Baker terminó en shock: el hallazgo de ADN en la estructura de los cristales daba credibilidad al relato grabado sobre el enfrentamiento extraterrestre. Sin embargo, una duda aún seguía en el aire: ¿cuándo ocurrió ese evento catastrófico?
“Eso es lo más sorprendente de todo”, señaló Alejandro acercándole un papel. En él, se indicaba concentraciones de potasio y argón consistentes con un periodo cercano a los ¡cinco mil millones de años!
“Y ese es el máximo registro de datación, quizá sea aún más antiguo”, afirmó en asistente en estado de perplejidad, la misma que animó a Baker a felicitarlo con un abrazo. “¿Me puedo unir a la fiesta?”, gritó Colotto mientras los veía desde la puerta y, por su sonrisa torcida, era claro que venía por sus propios resultados.