Caceres, pero su triunfo parece imposible aun si hubiera vencido en Huamachuco. Pierola, en Paris, lavandose las manos, los civilistas presos en Chile. Alguie tenia que firma r un tratado de paz en derrota: los que tienen tan ingrata y terrible tarea, no son heroes, Iglesias no lo es. Lavalllle, su experimentado negociador si logro concesiones de los chilenos, gracias a las cuales Tacna pudo der devuelta al Peru en 1929. Todos nod hemos olvidado de J.A. de lavalle, pues fue civil y no militar. Mereceria un reconocimiento de los tacneños que ni saben quien fue.
19 julio, 2011 at 4:27 pm
Cacers , segun Basadre: "El solo hzo la tarea de muchos hombres.Fue como la proa de una nave que caminara aunque fuese mutilada.Los harapos de sus soldados brillaban como u na bandera al sol. Parecia este puñado de hombres llevar la patria en sus brazos. Y hubo momentos en que pudo decirse que en el Peru no relucia oro de mas quilates que la espada de Caceres". Admiro muchisimo a Caceres, pero no entiendo por que en la batalla de Huamachuco decide cambiar la artilleria d emplazamiento, y para esa opercion necesita la proteccion de la infanteria.Esta proteccion era imposinle por cuanto los soldados tenian fusiles sin bayonetas. Esta extraña maniobra con carencia de bayonetas precipito la derrota que ur inmediata a ese despalzamiento frustrado de artillleris: esta tenia que silenciarse durante dicho desplazamiento.
19 julio, 2011 at 9:50 pm
Estimado Dr. de Althaus, valoro mucho su nueva participación que como siempre enriquece los debates en este foro. Permítame una precisión, Cáceres no luchaba para ganar la guerra sino para disminuir las pretenciones chilenas. Cáceres sostenía la paz sin sesión de territorios, luego la Alianza aceptó la cesión de Tarapacá como única y exclusiva indemnización de Guerra.
El tema es que mientras la resistencia resultase más sólida y unida mayor posibilidad de atraer a Chile a la mesa de negociacióin con la Alianza, es decir con el Perú y Bolivia juntos.
El colaboracionismo de Iglesias, al contrario, le dio a los chilenos la posibilidad de evadir ese camino, de lograr la paz por separado, el cual era para ellos un imperativo geopolítco, y, a cada uno (Perú y Bolivia), imponerle durísimas condiciones de paz.
Además, ello trajo consigo la no resolución ni de la mediterraneidad boliviana, ni de la cuestión de Tacna y Arica, lo que supuso la prolongación del tema hasta 1929, donde Arica se pierde definitivamente y hasta hoy en el primer caso.
Saludsos cordiales
Daniel Parodi Revoredo
20 julio, 2011 at 3:43 pm
Estimado doctor Parodi: gracias por su intereante comentario, que aprecio mucho.Ud. es autor de un libro "la laguan de los villanos", eclarecedor, pues utiliza archivos bolivianos, lo que poco o nada se habia hecho hasta ahora. Sobre el conjunto del tema tengo opiniones distintas:! 1.- no entiendo el por que del pacto 2secreto" con Bolivai, hecho por el Pdte.Manuel Pardo; 2.- antes de la Guerra, Bolivia era un pais ya mediterraneo "de facto": poquisimos bolivianos vivian en su litoral: la mayoria eran chilenos y peruanos; y Bolivia no tenis comunicacion telegrafica con su litoral ni con el litoral peruano. Lss comunciciones se hacian por medio de "chasquis".El unico telegrafo existente era el d Puno-Mollendo, via Arequipa: era peruano y no llegaba hasta Bolivia; Bolivia nuca tuvo una Marina de Guerra para defender su litoral., 2.-Camoero fue lento y reticente en su ayuda a Montero y no pensaba en una contaofensiva contra los chilenos. Montero era debil, su "defensa" de Arequipa contra los chilenos fue nula; huyo a Bolivia…3.-Lo peor es que su ayuda a Caceres, reclamada constaemente por este, fue casi inexistente, con lo cual ayudo a debiltar la Campaña de La Breña. Los chilenos, al derrotar a Cacers en Huamachuco y viendo la inoperatividad boliviana, exigieron la negociacion de pax separada con Peru y con Bolivia, coincidiendo con IIglesias, quien combatio en el Morro Solar, y no vio a nigun boliviano, como debieron haber estado. Una negociacion de Chile conjuntamente con peru y Bolivia, no hbria tenido necesariamente mejores resultados, todo lo contrario: la extrema debeilidad e indecision bolivianas habrian arrastrado a un tratado peor que el deAncon. Puedo extenderme mas sobre algunos puntos, pero seria muy largo. Le saluda cordialmente, Miguel de Althaus
20 julio, 2011 at 6:15 pm
Estimado Doctor de Altahus, van algunos alcances míos, muy pocos, por cierto:
1.-Ojo con su argumento acerca de la mediterraneidad boliviana porque es el nervio central de la posición chilena que justifica la invasión de Atacama con el argumento de que eran más; dicen lo mismo sobre Tarapacá, sólo que con menos énfasis. Para Sergio Villalobos "el espacio de mayor presión debe llenar el de menor presión, es una ley de la física". en terminos de lógica esa sería una "falacia ad populum" (tenemos razón porque somos mayoría)
2.- Montero sí ayudó a Cáceres, en tres ocasiones, en la última, agosto- septiembre de 1883, le envió una división de mil hombres armados. Convengo en que el refuerzo fue tardío y Montero careció de reflejos en ese sentido. Es verdad que su entorno no era propicio a Cáceres, según tesis del jóven historiador Rodolfo Castro.
3.- La abrogación -separación- de la Alianza Perú-Boliviana no es consecuencia de Huamachuco sino una tesis muy anterior, anterior inclusive a la guerra y tiene que ver con los lineamientos geopolíticos de Portales; durante la guerra, ya en las negociaciones en la corbeta Lakawana, Chile la exigió, también se la exigió a Antonio Quijarro, representante boliviano cuando apuraba negociaciones en nombre de la Alianza. Es el objetivo chileno de separar la alianza la que encuentra respaldo en Iglesias y desemboca en Huamachuco y no al revés.
Cordialmente
Daniel Parodi Revoredo
20 julio, 2011 at 7:53 pm
Estimado Dr. Parodi: no porque los chilenos emitan una afirmacion, esta es falsa "per se".Me reafirmo en la idea que el litoral boliviano estaba abandonadso por los bolivianos: poquisima poblacion boliviana, ausencia de Marina de Guerra boliviana, ausencia de comunicacion telegrafica. Toda la politica boliviana se llevaba a cabo en el Altiplano. Grau se inmolo en Angamos: litoral boliviano.En cuanto al historiador chileno Sergio Villalobos, sus leyes de "persion fisica", etc. no tierne sentido, asi como es despreciable todo lo que ha escrito sobre el Peru, Atentamente, Miguel de Althaus
20 julio, 2011 at 8:03 pm
Los argumentos chilenos para apoderarse de Atacama boliviano contiene la falacia de toda guerra de conquista, pero la eterna queja de Bolivia sobre su mediterraneidad es hartante, porque antes de 1879 no se ocuparon de la mediterraneidad de facto qu toleraban perfectamente; durante la guerra el ejercito boliviano no pudo o no quiso defender su litoral: concurrio a defender Tarapaca peruano con escasa fortuna (batalla de S. Francisco) y la batalla de Tacna fue su ultima intervencion armada en la guerra que se prolongo algunos años mas en el Peru, con todas las muertes, dpredacion y destruccion que hubo.
21 julio, 2011 at 6:07 am
Estimnado Dr. de Althaus:
Gracias por sus participaciones que enriquecen este blog. Estoy publicando una columna semanal en el diario L.R. aunque no tiene fecha fija todavía. Lo invito a enriquecer también la discusión en dicho foro. Mi columna se titula Historia & Presente
Muy cordialmente
Daniel Parodi Revoredo
21 julio, 2011 at 6:03 pm
Estimado Dr. Parodi. agradezco sus palabras tan amables; aviseme cuando y que dias saldran publicados sus articulos en L.R. Estare encantado de enviarle mis opiniones, aunque UD. domina muy bien estos temas. Con cordiales saludos., Miguel de Althaus
29 octubre, 2011 at 3:59 am
Qué valientes somos todos ahora, no?. Porqué nadie menciona que Iglesias perdió a su primogénito Alejandro, 21 años, en esa guerra? Nadie menciona que él tenia el dinero para enviarlo a Europa, como hicieron varios, pero el chico no habrá querido. Iglesias sobrevivió casi 30 años a su hijo, todos los días y noches oscuras preguntándose, Dios mío, porqué no lo envié fuera? O no? Usted, podría arrreglar bajo la mesa con quien mató a su hijo?, Por favor, un poco de cordura y razonamiento, qué fácil es hablar ahora… chile es el país que menos territorio nos ha birlado….
29 octubre, 2011 at 10:52 am
Estimado Enrique:
Yo valoro su punto de vista, pero mantengo el mío. Desde mi perspectiva tras el grito de Montán estuvo la clase hacendataria preocupada de que Cáceres estuviese levantando una resistencia indígena. esa fue la motivación y no un mal entendido patriotismo.
El sacrífico de muchos peruanos que dieron su vida en la GdelP no elimina el factor político que es el que anailzo y el que orienta mi cuestionamiento al traslado de los restos de Iglesias a la cripta de los héroes.
En todo caso, bienvenida su opinión y bienvenido a este foro.
Ate.
DPR
19 noviembre, 2011 at 3:47 pm
Estimado profesor Parodi: una precision acerca de su amable respuesta del 19-7-2011: la negociacion de Lavalle due valoisisima como experimentado diplamatico. En dicha negociacion, tanto del Presidente de Chile como su representante Jovino Novoa exigian, ademas de la cesion perpetua de Tarapaca, la VENTA a Chile de Tacna y Arica y eran inflexiles. De haberse vedido Tacna y Arica, Tacna nunca hubiera regresado al Peru; pues cuando uno vende un bien, no lo recupera aun si uno se arrepiente despues de la venta hecha. Por ello insistio en subordinar la pertenencia spobreana de esos territorios a un plebscito 10 años despues, y si es que le dijo a Novoa que en 10 años todo seria ya chileno (lo que el Presiente de Chile creyo, con la soberbia del ganador), asi se pacto. El plebiscito nunca se realizo, ya lo sabemos; hubo una larga querella diplomatica por ello y es verdad que en 1929, Tacna regreso por fin al Peru; lo cual nunca hubiera ocurrido si se hubiera pactado la venta. Por ello creo que la figura del ilustre diplomatico, JA de Lavalle debe ser reivindicada. Como el creia que Iglesias, una vez ratificado el Tratado debia renunciar y convocar a elecciones y no usar el ridiculo titulo de "Presidente Regenerador del Peru", Lavalle suscribe el Tratado y luego renuncia a su cargo de Ministro de RREE: se retira a la vida privada hasta su fallecimiento. Lo sustituye Larrabure y Unanue, quien firma la ratificacion del Tratado. Este personaje, no tan famoso, era una persona respetada y escribio despues intereantes articulos sobre arquelogia e historia. Pero Iglesias…al Panteon de los Heroes de 1879: NUNCA. Muy atentamente, Miguel de Althaus
19 noviembre, 2011 at 4:07 pm
Estimado Dr. de Althaus:
Gracias por su precisión, es un gusto volver a tenerlo en este blog, precisamente cuando conmemoramos las 100.000 visitas.
Ate.
DPR
19 noviembre, 2011 at 8:47 pm
Estimado Dr Parodi: es para mi muy interesante escribir en su blog, mas aun cuando ha contado con 100,000 visitas. Los temas que Ud tyrata son varios de ellos en extremo interesantes para mi. Me gustaria tener el gusto de conocerlo personalmente. Muy atentamente, Miguel de Althaus.
21 diciembre, 2011 at 6:00 pm
Estimado profesor Parodi: no estoy seguro de que sea exacto lo que Ud. de que detra se Iglesias estuvieronlos hacendados. El hacendado cajemarquino Mercedes Puag, asesinado en esaepoca, era cacerista, se discute si por conviccion o por rivalidad con Iglesias. Por otra parte, Cacers, en Ayacucho conocia por amistad o parentesco a muchos hacendados que los apoyaron, aunque no todos lo hicieron. El mismo fue propietario de haciendas. Tuvo lazos muy estrechos con los campesinos, pero tambien los tuvo, por antugua amistad con muchos hacendados.