Como bien informaran los medios periodísticos este martes 20, Barack Obama entra en la historia como el primer presidente negro de Estados Unidos, y el número 44 de esta nación norteamericana, jurando “preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos” con la mano sobre la Biblia que usó el mandatario abolicionista Abraham Lincoln.
Obama, de 47 años, hijo de una mujer blanca del estado de Arkansas y de un estudiante negro de Kenia, simboliza el crisol de identidades de este país. El flamante presidente hizo de la unidad, más allá de las divisiones raciales o políticas, la pieza central de su triunfo electoral, tras una carrera política meteórica, que empezó hace menos de una década en las filas del Partido Demócrata.
En su primer discurso como presidente, de poco menos de veinte minutos, Obama afirmó que los desafíos de su país son reales, pero confió en superar tales retos. Además, ofreció una retirada “responsable” de las tropas de Irak, al tiempo que dijo que Estados Unidos está en guerra con una “vasta red de violencia y odio”, señalando su disposición a “derrotar” a los movimientos terroristas.
Acerca de la recesión económica que marcará el inicio de su gobierno, Obama destacó que la economía de su país se ha “debilitado enormemente a causa de la avaricia y la irresponsabilidad”. En este sentido, tendrá que bregar muy fuerte en su afán de salir de esta crisis lo más rápido posible, ya que millones de estadounidenses han perdido sus empleos en el último año.
Obama sucede en la Casa Blanca a su predecesor George W. Bush, que deja el poder tras dos mandatos consecutivos con la peor imagen pública de un presidente en décadas. En este sentido, muchos analistas han señalado que el triunfo electoral del entonces candidato demócrata se debió a que la población estadounidense se cansó de los desaciertos de la gestión republicana y siente la necesidad de un cambio en sus políticas.
El nuevo presidente, con prácticamente ninguna experiencia de gestión política, ya tiene nombrado a casi todo su gabinete, lleno de personalidades de fuerte carácter, muchos de ellos provenientes del gobierno del presidente Bill Clinton. A pesar de ello, va camino a cumplir una de sus promesas: ordenó, en el plazo de un año, el cierre de la prisión de Guantánamo.
Ante el panorama presentado, la pregunta es la siguiente:
Volviendo al panorama local, el retorno de Luis Carranza a Economía, luego de seis meses de su alejamiento, y los cuestionamientos al ministro Hernani por la muerte de dos policías en el Santuario Bosque de Pómac, debido a un negligente operativo de desalojo en su etapa inicial, marcaron una semana movida en la política nacional, la cual puede cobrarse otra “destitución”, si cabe el término dado el suspendido nombramiento, en la persona de Ingrid Suárez al frente de la Contraloría, gracias a una controversia generada por situaciones nada éticas en las que se vería involucrada.
Y en lo que a Medio Oriente se refiere, el cese al fuego unilateral por parte de Israel, luego de una operación militar que costó la vida de cerca de 1,500 palestinos en Gaza, lleva una tensa calma a la zona, ya que el repliegue de los soldados del estado judío puede revertirse en caso los jefes militares consideren un cambio en la disposición de sus tropas, para debilitar a Hamas.