(Cabe preguntarse, si el reino humano de lo posible suspende al -ahora- (cuasi) infinito reino de la nada (humana), ¿cómo comprender la “no existencia”? Lo pienso en función de la “conciencia del último día”. Esta disposición confiere al individuo la asimilación del concepto “yo soy, hoy, y hoy es el último día”. Este concepto delimita las siguientes fronteras:)
(1. La frontera de la persona. El yo, individuo actuante y pensante, cuyas acciones influyen, positiva o negativamente, en su vida y en la vida de los demás.)
(2. La frontera del ser. Expresada en forma espacial por el yo, pero fundamentalmente en forma temporal. El ser se desarrolla en este momento, y puede tomar conciencia de acciones del pasado, como la forma en que se manifiesta.)
(3. La frontera del tiempo. El hoy restringe al individuo, en cuanto puede tomar criterios de apoyo usados en el pasado como también hacer acciones en función de proyectarlas a una situación futura. Sin embargo, es consciente de su presente y no “vive” del pasado, tampoco del futuro.)
(4. La frontera del último día. Consentir que se está en el último día implica aceptar que nuestras acciones tienen implicancias que, de acuerdo al tiempo en que sucedieron y al ser que las manifestó, no son reversibles. Esta “irreversibilidad” sugiere, entonces, que las personas deben saber aprovechar sus acciones realizándolas de forma positiva, de modo que las implicancias derivadas reviertan en forma favorable a todos los demás individuos.)
(Una vez que todo este concepto queda asimilado, vale la pena subrayar de nuevo el concepto de la “no existencia”. Puesto que, en la dimensión humana, la vida se traduce como el reino humano de lo posible que debe estar consciente del último día, la “no existencia” humana queda definida como la situación donde el individuo no puede actuar* ni puede implementar la conciencia del último día.) (16-03-2007)
*Actuar como realizar un individuo sus posibilidades.
(En el último día de este año, es sutil colocarme en esta conciencia: algunos señalan que el fin de un año y el inicio del siguiente es como un ciclo reparador de cosas, a pesar que aumentemos edad en el camino. Que el final de este 2008 sea como el último día que estamos viviendo, y que el 2009 sea el inicio de ese nuevo día que siempre aspiramos a ver.) (31-12-2008)