Levántate

[Visto: 752 veces]

No hubo lluvia,

no hubo barro,

a pesar de ello has caído

con fuerza hacia el piso.

¿Será que te ha vencido

la poca fuerza de voluntad?

¿Será que te ha arrastrado

sin piedad la gravedad?

Cómo duele

ponerse de rodillas,

cómo duele

el ardor en las canillas.

Te levantas una y otra vez,

para tomar viada,

para avanzar enseguida,

para ganar en la vida.

 

Sigue leyendo

La duda de Jorge (capítulo doce)

[Visto: 442 veces]

(viene del capítulo anterior)

Nati no dudó en llevarlo hasta su habitación en el segundo piso. Jorge no sabía cómo comprender lo que estaba sucediendo. Y así como ella se entregó dócilmente a él, él tampoco dejó pasar la oportunidad. Dos cuerpos desnudos se entendieron en un profundo éxtasis que duró las siguientes horas.

Una vez que se cansaron, Jorge pasó su mano por la cintura de Nati, tocándola con sumo placer. “Te amo”, susurró el joven. Ella sonrió y se le quedó mirando por varios segundos sin decir nada. “Yo también te amo”, Nati rompió el silencio y le dio un beso en los labios. Más tranquilo por esa revelación, Jorge se quedó muy dormido.

Despertó como a las dos horas. Nati ya no estaba a su lado en la cama, así que pensó que estaría estudiando en la sala. Se cambió y bajó lentamente por las escaleras. Él sueña despierto y espera poder tenerla otra vez entre sus brazos. “Hola mi…”, hace su ingreso en la sala sin imaginar que el sorprendido sería él: Nati está sentada en el sofá… junto con Roberto.

(continúa)

Sigue leyendo

Reviviendo (capítulo ocho)

[Visto: 432 veces]

(viene del capítulo anterior)

Voy directamente hacia mi habitación. Arrojo el maletín sobre la cama, me quito los zapatos y me siento sobre el piso. No tengo ganas de hacer nada más. Sólo experimentar el silencio supremo que se apodera de este momento. Parezco estar tranquilo ante la inmensa quietud, pero algo comienza a fastidiarme.

No sé si será el café o alguna paranoia, pero comienzo a escuchar un zumbido. Primero grave, y luego se vuelve cada vez más agudo. mis tímpanos se sienten reventar ante su poderosa influencia. Llevo mis manos hacia mis orejas, intentando protegerlas para no oir el sonido: es inútil. Algo me dice que no es de que me rodea, sino que viene de adentro.

Grito fuerte. Grito para vencer esa impotencia. Grito muchas veces. Grito un largo rato. Me canso, ya no puedo más, mis ojos se cierran. No sé si es para concentrarme, o tal vez para soñar. Vuelve otra vez esa voz a mi cabeza. “No despertarás, no despertarás”. Me rebelo: sé que despertaré. Abro los ojos.

Mi casa no era mi casa, era sólo otra ilusión: estoy en ese día, en ese bus.

(continúa)

Sigue leyendo

La caída de Toño (capítulo seis)

[Visto: 496 veces]

(viene del capítulo anterior)

En la comisaría, la llamada fue inmediatamente procesada. Luego de una hora, la policía ingresó en la construcción y constató la presencia del cuepo de Trelles. Se procedió a acordonar la zona y los criminalistas iniciaron la labor de recolectar la labor de pruebas del asesinato. Cada bala, cada rastro de sangre, cada pisada, se vuelven valiosas con el paso de los minutos.

De pronto, uno de ellos camina dentro de la construcción. Sube al segundo piso y no observa nada extraño. Sube al tercer piso: la tierra y el polvo dan forma a la huella de una mano. Antes de comunicar su hallazgo, toma su celular y realiza una llamada. “Aló jefe… Sí, confirmado, hubo un testigo en el tercer piso… Sí, lo encontraré”, dijo entre leves susurros.

Uno de los polícias que lo vio desde el primer piso le preguntó si había encontrado algo. “Nada”, gritó el criminalista y bajó hasta la escena. Sus compañeros estaban un tanto intrigados por su actitud. “Creo que nuestro testigo anónimo hizo algo más que ver”, le comentó al policía y lo convenció por completo.

(continúa)

Sigue leyendo

Lúgubre veredicto

[Visto: 475 veces]

No es este un juicio

delicado y objetivo

sobre tu tenue presencia

en los actos de la vida.

No pienso razones,

tan solo álgidas pasiones

que me mueven

hacia un lúgubre veredicto.

Que me has abandonado,

que no estás presente,

que eres ausente

porque no existes.

No me queda entonces

nada más por decir,

te devuelvo el silencio

y regresan mis ganas de vivir.

 

Sigue leyendo

La duda de Jorge (capítulo once)

[Visto: 531 veces]

(viene del capítulo anterior)

Jorge camina preocupado hacia el parque. Más allá de no saber sobre qué quiere hablarle Nati, lo más inquietante es que, sea lo que sea, no sabe qué decirle. “Sí, él ya está aquí. Hablamos luego”, fueron las últimas palabras que pronunció Nati antes de cortar la llamada que había recibido.

Ambos se saludaron con cierta reserva y , a continuación, Jorge le preguntó cómo se siente. “No estoy bien, para nada”, fue su lacónica respuesta. Nati le confirmó muchos de los rumores que Jorge ya había escuchado. Aun así, tenía dudas sobre para qué lo había llamado. “Si es tan sólo para escucharla, ella hubiera preferido una llamada, no verla cara a cara”, pensó con cierta malicia.

Así que, cuando ella terminó de contarle sus desdichas, fue directo al grano: “Comprendo tu situación, pero no sé para qué me necesitas”. Ella lo miró con cierta nostalgia y, acariciándolo, colocó sus brazos detrás de su cuello. “Para que me consueles”, fue su muy resuelta respuesta y lo besó en los labios con mucha pasión.

Un tanto sorprendido, Jorge no disfrutó del beso en un primer momento, pero se dejó llevar y la besó a Nati con más ganas. “¿Qué te parece si vamos a mi casa?”, Nati dijo con total coquetería. “Vamos”, fue la breve contestación de Jorge. Salieron del parque tomados de la mano y caminando tranquilamente. También se fue un mudo testigo corriendo en dirección contraria

(continúa)

Sigue leyendo

Reviviendo (capítulo siete)

[Visto: 503 veces]

(viene del capítulo anterior)

Lo primero que hice al llegar a la oficina, luego de una extenuante caminata, fue ir a la cafetería y servirme un vaso grande de café. Durante el día me tomé varias tasas de la negra bebida, esperando no tener que dormirme. Para mi jefe le era incluso extraño este comportamiento porque apenas si tenía por costumbre tomarlo una o dos veces a la semana.

“¿Te pasa algo?”, fue lo único que me preguntó al acercarse a mí en un receso que descansó. “No, jefe. Sólo intentó estar atento para un día complicado”, fue mi excelente excusa. Mi jefe no quedó del todo convencido con la respuesta hasta que, como a eso de las cinco de la tarde, le entregué los reportes que me había pedido.

Se puso a revisar y vio que todos los datos estaban en orden. “Bien hecho muchacho. Tómate libre el resto del día”, respondió mi jefe, satisfecho con mi labor. Al instante, decidí cerrar los archivos de trabajo y apagar la computadora. Alisté mi mochila y salí de la oficina… no sin antes servirme más café. Pero me lo bebía a sorbos tan pequeños que me duró más de la mitad del camino de regreso en el bus.

(continúa)

Sigue leyendo

La caída de Toño (capítulo cinco)

[Visto: 446 veces]

(viene del capítulo anterior)

“Un hombre ha sido acribillado hace una hora… búsquenlo en la nueva construcción de la calle del Estero”, denunció Toño por el auricular. El policía que atendió su llamada le pidió identificarse, pero no recibió más respuesta. El teléfono público quedó colgando mientras el obrero corrió con rumbo desconocido.

Y es que consciente que podían venir a buscarlo, Toño decidió no volver a su casa esa noche. Su esposa se preocupa muchísimo al ver el reloj de pared en la cocina. Lo mira una y otra vez. La última  fue a las once de la noche. “¿Qué pudo haberle pasado a mi Toño?”, se pregunta ella cuando, minutos después, el teléfono de la casa suena. Ella pregunta quien es pero la voz lo dice todo.

Se emociona al darse cuenta que Toño por fin se ha comunicado y le cuestiona por qué aún no llega. “Hay un problema y debo esconderme un tiempo. Te prometo regresar pronto”, fue lo poco que le dijo su esposo, antes de pedirle que salude a los niños de su parte. Y cortó la llamada. Ya no pudo oir a su esposa quebrarse en llanto por no entender lo que está sucediendo.

(continúa)

Sigue leyendo

Tan hermosa

[Visto: 435 veces]

Aún me pregunto

por qué luces tan hermosa,

con la cara descubierta

bajo la luna llena.

Será que solamente

eres una chica normal

con preciadas virtudes

y numerosos defectos.

Será que solamente

soy un chico inseguro

que te mira de otra forma

distinta a los demás.

Conjugamos esos pareceres

en un tiempo nuevo,

que no es mío ni tuyo,

que es un tiempo nuestro.

Será una confusión mía

o un sentimiento profundo,

aún me lo pregunto,

¿por qué tan hermosa?

Sigue leyendo

La duda de Jorge (capítulo diez)

[Visto: 462 veces]

(viene del capítulo anterior)

Luego de tres meses de estar saliendo, Jorge sintió por fin que había consolidado algo nuevo. Los apuntes que había hecho al inicio de su experiencia habían terminado por estar inconclusos dentro de un cajón del escritorio que se encuentra en su habitación. Todo parecía avanzar bien hasta que recibió noticias de Nati.

Y es que, mientras se concentró en Roberto, también dejó olvidados los chismes alrededor de su ex. Hasta que uno de sus amigos le comentó que últimamente la vio muy entristecida. Que había peleado con la chica con la que estaba. Que la dejaron sin más explicación. Jorge escuchó atentamente y se quedó pensativo.

En principio, lo ocurrido con Nati no debería afectarlo porque hace muchas semanas que no tenía nada que ver con ella. Sin embargo, sigue considerándose su amigo y piensa que mostrarse indiferente, le supone estar de acuerdo con su desgracia. Así que decidió llamarla para ver cómo se siente y si necesita apoyo.

La voz de Nati al otro lado de la línea se llenó de emoción al escucharlo. “Por favor, te necesito a ti… a ti. Porfa, ven a verme, quiero hablarte”, dijo ella con mucha ansiedad. Jorge se quedó en silencio ante su confesión. Tras unos segundos de incertidumbre, su ánimo cambió: “espérame en el parque, ya voy”.

(continúa)

Sigue leyendo