Los lectores asiduos del Blog de Redacción recordarán que la estrategia comparativa para redactar textos ha sido tratada antes en el post “Los dos lados de la moneda: la estrategia comparativa”. En dicho texto, se mencionó que el propósito de escribir un párrafo comparativo es ilustrar las semejanzas o diferencias de dos o más elementos. Asimismo, se evidenció la importancia de los criterios a comparar y la necesidad del uso de conectores adecuados. Finalmente, se hizo énfasis en que la estrategia comparativa puede presentarse de dos maneras: la primera consta en utilizar, para cada criterio, un conector de contraste; mientras que la segunda, después de mencionar los criterios de un elemento, utiliza un solo conector de cambio para presentar los criterios del segundo. Esto quiere decir que, en el momento de redactar, quien redacte debe elegir cuál de las dos opciones conviene utilizar. Es muy probable que ambas funcionen, por lo que se debe tener en cuenta, también, los conectores que se conoce y la comodidad y el dominio de cada tipo de estrategia. A continuación, se presenta un ejemplo que nos permite tomar en cuenta estos detalles. […]