(viene del capítulo anterior)
Arminia lamentó que el encuentro terminase así, pero espera que puedan seguir reuniéndose. “Apunta mi número”, le dijo Lorena y sacó su celular para que anote. Alfredo se adelantó y apuntó en su teléfono: “no te preocupes mamá, ya lo tengo”, señaló con absoluta seguridad.
“Qué bueno, espero que pronto vengas… vengan a mi casa a visitarme”, dijo Lorena complacida con el encuentro. Se despidió y caminó hasta el lugar donde estacionó su camioneta. Una vez que se retiró, madre e hijo se fueron caminando por la vereda hasta al auto de Alfredo.
Una vez que subieron al auto, la madre insistió que debían ir a verla. “¿Quince años? Creí que habían pasado quince minutos”, dijo Arminia sobre la sensación de ver de nuevo a Lorena. Alfredo asintió: “No parece haber cambiado nada”. “Por eso espero que me acompañes el próximo sábado a su casa”, dijo la madre muy entusiasmada.
(continuará)