(viene del capítulo anterior)
Dándose cuenta de su error, Jorge no reacciona a pesar que Nati se ha puesto agresiva con él. Con palabras de grueso calibre y alzando las manos, Nati arremte contra su ex enamorado, mientras él intenta reanimar a Viviana. Un par de minutos después, la joven en el suelo despierta y Jorge la ayuda a reincorporarse.
“Pucha, en serio, creí que eras…”, y no pudo terminar su frase de disculpa porque un puñetazo lo derribó al piso. “Tarado”, dijo Viviana vengándose del golpe recibido y se alejó con Nati caminando tranquilamente. Sin nadie que lo apoyara, Jorge se levantó solo y a pesar del dolor, no se quejó de nada hasta que llegó a su casa.
Encerrado en su habitación, se quejó amargamente mientras la noche empezó a oscurecerla. Echado sobre su cama, más que su boca, le dolía el alma. “¿En qué momento dejó de ser mía?”, se preguntó esperando encontrar una respuesta, una respuesta que no llegó porque el sueño apareció de pronto y lo sepultó en sus sábanas hasta el día siguiente
(continúa)