(viene del capítulo anterior)
Han pasado dos horas desde la desapariación del escalador. Rosa se preocupa por sus amigo y, junto con otros escaladores que se habían quedado en el campamento, comienza la búsqueda de Jorge.Logran llegar hasta la zona de la caída y lo llaman por su nombre.
“Aquí”, consiguen escuchar un grito que se difumina entre las rocas. Empiezan a revisar cada grieta o cueva desde el nivel del suelo. A medida que continúa el ascenso, les queda claro que él está muy cerca.Luego de un rato, hallan la cueva donde se cobija. Jorge está muy cansado y su cuerpo está cubierto por múltiples rasguños.
Lo colocan en una camilla y es conducido hasta el suelo, donde una ambulancia lo espera. “Mírale los rasguños, ¿no te parecen extraños?”, preguntó uno de los escaladores a Rosa. “Eso no importa: lo importante es que está vivo”, dijo ella más aliviada, y subió a la ambulancia.
(continúa)