(viene del capítulo anterior)
La ambulancia llegó al hospital y Jorge fue ingresado a emergencia. Se le atendidó con cuidado y se descartó que tuviera alguna fractura; por lo que, luego de un par de horas, fue trasladado a una de las habitaciones del nosocomio.”Aparentemente, el paciente evoluciona bien, pero necesita quedarse aquí uno o dos días”, indicó el médico a Rosa tras retirarse de la habitación.
Rosa decidió quedarse a cuidarlo y sus amigos escaladores insistían en quedarse también.”No se preocupen: yo les avisaré cómo va todo”, dijo la joven y se sentó en la silla que estaba junto a la cama. La noche era cada vez más oscura y no tardó en dormirse mientras veía a Jorge descansar en silencio.
Unas horas más tarde, un sonido continuo la despertó. Miró hacia Jorge: había abierto la boca, como si no respirara. Las enfermeras llegaron raudamente y le aplicaron electrochoques varias veces. Diez minutos después, los latidos de su corazón volvieron a la normalidad y abrió los ojos. “Quiero ir a casa”, él dijo con débil voz al reconocerla.
(continúa)