Tras la exposición de los lineamientos que aplicará el Gobierno en su política a partir de ahora, el Gabinete Ministerial presidido por Javier Veláquez Quesquén obtuvo este lunes 10 el voto de confianza del Congreso al recibir 68 votos a favor, 14 en contra y 11 abstenciones. Lo más sorprendente de esta ratificación es saber que se consiguió a expensas de las fuertes críticas provenientes de las diferentes tiendas políticas con representación en el hemiciclo.
Los cuestionamientos a la presentación del discurso del primer ministro se resumieron en expresiones como “falta de medidas efectivas”, “no haber dicho nada”, “no tener voluntad política”, “discurso improvisado” o ” decir más de lo mismo”. La sensación que deja el pronunciamiento es que, más allá de una profundización de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, la construcción de carreteras en la zona o la mayor asignación de recursos a Devida, sirvió sólo para complementar el mensaje presidencial del 28 de julio.
Tal fue el susto generado en las filas oficialistas que, tras el resultado de la votación, Velásquez Quesquén opinó que dicha cuestión de confianza no sería tomada “como un cheque en blanco”, recalcando que sus objetivos prioritarios son el orden democrático y la inclusión social. Menos dramático, Enrique Cornejo, ministro de Transportes, destacó la votación como “señal de fortalecimiento institucional y democrático” a la vez que José Vargas, vocero de la Cédula Parlamentaria Aprista, espera que la oposición contribuya responsablemente a ayudar en concretar los objetivos del Gabinete.