El sábado 20 el presidente Alan García anunció que a fines de este mes los militares y policías en activo, los deudos de fallecidos en acción de armas y los discapacitados de dichas instituciones recibirán un bono extraordinario de S/. 1000. El beneficio alcanzará a los suboficiales y a los oficiales desde el grado de alférez hasta el de comandante, representando para el Estado un desembolso total de S/. 150 millones.
Como informa El Comercio, este incentivo no provendrá de un crédito suplementario, sino de los propios presupuestos de los ministerios de Defensa e Interior. Este bono se sumará a los ya propuestos 50 soles en marzo y en julio para dicho personal. También se ha dispuesta crear una comisión que reestructure la escala de remuneraciones de militares y policías, y estará integrada por el primer ministro, los ministros de Defensa, Interior y Economía y un representante del Acuerdo Nacional.
Sin embargo, no todos quedaron contentos, en especial los militares en retiro por no alcanzarles dicho beneficio, creando “divisionismo” por lo considerado una respuesta apresurada ante la amenaza de un paro militar-policial. Más allá de estos considerandos, en especial de la forma cómo se financia dicho beneficio, el bono podrá paliar la estructura de sueldos en las instituciones armadas. Ahora, es tiempo que el acuerdo político se concrete para que las retribuciones económicas les sean justas en adelante.