(viene del capítulo anterior)
“¡Eres un tarado!”, se envalentonó Mónica y le lanzó tremenda cachetada al atrevido. Pedro, ingratamente sorprendido, se quedó tendido con la cara ardiendo, mientras ella salía del departamento hacia la calle, donde paró el primer taxi y huyó.
Luego de decirle al taxista la dirección de su casa, buscó en su celular. Había varias llamadas de Luis, así que lo llamó. Por más que insistió, no contestó a sus llamadas. “¿Qué estará pensando?”, se preguntó al tiempo que el taxi llegó a su casa. En la puerta, encontró a su enamorado sentado en la entrada. Ella se alegró al verlo y quiso saludarlo, pero él no está de buen humor.
Mónica le preguntó que sucedía. “Anoche te llamé y no contestaste, te fui a buscar a la discoteca y tu amiga Sofía me dijo que te fuiste con Pedro a su casa. Quiero saber si es cierto”, señaló Luis con un tono de voz calmado, pero con los ojos furiosos. Una furia que hizo sonrojar a Mónica, que no supo qué decir.
(continúa)