[Visto: 337 veces]
Sólo son momentos exiguos
en que breves personas
intentan demostrar
la amplitud de sentimientos.
Dos personas incapaces
de lograr una normalidad,
de vivir una fantasía
en un confuso presente.
Ellos se ahogan ya,
con el llanto permanente
en el fastidio recurrente
y la discusión constante.
Ellos son cómplices
de una destrucción infinita,
anunciada de antemano,
que les niebla la vida.
¿Quién los salvará acaso
de esos terribles fantasmas,
tan altivos y visibles
pero que no quieren ver?
Quizá procuren un escape
de esos espectaculares,
que los devuelvan al mundo
que no quisieron dejar.
Quizá sea muy tarde,
para uno o para ambos,
es la realidad que los ha atrapado,
la soledad que los ha afligido.