Fachada del Hogar de Menores que se ubica en la cuadra 9 del Jr. Huáscar de Jauja
Hace 10 días, el Sr. Alcalde de la Municipalidad Provincial de Jauja, me comprometió para colaborar con su gestión desde la Presidencia del Directorio de la Beneficencia Pública de Jauja, pues, hace poco la administración de estas entidades han pasado a los gobiernos locales. Entendiendo que es una obligación de jaujinos no dar la espalda a los retos que se nos presentan, acepté dicho cometido con la convicción de que desde dicha responsabilidad podía aportar al desarrollo de nuestra querida ciudad.
Estos han sido días de un agotador diagnóstico y las conclusiones de ello no son alentadoras. Para decirlo en una sola frase: en la Beneficencia de Jauja se administra la pobreza. Parecería cruel la afirmación, pero lamentablemente es la que más se acerca a la verdad. Veamos: las fuentes de ingreso de la Beneficencia son dos, las rentas que generan sus propiedades y los servicios funerarios que brinda.
Acogedor interior del Hogar de Menores de la Beneficencia de Jauja
Con relación a lo primero, digámoslo así, hay una sub-conclusión: existe una alta morosidad de parte de quienes son inquilinos. Casi 20 arrendatarios deben acumulados, más de 20 mil soles. Con un añadido: algunos de ellos hasta se han atrevido a realizar construcciones internas sin la autorización correspondiente, con lo que los términos de los contratos se han desnaturalizado. Por otro lado, con relación a los servicios funerarios, estos se hallan al borde del colapso, pues además de que los nichos disponibles son poquísimos las carrozas funerarias están deterioradas por su antigüedad. Es más, aquí también, los deudos, están en una preocupante morosidad que llega a casi 14 mil soles. Lo curioso es que los deudores, aparentemente, son personas honorables que desconociendo los altos fines que tiene la Beneficencia están propiciando su crisis.
No obstante, la Beneficencia hace esfuerzos por cumplir los elevados objetivos para los que fue fundado: atender el Hogar de Menores le significa costos diarios, socorrer a personas en estado de indigencia le representa más obligaciones y cubrir la planilla de su personal es otra obligación insoslayable. Hay pues, en ella, grandes desafíos como construir un Pabellón de nichos, renovar su flota de carros funerarios, reparar integralmente el local del ex hospital “Nuestra Sra. De Lourdes” que hace agua por todos lados y podría perjudicar la salud de los niños que cobija, construir un parque en los exteriores del frontis del cementerio, construir servicios higiénicos adecuados en el cementerio, abrir procesos judiciales a los morosos que adeudan por diversas índoles, etc. Son tareas que habrá que acometerse de inmediato.
Vista interior del esplendor del antiguo Hospital Lourdes que necesita ser restaurado
Sin embargo debo decir, a riesgo de pecar de infidente, que algunas personas de probado altruismo y noble sensibilidad social han venido apoyando material y económicamente a la beneficencia. A pedido expreso de ellos callo sus nombres pues no los motiva ningún espíritu de figuración sino un cerrado ánimo de paz espiritual y amor al prójimo. Ojalá este tipo de conductas sea multiplicado en el amor colectivo de nuestra comunidad -especialmente de los jaujinos que se encuentran en el exterior-, para así poder apoyar a tanta persona necesitada que espera de su beneficencia comprensión y apoyo al drama humano que vivimos diariamente.
Datos:
– Sociedad de Beneficencia Pública de Jauja
Jirón Grau Nº 528 – Jauja
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