[Visto: 898 veces]
En la caja blanquecina
que lo encierra por completo
hay un puño que constante
se contrae en secreto.
Es un corazón humano
que vibra en sentimiento
y a las emociones se abre
sin ningún predicamento.
Mas su andar cadencioso
cesó en un segundo,
pero no da término a una vida,
sino el fin de su mundo.
Pues el corazón muerto no es tal
por un alma que se ha ido,
sino la ilusión que no está
y el amor que ha perdido.