En información recogida por El Comercio, la pobreza extrema cayó desde el 23% de 1991 hasta 12.6% en el 2008, tendencia decreciente que se observa en todos los departamentos del país, menos Huancavelica. En el desglose, signos positivos son la disminución de la pobreza en el área rural (5.6%), tasa de ocupación de población económicamente activa (70%) y conocimiento de métodos anticonceptivos en mujeres de edad fértil (99%, aunque sólo los use el 71%).
Sin embargo, también resaltan aspectos negativos como el 20% de niños menores de 5 años con desnutrición crónica y el casi 57% de menores de tres que sufren de anemia. El caso de Huancavelica es preocupante si, como vaticinó el economista Pedro Francke en junio, a un ritmo de crecimiento de 5%, el departamento más pobre del Perú saldría de la pobreza en 80 años, dado que, en cifras del Banco Mundial, ésta se contrae sólo 0.3% en la sierra rural (zona predominante en esta región) a comparación del 2.6% de reducción en la costa urbana.
Por tanto, más allá de algunas críticas al desactualizado sistema de componentes de la canasta básica familiar (que data de 1997 y que puede mejorarse), es rescatable la opinión de los especialistas en considerar una mejor redistribución de los recursos y programas sociales hacia las zonas como Huancavelica, que no pueden esperar 80 años a que un milagro ocurra.