El diario Perú 21 dio cuenta el domingo 13 de una investigación que señala que el presidente del Congreso, Luis Alva Castro (APRA), subvencionó el espectáculo cultural Viva, de la cantante Fabiola de la Cuba, por un monto de 15 mil dólares. La información no tendría por qué oprobiosa de no ser por el hecho que dicha suma es parte del dinero del Legislativo, habría excedido el monto presupuestado y l resolución que autoriza el desembolso fue redactada sin consultar a los otros miembros de la Mesa Directiva del parlamento.
El legislador, sin embargo, se defendió afirmando que dicha subvención fue entregada con cargo a las gratificaciones, remuneraciones y CTS que reciba como parlamentario; y que ello queda constado en la carta enviada a la tesorería del Congreso junto con la Resolución N° 021-2009-2010-P/CR, ambas de fecha 28 de octubre del presente año. Agrego Alva Castro que, en ese sentido, “no es la primera vez, ni será la última” que apoye actividades de indole cultural educativa o social con su propio dinero.
Y si bien el Consejo Directivo del Congreso ha determinado, según la normatividad vigente que ampara dichas subvenciones, que Alva Castro ha cumplido con sustentar legalmente en la resolución el motivo de dicho desembolso y, por tanto, expresarle su respaldo a dicha acción filantrópica del presidente de este poder del Estado, la forma cómo se aprobó destinar esta importante suma crea una válida controversia. Qué bueno que fue para impulsar un acto cultural, mas: ¿qué pasaría si se utilizara para fines ajenos al descrito?