Estimados amigos: comparto con ustedes el presente artículo que publiqué en el Diario La República allá por el año 1999, cuando se conmemoraba el centenario del nacimiento de Felipe Pinglo Alva. De hecho, el nombre de este blog -Palabras Esdrújulas- alude al titulo de un vals del referido autor.
Espero sea de su agrado
Saludos cordiales
Daniel Parodi Revoredo
LAS 4 VOCES DE FELIPE PINGLO ALVA
Cuando en el año 1899 nació Felipe Pinglo, pocos imaginaron los grandes cambios que en las décadas siguientes iban a afectar, y para siempre, la vida de Lima y de los limeños. Paulatinamente, automóviles, tranvías, convulsiones sociales y un inconfundible olor a multitud iban a matizar el escenario urbano de nuestra otrora aristocrática capital.
La inversión extranjera y la proliferación de fábricas textiles agitaron el ambiente de sus calles. Los barrios populares aumentaron su población, y los artesanos de antes comenzaron a constituirse en una emergente clase obrera. Mientras tanto, los sectores acomodados cerraban sus filas y se agudizaban las diferencias y confrontaciones sociales. Como en Inglaterra un siglo antes, mujeres y niños participaban, a la par que los hombres adultos, de las faenas laborales más exigentes.
la reivindicación social es entonces la más difundida de las voces de Felipe Pinglo, quien, desde las populares calles de Barrios Altos, denunciaba:
Si muchos de nosotros auscultar pudiéramos
la verdad cruel y triste de este diario luchar
viviendo en un instante de mortal desengaño
compráramos los diarios para otorgarle el pan. (valse, el Canillita).
Pinglo también le cantó al amor, tópico fundamental en sus composiciones. Por su depurado lirismo, el periodista Willy Pinto lo comparó con los principales poetas románticos:
Bendita tu seas hada de los bosques
diosa del martirio, bello ángel de amor
hoy que tu me amas tu nombre tan puro
grabaré yo Amelia en mi corazón.
(valse, Amelia).
Por otro lado el movimiento vertiginoso que imprime la modernidad inspiró al compositor. Pinglo dedicará pasajes de sus letras al cabaret, el ferrocarril y los automóviles. Además, musicalmente se nutre con la influencia de ritmos norteamericanos de moda, como el fox trot y el one step:
Acelerando a fondo el corazón
la mano en el volante del amor
la otra está pronta a frenar
si se desvía mi pasión.
(One step, amor a 120).
La década de los veinte encontró un escenario imaginario en el que los actores sociales podían invertir los roles que le estaban asignados: el fútbol. Felipe Pinglo era hincha de Alianza Lima y de su as, Alejandro Villanueva :
Maestro del pase entre tus pies
el balón esclavo tuyo es
dominado siempre ha de llegar
donde tu saber lo quiera enviar
(polka, Alejandro Villanueva).
La reivindicación social, el amor, la modernidad y el deporte son cuatro tópicos que Felipe Pinglo maneja notablemente. Su versatilidad lo convierte en agudo observador de la realidad de su tiempo, la que describe, según el caso, con ternura, pasión, alegría o tristeza.
Sin embargo, la obra de Pinglo no ha sido aún debidamente compilada, es probable que estudios más rigurosos le descubran más facetas. Por ejemplo el compositor barrioaltino dedicó bellísimos versos a las flores en temas como Decepción, Celos, Llegó el invierno, Bouquet, entre otros.
Así como Toulouse-Lautrec inmortalizó a Jane Avril, las letras de Pinglo describieron a los personajes de su tiempo. Sus musas, muchísimas fueron inmortalizadas en temas como Amelia, La Morena Rosa Luz y Angélica. Otros, como Luis Enrique “eL Plebeyo” y Jacobo “el leñador” también fueron retratados.
Pinglo dejó escuela; sus discípulos, en singular mimetismo, lo hicieron protagonista de la Lima que retrató. De este modo, junto con la obrerita, el bodeguero italiano y la picaronera Isabel; el bardo, el maestro o, sencillamente, Felipe enriquecieron el paisaje urbano capitalino de principios de siglo. En póstumo homenaje, que hacemos nuestro, Serafina Quinteras y Eduardo Márquez Talledo le cantaron:
Subió hasta los austeros
palacios principescos
y floreció en las almas
y palpitó en las rosas.
Daniel Parodi Revoredo
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20 abril, 2010 at 9:02 pm
Noble tarea, y con elegancia criolla: la Lima de Felipe P. A.Me éncanto el reconocimiento. A la Lima de antaño, que le cantaba mi padre, que amaba y admiraba Felipe P. A.
19 enero, 2012 at 11:06 pm
Saludos a todos. Quisiera manifestarme al respecto. Soy un vecino de los Barrios Altos. Vivo desde que nací en este Barrio que muchos marginan por su aspecto. Pero ¿tal aspecto por qué? ¿Por quién vive allí? La realidad es de que se trata de una cuestión muy compleja. Mi casa era de tal belleza y de tantos inquilinos, que tales inquilinos terminaron por derrumbarla. Hubo un desalojo que parte de padre mío corrió y que el dueño miraba con expectativa. Bueno, se cayó el Mirador, muy bella y que tanta pena me daba verla caerse (era niño, por cierto)… Una Casona de dos pisos y su Mirador. Luego vino la intención del desalojo, pero por gracia del Instituto Nacional de Cultura, esta Casa fue declarada Monumento Histórico. Tal dueño dejó de enviar intenciones de desalojo hasta el 2010, estos momentos, en que, por buena voluntad de nosotros, los ocupantes, hemos tratado de mantener intacto, tal y como fue dejado por tales inquilinos ocupantes de tantos años atrás y, por demás, tratar, a paso lento, restaurar lo poco que ha quedado. Es la cuadra cinco del Jirón Conchucos… Actualmente, esto ha sido vendido a la empresa UNICON. Nos ofrecen un incentivo económico para desalojar. Por mi parte, desde que tuve 16 años hasta los 30 que poseo ahora, en que he invertido parte de mi tiempo disponible para más o menos restaurar esta vieja y hermosa casona, no he pretendido apropiarme de nada que por mi propio esfuerzo considere mío. En fin, ellos dicen que está en estado ruinoso, y yo les digo que ningún adobe se quebró el año en que sucedió el terremoto del 2007, y el Ministerio de Trabajo sí se quebró. Les informo, además, que muchos estudiantes de arquitectura, de diferentes universidades, han venido a apreciar el trabajo realizado hace tantos años, y que, incluso, ha intercambiado palabras en estos adobes, un historiador de la Municipalidad de Lima que reconstruye la vida de Miquita y que asegura, dentro de sus investigaciones, que esta casa perteneció a ella: La Perricholi. El libro sale dentro de poco. Ojalá no esté destruido para entonces y sea una foto antigua como la de aquella casa, en el Rímac (comprada por Backus). Bueno, por mi parte, ya he vivido y respirado el Pino de la madera, los adornos de Cedro, el adobe y la quincha que ustedes vieran, tan perfectamente estructuradas, el fierro forjado… Caray… Finalmente, yo me voy… Lo demuelen, lo destrozan, qué me importa… Ya está en mi cabeza y bien en mis recuerdos.
Chau.
20 enero, 2012 at 7:05 am
Amigo Barrioaltino:
Te ruego identificarte con nombre y apellido que en este blog se respeta todas las opiniones y personas, máxime si se trata de un nacido en el barrio de quien fuera mi abuela Rosa y donde naciera mi madre Laura.
¿Por qué no me envías un artículo con más detalles,, dirección de la casona etc. para colgarla en una página aparte en este blog y difundir el caso. A ver si podemos hacer algo por la cuna del Bardo Inmortal.
Mi correo es parodi.da@pucp.edu.pe
Un fuerte abrazo
Daniel Parodi Revoredo