En menos de una semana apareció un tercer caso de negligencia médica en los hospitales del Estado. Al ya conocido caso de Jorge Villanueva, paciente del hospital Sabogal al que le amputaron la pierna equivocada, y del niño Christian Cruz Huamán, menor fallecido por infección generalizada tras una atención tardía, se suma el drama de Emiliana Bazán de Gumet quien, en el 2006 y en el ya mencionado nosocomio chalaco, sufrió la amputación de las dos piernas y un brazo.
El testimonio, recogido por el programa “Reporte Dominical”, la paciente indicó que fue internada en dicho hospital para operarse de un prolapso rectal. Sin embargo, por culpa del material quirúrgico no esterilizado, contrajo un virus que obligó a los médicos a quitarles sus extremidades para salvarle la vida.
Expresiones de los afectados como “me quiero morir” o “quiero meterme un balazo” son los tristes lamentos ante actitudes y acciones realmente preocupantes de los galenos de los centros de salud que tiene a su cargo el Estado ya que demuestran una desidia e incomprensión tremenda de la situación clínica de los pacientes que van a atenderse.