Como prometió el presidente Alan García en su mensaje de 28 de julio, luego de negociaciones con el consorcio Camisea, este grupo empresarial decidió que el lote 88 sea destinado, durante los próximos cinco años, para el mercado peruano. Medida necesaria debido al auge sostenido en la demanda nacional que, según estimados, está calculada en 204 millones de pies cúbicos.
Si bien la disposición inicial es de 150 millones de pies cúbicos, es un ofrecimiento my superior comparado con las cláusulas de la primera negociación, cuando el mercado interno no existía y, por ello, la única opción era exportar el gas. Sin embargo, la política del actual gobierno de cambiar la matriz energética, impulsada por una serie de subsidios, condujo a esta situación donde, de forma imperiosa, se necesitaba esta renegociación.
Más allá que el gas de Camisea se utilice en el mercado interno o se exporte, lo más importante es que sea eficientemente aprovechado. De hecho, varios congresistas presentaron una moción de interpelación al ministro de Energía, Pedro Sánchez, sobre las implicancias de este nuevo acuerdo. De las conclusiones a que arribe la correspondiente comisión parlamentaria se establecerá lo atinado o no de dichas condiciones.