Archivo de la categoría: Jauja Cultural

LA ELITE INDIA DE JAUJA A MEDIADOS DEL SIGLO XVIII

[Visto: 2932 veces]

Centro Cultural de la Universidad Continental

Tunanmarca

PONENTE: Carlos H. Hurtado Ames

El Centro Cultural de la Universidad Continental, invita al público en general a la Cátedra Libre: “La élite de Jauja a mediados del siglo XVIII”, dictada por el historiador Carlos H. Hurtado Ames; la cual será comentada por los investigadores e intelectuales Manuel Perales Munguía y Víctor Solier. La cita es este jueves 27 de agosto, a las 7:00 pm. en la Sede Central, Calle Real 125 Huancayo. El ingreso es libre.

La élite india de Jauja a mediado del siglo XVIII

Este trabajo tiene por fin estudiar a ese grupo elusivo y complejo que fue la élite india en el virreinato peruano a partir de los elementos de juicio e interpretación histórica y antropológica. Concretamente nos centraremos en la estructura del poder y la organización política de los diversos niveles de autoridad nativa que se observan en un espacio y momentos específicos, esto es el antiguo valle de Jauja a mediados del siglo XVIII. Partiremos de la evidencia de que en este momento, esta élite se encontraba en una situación distinta, tanto en lo social, económico y político, a la de otras regiones del virreinato peruano.

El aspecto en el cual centraremos la exposición es la discursividad histórica “diferente” que encontramos entre los mismos repartimientos o curacazgos que conforman el valle (Hanan Huanca, Lurin Huanca y hatun Xauxa). Esta diferencia, a nuestro juicio y entendimiento, es parte de una larga duración, que se observa desde antes de la llegada de los incas a la zona, tal cual es la distinción fundamental, entre Xauxa y Huanca (grupos étnicos del lugar), que también se observará en la colonia y hasta en la época actual. En el siglo XVIII esto se traduce en diferentes conflictos entre los curacas asociados a Hanan y Lurin Huanca, con los de Hatun Xauxa, que, planteamos, se tratan de situaciones, sobre todo, de alteridad. Mediante esto, pretendemos desarrollar, en el caso de Jauja, la propuesta que hiciera Marshall Sahlins sobre como la historia es ordenada por la cultura, siendo que a diferentes culturas diferentes historicidades. Es decir, a pesar de encontrarse en un mismo espacio regional con aparente unidad, hay distinciones culturales muy claras.

CARLOS H. HURTADO AMES:

Historiador por la UNMSM; estudios de Maestría en Antropología en la PUCP y en Historia en la UNMSM; estudios de Doctorado en Historia en El Colegio de México.

Ha publicado Curacas, industria y revuelta en el valle del Mantaro (Concytec, 2006); Fuentes para la historia colonial de la sierra central del Perú. Testamentos inéditos de los curacas del valle del Mantaro (siglo XVII–XVIII) (UNCP, 2003) (en colaboración con Víctor Solier Ochoa); y editado La Fiesta del Rosario. El culto a la Virgen del Rosario Patrona de Jauja (ed.) (Halckon Editores, 2005) (en colaboración con JC. Dávila-Mendiola W.)

Ha ejercido la docencia en la Universidad Nacional del Centro del Perú y la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Ha recibido becas del Consorcio de Universidades de la Comunidad Francesa de Bélgica; la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y El Colegio de México.

Sigue leyendo

Maruja Martínez Castilla: Una connotada jaujina

[Visto: 6103 veces]

Maruja Martinez Castilla

“Sonrío con la coincidencia de que para ir a Jauja
haya que voltear a la izquierda (Jauja Intelectual y
culta) y a Huancayo a la derecha (dinero, dinero)”

Maruja Martínez Castilla (Entre el amor y la furia)

Hace varios años, leí a Maruja Martínez Castilla. Su pensamiento era tan claro y contundente que invitaba a soñar a fin que nuestra Jauja brille, como antaño, bajo la luz de la cultura. Ello, inyectaba en uno la pasión de ser jaujino y a revalorar lo nuestro. Lamentablemente, falleció el 3 de agosto del año 2000.

Acabo de publicar un post, en el que ella fundamenta las tres razones por las cuales Jauja debe tener un Museo. Hecho que sirvió para escribir estas líneas y dar a conocer, a pesar de no haberla conocido personalmente, a esta excelente escritora.

Maruja Martínez Castilla (en el Registro Civil de Jauja, se consigna en su partida de nacimiento el nombre de María Asunción Martínez Castilla) nació el 16 de agosto de 1947, en Jauja, lugar donde creció y a donde fueron a terminar sus cenizas. Tataranieta de Alejo Martínez -prócer de la Independencia-, hija del Capitán jaujino Domingo Martínez y de la dama jaujina, María Asunción Castilla L.; hermana de Bertha Martínez Castilla –esposa de Edgardo Rivera Martínez- y de Domingo Martínez Castilla –editor de Xauxa.org-. Estudió Ciencias Sociales en la Pontificia Universidad Católica del Perú y perteneció a la llamada «Generación del 68», política y literata; también fue Coordinadora Ejecutiva de SUR Casa de Estudios del Socialismo.

Entre sus obras, tenemos Entre el amor y la furia. Crónicas y testimonio (SUR, Lima, 1997), La crítica al capitalismo hoy. Aproximaciones y debates (SUR, Lima, 1999), Amor y fuego. José María Arguedas 25 años después (SUR, Lima, 1995), y ¿Nacidos para ser salvajes? Identidad y violencia juvenil en los 90 (SUR, CEAPAZ, Lima, 1998).

Una jaujina a carta cabal. Por respeto a su memoria, continuamos la línea de su pensamiento.

Más datos:

– Maruja Martínez: viva con su pueblo, con sus amigos

– Casa Sur: Recordando a Arguedas y a Maruja Martínez

Sigue leyendo

Tres razones para un Museo

[Visto: 2503 veces]

Maruja Martinez C
Maruja Martínez Castilla
“A la memoria de Imelda Blancas Bao”

En 1993, ya hace más de seis años, propuse a una serie de instituciones jaujinas la necesidad de recuperar el pasado histórico de Jauja a través de un Museo. Recién había tenido la oportunidad de contemplar maravillada la hermosa colección arqueológica, fruto del trabajo ejemplar y silencioso del Centro Estudios Histórico-Sociales “Julio Espejo Núñez”, montado en aquella vez en el local de la Sociedad Unión Artesanos.

Como muchos recordarán, desde esos tiempos lejanos estuve molestando en todas las reuniones del Club Jauja y de las ex alumnas carmelinas con tal cantaleta e incluso con algunas cartas. En Jauja, de manera igual y paralela, se agotaban todos los esfuerzos realizados en 1996-1998 por Nicolás Martínez Oviedo para obtener un local adecuado.

Ciertamente, nada de lo que diré en estas líneas es novedoso. Salvo que, de manera similar a las gotas de agua de nuestros antiguos filtros que llegan a horadar la piedra a fuerza de su porfía, ahora sí podemos atisbar la luz al final del túnel.

1. ¿Quiénes son los jaujinos?

Para nadie es un secreto el lento deterioro de nuestra ciudad, la tugurización de casonas y el destrozo constante de zaguanes y balcones para dar paso a una dudosa modernidad de aluminio y cemento, la imitación de la “estética” terrible del comercio ambulatorio limeño, con ropa colgada en la pared y desaparición de los mostradores, las pistas y veredas maltrechas. Ni siquiera la iglesia se ha salvado: nuestros mayores recordarán que todos los altares eran de estilo barroco con pan de oro, propios del siglo XVII, fueron reemplazados por mármol habiéndose salvado sólo la nave principal; y su magnífica arquitectura de piedra que ha sido cubierta con cemento. Y nosotros hemos visto cómo ante nuestros ojos se levantaba en una pared lateral una imagen de la Virgen del Rosario de estilo moderno, un enrejado que interrumpe la visión y, para culminar, un enorme poste de luz delante de su fachada. Detrás, la Plaza de Armas, cuya glorieta, bancas y árboles añoramos, convertida en un parque sin raíz y sin historia que los turistas cruzan sin siquiera mirar cuando van camino a la Iglesia.

Esta es la parte física de Jauja. Es importante, pero no más que las condiciones de vida de los actuales jaujinos. “No hay jaujinos”, decimos muchas veces, por eso es que la ciudad está descuidada. Olvidamos que nuestros antepasados también llegaron en algún momento. ¿O alguien de nosotros podría decir, por ejemplo, que los yauyinos no son jaujinos porque sus ancestros provienen de la etnia yauyo de la sierra de lo que ahora es Lima? ¿Alguien me podría decir que no soy jaujina porque uno mis abuelos era arequipeño, llegado a Jauja a fines del siglo pasado, uno de mis antecesores era español llegado en el siglo XVIII —justamente padre de mi tatarabuelo Alejo Martínez, prócer de la Independencia—, y otro tatarabuelo un cacique de Ancash, cuya llegada al parecer fue durante los primeros tiempos de la colonia?

¿Cuál es la frontera en el tiempo, que separa a los migrantes o no migrantes? Cualquier frontera siempre será arbitraria. En otras palabras, los migrantes de ayer y hoy serán los jaujinos de mañana. Lo que quiero decir es que la ciudad no es un conjunto de edificios más o menos antiguos, con más o menos historia, sino que está compuesta, en primer lugar, por quienes en ella habitan y sueñan; luego, por las tradiciones arquitectónicas e históricas que modelaron sus peculiares características, por sus creaciones literarias y musicales, por su riquísimo folklore, por la historia escrita a veces con sangre, y particularmente por los “héroes culturales” que día a día se empeñan en transmitir a las jóvenes generaciones todo aquello que ya se está perdiendo.

2. Nuestro patrimonio

Jauja tiene una historia peculiar, primero por el rol que ha jugado en diferentes etapas históricas, desde el período pre-hispánico, pasando por la Independencia, la Guerra del Pacífico, y ya en el siglo XX por haber sido la cuna de prácticamente todas las corrientes culturales, políticas, artísticas e intelectuales que hoy en día forman parte del ser social de la región e incluso del país.

Hay que recordar una y otra vez que la riqueza de Jauja se encuentra justamente en aquello que no se deteriora: las huellas que las diversas culturas que la habitaron, desde los tiempos pre-hispánicos, han dejado en las mentes de los hombres y mujeres de esta tierra. A diferencia de las fábricas, el petróleo, la pesca o el comercio, el patrimonio cultural existe en función de la existencia misma del ser humano, porque está guardado en su mente y en su vida cotidiana, que se transmiten de una a otra generación.

Es en torno a esta transmisión que la recuperación histórica se plantea. Y a la cual, colaboraría la existencia de un museo, entre otros elementos. Un museo “vivo” cuyo destinatario principal sean los jóvenes y niños. Por eso, en el mediano plazo pensamos no sólo en un museo sino en un centro cultural que, además de exhibir objetos de las diversas épocas de Jauja y sus distritos, albergue también, entre otros:

• Arte antiguo y contemporáneo
• Una exposición permanente de documentos, armas y vestimenta que puedan testimoniar la intervención jaujina en la historia de nuestra región y nuestro país
• Arte religioso: pinturas de la escuela cusqueña, mantos de la Virgen del Rosario, y otros.
• Exposiciones temporales que permanentemente muestren la obra de nuestros pintores contemporáneos
• Muestra permanente de los libros escritos sobre Jauja desde las crónicas del siglo XVI hasta nuestros días
• Archivo Provincial
• Archivo musical con partituras, instrumentos y discos de la provincia.
• Colección de todas las vestimentas de las ochenta danzas de la provincia, cuya base podría ser la que Imelda Blancas inició.
• Exhibición permanente de videos y fotografías sobre la historia, las costumbres, el folklore, los procesos productivos y los paisajes de la provincia.

Y, por supuesto, el espacio necesario para que nuestros niños y jóvenes aprendan a disfrutar todo este patrimonio, disfrute que la arremetida de la televisión basura de talk-shows y videopubs quieren arrebatarles.

3. Nuestra riqueza: el turismo

Todo este patrimonio y el que se sigue creando debe ser entregado a las nuevas generaciones. Pero nadie ama lo que no conoce. Y en esta primera etapa es indispensable apoyar todos los esfuerzos que se hacen en Jauja en ese sentido. Menciono tres de estos esfuerzos ejemplares que he tenido oportunidad de tener cerca:

• El Centro de Estudios Histórico-Sociales “Julio Espejo Núñez”, donde se agrupan un conjunto de intelectuales jaujinos cuya labor pueden testimoniar su museo de restos prehispánicos y sus numerosas publicaciones sobre la arqueología e historia de Jauja.
• La Sociedad Unión Artesanos, que desde hace más de cien años se ha convertido en un precioso depositario de obras literarias y pictóricas y que de una forma permanente realizan actividades culturales.
• Algunos “héroes culturales” como Nicolás Martínez Oviedo, permanente recopilador de la música y el folklore de la provincia y promotor cultural, quien además acaba de publicar una Guía Turística de Jauja.

Si la labor de ellos y las otras instituciones tuviera un efecto multiplicador, podríamos pensar en la “industria sin chimeneas”, es decir, el turismo. Edgardo Rivera Martínez, nuestro gran escritor, ha mencionado múltiples veces el ejemplo de la Villa de Leiva en Colombia, donde todos los pobladores viven exclusivamente del turismo. Se puede apreciar claramente la disposición de un lado de la Plaza de Armas, de una extraordinaria similitud con la cuadra del jirón Ayacucho de la Plaza de Armas de Jauja; como se puede ver, la Iglesia es mucho menos antigua y bonita que la de Jauja. Las calles tienen el piso de lajas, las puertas y balcones coloniales, los techos de teja, y se nota la ausencia de avisos comerciales.

No hay allí laguna de Paca ni iglesia del siglo XVII, ni restos arqueológicos, ni canto rodado, y mucho menos nuestra música y folklore. Pero la conservación ha permitido que, en todos los meses del año, la totalidad de sus pobladores tengan un ingreso considerable proveniente de hoteles, restaurantes, museos, empresas de turismo, movilidad, catálogos, folletos y postales turísticas, artesanía, etcétera.

La ciudad la hacen sus habitantes. Si se sigue destruyendo el patrimonio de Jauja, la ciudad se empobrecerá más. La cercanía a Lima la convierte en lugar privilegiado para el turismo. Para eso queremos un museo: como parte del trabajo por hacer de nuestra ciudad, en palabras de Arguedas, un lugar feliz: donde todos puedan danzar con alegría. Dirijamos allí nuestros ojos

La luz al final del túnel

Hace más de dos años recibimos los primeros ecos a nuestra propuesta. Carlos Bonilla Tataje, hijo de don Carlos Bonilla del Valle, envió dinero para una vitrina, la que actualmente se encuentra en la Municipalidad de Jauja; y también ofreció una colección de discos de música jaujina antigua; una arquitecta, que conoció Jauja a través de la familia Sanguinetti Remuzgo, ofreció sus servicios para la organización de la iluminación, disciplina que ella enseña en la Universidad de Brekeley, en Estados Unidos.

A principios de 1999, hicimos una breve gestión ante la Sociedad Unión Artesanos. Para nuestra alegría, la propuesta fue adoptada de inmediato, en menos de una semana, y acordaron destinar para este proyecto uno de los salones grandes de su local. Contando ya con el espacio, reinicié las gestiones con Alfonso Castrillón, a quien había solicitado asesoramiento para el proyecto. Para nuestra fortuna, en abril de 1999 se inició el dictado de una Maestría en Museología en la Universidad Ricardo Palma, cuyo director justamente es el Dr. Alfonso Castrillón.

En junio de 1999, Nicolás Martínez por la Sociedad de Artesanos, y la autora de esta nota, hicieron una exposición sobre período pre-hispánico y folklore, y sobre el período comprendido entre los siglos XVI y XX, respectivamente, ante los doce alumnos de la Maestría. La semana anterior les enviamos la Guía Turística y un conjunto de textos y artículos sobre Jauja y su historia, con la esperanza de que uno o dos alumnos hicieran su tesis. Grande fue nuestra sorpresa —y alegría— cuando la clase en conjunto se interesó mucho por nuestra ciudad y durante los dos años de la maestría su trabajo consistirá en la proyección y elaboración de un museo para Jauja. La Sociedad Unión Artesanos, vía convenio, tendrá la responsabilidad institucional de esta etapa. No obstante, estamos seguros de que cuando los participantes de esta maestría vayan a Jauja, lograremos comprometerlos en otros núcleos culturales, como el museo del CEHS “Julio Espejo Núñez”, y la Iglesia, entre otros.

En esta primera etapa, el núcleo estará constituido por la sala de Artesanos. Lo que nos han solicitado es una relación de los elementos que compondrán el Museo, un inventario que les permita un diseño adecuado. Estamos seguros que todo jaujino, viva en Jauja, en Lima o en el exterior, estará presto a dar en préstamo todo aquello que pueda hablar de nuestra historia. La propuesta es que este préstamo se realice vía un convenio que se renueve anualmente, y que todo objeto exhibido incluya el nombre de la persona o familia que lo ha prestado.

Por lo demás, nuestros esfuerzos recientes han estado acompañados por las gestiones de las asociaciones de excarmelinas de Jauja y Lima, cuyas dirigentes Alejandra de la Cruz y Violeta Castro, han obtenido que la Municipalidad destine un ambiente como Sala de Arte y Cultura, donde en estos momentos se debe estar exhibiendo un óleo de nuestro pintor Hugo Orellana, un manto de la Virgen del Rosario y algunos restos arqueológicos.

Nota de edición: A propósito de la idea de muchos jaujinos, que quieren recuperar la Estación Ferroviaria de Jauja para convertirla en un Museo, reproduzco en su totalidad este artículo escrito por Maruja Martínez Castilla en 1999, el mismo que diez años después, tiene pleno valor y vigencia, por cuanto parece que nuestra querida y ya desaparecida paisana lo hubiera escrito ayer. Originalmente, este artículo estuvo publicado en Andes Missouri.

Sigue leyendo

La persona que lee a Jauja

[Visto: 5393 veces]

Hombre xauxa,

hombre que lee, hombre que baila,

hombre mágico.

A Carmen Cáceres Mayor, por la Jauja que
habita en su corazón; una Jauja de Traída de
monte, y otra de Libros. Por su Jauja de sol,
de música y de pan. Por la Jauja de Pánfilo,
el del Pato Donald y Tribilín; del Oso Yogui,
Rico McPato y el Súperman; el de las figuritas,
para canjear y completar el inquieto y siempre
incompleto álbum en los distintos momentos de
nuestra infancia, muy emocionantes por cierto,
ahora que inesperadamente los vuelvo a ver
(…)
Jaujinita

Mariana Koriwaita Espinoza Cifuentes, de 4 años. Octubre, 2007
Julio C. Dávila-Mendiola W.
e-mail: elhalckon@gmail.com

http://elhalckon.hi5.com

ES DE GRAN TRASCENDENCIA ingresar en contacto de lectura con un libro -un libro es síntesis de vida, es, la vida- para aprender a leernos a nosotros mismos; mientras mejor comprendamos lo que estamos leyendo, mejor nos leemos a nosotros mismos. Leer es una forma de interpretación personal, de interpretar nuestra propia vida, de la forma en cómo la estamos viviendo, de lo que somos; en suma, de nuestra forma de ser. El leer nos proporciona las metáforas esenciales para vivir múltiples vidas en un instante, en un momento; y en otras, la oportunidad de recrear nuestro vivir en función de lo que leemos. La sensación personal de nuestra lectura, de cómo sentimos lo que estamos leyendo, es también la forma particular en cómo nos está hablando el autor, es un hablar sólo para cada uno de nosotros, y cada uno lo escucha de distinta manera. Es también, una forma de retornar a la naturaleza, de sentir que somos naturaleza al fin, de recuperar y sentir nuestra propia humanidad. Uno de los libros indispensables y que recomendamos para tal caso, es definitivamente, un libro de Jauja.

Es de suma urgencia leer aquel libro en algún momento en nuestras vidas, para rememorar nuestro nacimiento en la enigmática Tierra de Jauja; en nosotros que, después de nacer y luego de un tiempo emigramos a otros lugares por distintas razones, y es, desde éste momento cuando comenzamos a mitificar a nuestra ciudad, se nos vuelve mítica, legendaria, y la miramos desde el recuerdo; cuando volvemos a recordar nuestra infancia la revivimos como una misteriosa, singular y maravillosa novela; inevitablemente la engrandecemos desde el corazón. Y es aquí cuando necesitamos no leer una vez, si no, todas las veces de ser necesario, para seguir respirando, para seguir viviendo, desde la infancia hasta la “edad primordial”. Leer, y regresar a leer a Clodoaldo Espinosa Bravo, Ernesto Bonilla del Valle, a Pedro S. Monge Córdova, Augusto Mateu Cueva, a Manuel J. Del Valle, Edgardo Rivera Martínez, a Víctor Modesto Villavicencio del Valle, Gerardo Garcíarosales, a Carlos H. Hurtado Ames, Pedro Rodríguez Meza, a Moisés Ortega Rojas, Víctor Ladera Prieto, a Jaime Galarza Alcántara, Manuel Espinoza Galarza, a Maruja Martínez Castilla, Luis Suárez Galarza; entre otros; para también, de alguna forma alcanzar una experiencia totalizadora como ciudadano jaujino. Qué pasaría?, si solamente nos contentamos con recordarla, con engrandecerla y desde el corazón, y sin leer, que pasaría en nosotros?; ineludiblemente y en cualquier momento se nos viene un paro cardíaco, y finaliza nuestra vida terrenal. Es, decisivamente, una experiencia conjunta, van de la mano, vivir y leer, rememorar y leer, engrandecer y leer.

Un entrenamiento especial, al que la podemos llamar mejor “gimnasia jaujádiKa”, es a “leer siempre un libro de Jauja a cada instante”, después de cada comida, de la ducha, antes de dormir, al despertarse, (…); y ? (…), para sentirnos jaujinos, para sentirnos ¡¡ Jauja !! en la totalidad de su significado y de su sentido; en su máximo esplendor, independientemente del lugar en dónde nos encontremos. Para sentirnos “espacio infinito”, en donde nada falta, nada sobra, solamente si lo leemos en la mismísima ciudad.

Un hecho fantástico y borgiano, para generar un “espacio infinito” sería el originar “una novela viva” con todos los hombres que leen en Jauja; vernos unos a otros leyendo, viajando leyendo, corriendo leyendo, jugando leyendo, contando leyendo, gritando leyendo, trabajando leyendo, vendiendo leyendo, comiendo leyendo, durmiendo leyendo, bailando leyendo, (…); leen Huatuco y Sánchez, los que venden carnes; leen Quillatupa y López, los que venden verduras; leen Quispe, Huarocc, y Martínez, los del grifo; leen Pumacahua y Ramos, los de la bodega; leen Mayta y Mandujano, los oficinistas; leen Astocuri y Solís, los diseñadores gráficos; leen Cuyubamba y Rodríguez, “los sepultureros”; leen Quispealaya y Rosales, los jueces; leen Misari, Casachagua, y Flores, los del hotel; leen Ccancho y Yaringaño, los de la compañía de vigilantes; leen Canchaya, Castro, y Quincho, los barmans; leen Chuquipoma, Salinas, y Limaylla, los de la panadería; leen Vilcahuamán y Bullón, los Alcaldes; leen Corihuamán y Del Castillo, los del triciclo; leen Condori, Cáceres, y Salazar, los canillitas; leen Canchari, Camarena, Pantoja, Cochachi, Urco, y Curisinche, los que lustran botas; leen Huamán y Rivera, los arquitectos; lee Choquehuanca el “curita”; leen Carguancho y Cárdenas, los abogados; leen Paguacho, García, y Palacios, los “serenos”; lee también Surichaqui “el campanero”, (…). Tú, bajo el brazo llevando “Imagen de Jauja”; él, sentado en el bus leyendo “Entre caretas y cullucaras”; aquel, leyendo “bien acurrucado” en una esquina “La Presencia de Jauja”; yo, recostado en el frontis de la iglesia, leyendo “épicamente” mi “Aquel hombre xauxa”; ver a Gerardo Garcíarosales, leyendo su “País de Jauja” sentado en una de las bancas de la plaza de armas, “bien camufladito”; a Carlos Hurtado, en solaz y disfrazado de “chuto” en su jardín de sol leyendo su “Estampas de Jauja”; a Henoch Loayza, “muy concentrado” leyendo su “Cuentos Populares” en una “esquinita” de su museo paleontológico; a Miguel Dávila, leyendo su “Facetas de Jauja” al compás de los pasos de un terrible chapetón que insiste en bailar dentro de él, en la plaza del “20 de enero”; a Lucho “El Palito” Suárez, leyendo a modo de pre-calentamiento y antes de arbitrar un partido, “El Albergue desolado” en una de las bancas de la plazuela en su barrio de “La Salud”; a Héctor Leiva, con sus botas de “arriero” y recostado en la puerta de la capilla y después de rezar a Tayta Paca, leyendo “electrónicamente” su “Tierra chola”; a Abel Simeón “El chasqui de Shunta” antes de su maratónica competencia “Alb Marathon” en Schwäbish Gmünd – Alemania, leyendo “incaicamente” su “Confidencias para el pueblo”. Qué pasaría?, si nos vemos todos así, leyendo un libro de Jauja. Seríamos; la “novela viva” “El País que lee; Jauja”, en donde todos, forzosamente “saltan luego de leer” de un libro a otro, y entre uno y otro, unos pintando, otros vendiendo, otros bailando, y es que un libro de Jauja nos lleva a hacer cosas fantásticas, después y antes del después, y después del después, como a pintar un cuadro, a releer un libro de filosofía, a pensar, a escribir un libro en un día, a sentir, a sembrar, a sembrar un árbol cada día, a cosechar, a cosechar Beethovens, a colgarse de una estrella, a estrellar la iglesia, a enamorarse de un olluco, a obsequiar 100 dólares a cualquiera , a leer a Karl Popper y a Locke, a atrapar una nube, a pintar mil nubes, a bajar el sol, a colgar un sol bailarín, a empujar la luna, a limpiar las calles, a escuchar música; a bailar y bailar, y volver a bailar, y es asi, desde siempre, desde antes de la respiración, que en Jauja no se camina, (…) se baila.

Y es que Jauja es un pueblo que lee y que baila, su gente, todos, viven maravillosamente sus tradiciones y su folclor, hoy en día, con el mismo vigor de siempre, mostrando al mundo con arrogante sencillez sus impecables valores culturales. Tan es así que en forma evidente, que cuando un hombre lee a Jauja se transforma, con sus momentos y sus misterios, y de un modo espléndido y permanente, desde la mañana de un miércoles, en hombre-Tumbamonte; un domingo por la tarde, en un hombre-Tunantada; al atardecer de un martes, es hombre-Corcovado; a mediodía de un jueves, es un hombre-Pachahuara; un sábado todo el día, en un hombre-Huayligía; desde la madrugada de un lunes, en un hombre-Herranza; un día feriado en mayo, en hombre-Jija; y es más allá de todo, eterna y rotundamente un hombre a quien le brota la magia desde la profundidad de su corazón; es un corazón-mago.

Y sólo un corazón-mago transforma constantemente su alrededor. La lectura conmueve -a ti, a mi, y de igual pasa con todos- a nuestro corazón, y es el mismísimo corazón quien se transforma, y se predispone a generar distintos puntos de vista, diferentes, para entendernos mejor con todos los demás. Y es cierto que alguien de los demás se va a preguntar algún día: ¿y cómo es que has cambiado?, ¿y tan rápido? Y no es que hayas cambiado, o que hayamos cambiado, sino, lo que pasa es que al entrar en contacto con alguien, para entenderte mejor, para entendernos mejor, barajamos tantas posibilidades del entendimiento humano, sintonizamos claramente el lenguaje y el punto de vista de nuestro interlocutor del momento, despertamos de inmediato una secuencia múltiple de pensamientos coincidentes, logrando elevar de esta forma nuestra capacidad de pensar y de análisis; asimismo agregamos valor a nuestras opiniones, ahora son más interesantes; nuestras observaciones se hacen más precisas, más profundas. Enriquecemos nuestra vida interior para ver lo que otros no ven, y es que siempre vemos lo que tenemos al interior de nosotros, es decir se produce una feliz coincidencia entre lo que hay en ti, dentro de ti, dentro de nosotros, con lo que ves, con lo que vemos en el exterior, fuera de nosotros. También, aceleramos nuestra creatividad con posibilidades de interpolar mentalmente imágenes y textos, y ésto, es indispensable para seguir viviendo en familia y en comunidad. Y es cierto que todos somos creativos por naturaleza, desde el origen, desde el nacimiento, lo que pasa a veces es que lo olvidamos, algunos lo olvidan para siempre; otros lo recuperan en el transcurso de sus vidas, y la lectura nos ayuda en este proceso.

El hombre de Jauja que lee es un farol andante, que alumbra y relumbra. Y no sólo es luz que alumbra a los demás, sino que es una luz con desbordante carisma, una luz que baila y que todos la queremos tener; es una luz que interactúa y que genera una simbiosis emocional, queremos sentir y saber lo de otros, lo que otros saben, participar un sentimiento, compartir conocimientos, bailar juntos. Un libro se “vuelve sangre” en la vida de una persona en un veloz proceso combinatorio entre lo que va leyendo y su forma de ser; observa, escucha y siente el mundo en una y de una forma única, sinigual, no hay dos personas iguales. Y es que también la lectura expansiona, dilata, extensiona la consciencia, atiza la inteligencia espiritual y enriquece la percepción; y, más allá, en el infinito, todos podemos ver y pensar lo mismo, solamente cuando alineamos nuestra vibración; somos básicamente cada uno de nosotros una misma vibración, pero a menudo la distorsionamos con nuestra labor cotidiana, con nuestras preocupaciones del día a día; cuando la alineamos y la sintonizamos –el poder que nos da la lectura- todos en un solo dial por decirlo de una manera, en un mismo sentido, vemos y sentimos lo mismo, y es que somos naturaleza, somos una sola consciencia, cósmica, galáctica. Y se genera una magia expansiva cuando el hombre interactúa con el contenido de un libro, cuando “se vuelve sangre” dentro de él, luego, después, se produce la transformación; perfecta y potente, sólo cuando se “dispara” desde el corazón.

La persona que lee a Jauja adquiere la condición de “ciudadano jaujino”, modelo de ciudadano universal; se comporta como ciudadano-naturaleza.

La persona que lee a Jauja se transforma desde el corazón, y transforma permanentemente su alrededor físico y/o espiritual; su visión es universal sin descuidar su condición particular.

La persona que lee a Jauja aprende a bailar desde el corazón, y siente que bailar desde el corazón es divino, es meditar. Baila antes para sí mismo, y luego para los demás. Entiende que bailar es antes que el pensar, bailar para pensar, mientras baila siente, y es cuando adquiere mayor objetividad para comprender los acontecimientos que ocurren en su alrededor.

La persona que lee a Jauja es un soñador, idealista, y romántico; llena su vida de grandes sueños e ilusiones sabiendo que los va a alcanzar. Empieza a construir desde la belleza que se expande desde su interior, con la energía que le erupciona como un volcán. Trabaja, corrige y perfecciona su lenguaje. Es un apasionado en el ámbito de las ciencias, las artes y la historia.

La persona que lee a Jauja lee y reflexiona; y en tiempo constante tiene la oportunidad de descubrir el pensamiento de los demás, elevando de ésta forma su modo de pensar; y ahora, por lo tanto, tiene la fortuna de identificar los criterios que otros manejan en relación a diferentes temas y distintos problemas.

La persona que lee a Jauja es, antes o después un multimillonario, y es porque percibe la vida desde la arista de la abundancia. Aprende a disfrutar de la riqueza que de una forma implícita lleva y conlleva el vivir. Es un benefactor.

La persona que lee a Jauja siembra de inmediato un árbol; contagiando a otros para hacer lo mismo. Se vuelve un sembrador de árboles. Asimila al árbol como el misterio ancestral de su búsqueda trascendental; busca crecer desde la densidad de la materia a la elevación del espíritu; y se pregunta: ¿cuál es nuestra capacidad de elevación y de enraizamiento, es decir, de estar presente en todo lo que existe?

La persona que lee a Jauja es un humanista, un filósofo que crece desde el conocimiento reflexionado, y ésto le sirve para discernir lo que ocurre alrededor de su vida, para también influir positivamente y con mayor profundidad en los demás. Incrementa su seguridad y su confianza en sí mismo para ayudar a los demás.

La persona que lee a Jauja desarrolla un infinito cariño, contagiando a mil por mil el cariño que siente por su Tierra; siempre y en todo lugar se expresa de ella con cosas agradables e interesantes, habla de sus danzas, de sus recursos turísticos y de la creatividad de su gente; generando una energía galáctica, cósmica, un entusiasmo sinigual en los demás.

La persona que lee a Jauja eleva una oración por toda la humanidad, y recupera la capacidad innata de defensa por la madre tierra; tiene siempre presente el pensar del gran jefe Seattle, el indio Salish: El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que le hiciere al tejido, lo hará a sí mismo. Y cuando relee siente que se conecta con Dios, sintoniza su vibración para expandir su vivir. Y es que somos en gran medida lo que leemos, y leemos en función de lo que somos y sentimos.

Finalmente, LEER A JAUJA no solamente es leer un libro de Jauja, si no, sentir y leer el pensamiento de sus nubes, leer y pensar en la capilla de Cristo Pobre, sentir y leer sus paisajes, leer y pintar sus danzas, sentir y leer sus complejos arqueológicos; leer el pensamiento de las estrellas, sentir la enorme antigüedad de la tierra debajo de nuestros pies descalzos; sentir y leer su laguna de Paca, leer y pensar en el Puyhuan, leer y dibujar la luna, leer y escribir nuestra infancia. Es también sentir y escuchar la música de su silencio.

He aquí, al hombre xauxa, al que siente y lee el pensamiento de las estrellas.

Y también; salpicamos cada una de todas
estas palabras con el aGuA de JaUjA para
que resplandezcan a modo de un homenaje
al hOMBrE qUE bAiLA, al que dibuja su
nombre, sus sueños, sus alegrías y sus penas,
su vivir con cada paso, en cada requiebro,
al que lleva su arte en movimiento cruzando
y saltando obstáculos, a todas partes y sin
fronteras; a veces, sino tantísimas;
incomprendido. A él; al que baila
brillantemente.

Foto: Marko Capcha Solís – DIRCETUR JUNÍN

Sigue leyendo

La Historia de Los Tunanteros de Huarancayo

[Visto: 5881 veces]

Los Tunanteros de Huarancayo: una historia circular e infinita.

Chutos del Pais de Jauja

Por: Julio C. Dávila-Mendiola W.
e-mail: elhalckon@gmail.com

Huarancayo es un circulo infinito de historia y cultura. Tan solo hablar del nombre es hablar directamente de Jauja y de su historia. Y es asi que desde las primeras décadas del siglo XX, hasta aproximadamente antes del año de 1952, todos los ciudadanos de Jauja ya cantaban el huayno “Huarancayo de mis penas”, a modo de himno, de canción-emblema; y es muy probable que muchos de nuestros abuelos aún lo recuerden, aquellos que frisan arriba de los 85 años.

Hablar de Huarancayo es hablar también del barrio del mismo nombre y que significa: Guaran, mil; y Cayoc, sinónimo de marca o ayllu, es decir Guarancayoc significa la familia de los mil ayllus, desde los cerros de Ricrán hasta el mismo centro de nuestra ciudad como tierra primigenia; quien sabe, y Dios mediante, algún día tengamos mil por cien tunantes bailando en la plaza del 20 de enero, sintiendo y pensando sólo en el barrio de sus abuelos, de su infancia y de sus amores, el barrio de su vida, de nuestras vidas.
Escribir sobre Huarancayo es también escribir sobre su Asociación Fraternal Barrio de Huarancayo, octogenaria institución creada en el año de 1928 con la finalidad de propiciar fraternidad, cooperación y respeto mutuo entre cada uno de sus socios y cobarrianos, asi como también incentivar el trabajo colectivo y el desarrollo de obras de bien social.

Tunantada 2009
Danzante de la Institución “Los Tunanteros de Huarancayo

Y hablando de Los Tunanteros de Huarancayo y de su fundación; a finales de los años 90 y comienzos del año 2000 ya se impulsaba la idea, del entusiasmo de varios socios y cobarrianos, el fundar una institución tunantera; tardaríamos hasta el año 2006, en el mes de octubre, el mismo día del aniversario de nuestra Asociación Fraternal, que de inmediato hicimos una singular colecta para comprar nuestro primer libro, asentamos el Acta de Fundación y procedimos a firmar con la sangre y con el entusiasmo de tunanteros, en un ambiente de alegría sinigual, en fiesta de chutos-chapetones-jaujinitas, un domingo 8; bajo la advocación de nuestro Santo Patrón, La Milagrosa Cruz del Señor de Huarancayo, y en las instalaciones de nuestro local. Entre los socios fundadores tenemos a: César Mellado Hurtado, Raúl Villanes Calderón, Julio C. Dávila-Mendiola, Miguel A. Dávila-Mendiola, Gladys Baltazar Taipe, Sergio Anchiraico Cosquillo, Fidel Misari Chuquipoma, Norma Palacios Wissar, Estela García Sanabria, Ramiro Bullón Canchaya, Rubén Yaringaño Egoávil y Carlos Hurtado Ames.

De su Orquesta y de sus famosos temas, de La Sinfónica del Folclor, de su director don Isidro Mucha Carhuancho; de su compositor don Marciano Barzola Esteban, “Ojitos de cebada”, “Huáscar celeste”, “Caty”, “Nicold”, “Peripito”, “Amor mío”, “Mi Huarancayo”, “Para que nunca más me olvides”, entre otros, lo dejamos para un espacio único y muy especial, hay mucho que hablar y escribir al respecto.
De sus primeras presentaciones y sus ex-presidentes; después de fundada la institución en octubre del año 2006, en los días y meses siguientes, noviembre y diciembre se desarrolló un intenso trabajo de organización y de coordinación para la primera presentación de la institución en enero del 2007, siendo elegido presidente el Sr. Rubén Yaringaño Egoávil para el período 2006 – 2007; en ésta primera presentación se tiene que destacar el esfuerzo sin fronteras, un trabajo entusiasta y motorizado de su presidente al lado de las socias Gladys Baltazar Taipe y Norma Palacios Wissar. Posterioremente se elige como presidente al socio, Sr. Miguel Ángel Dávila Mendiola, para el período 2007-2008. Y actualmente Carlos Enrique Palacios Ampuero se desempeña como presidente para el período 2008-2009.

Tunantada!
¡Vive la Tunantada!

Siendo en las dos primeras presentaciones y al lado de la Orquesta Sinfónica del Folclor, con los maestros Isidro Mucha Carhuancho y Marciano Barzola Esteban, en donde se causó el mayor impacto y se generó una singular simpatía, saludos de adhesión vibraron en todo lado. La entrada de Los Tunanteros de Huarancayo, del nombre de Huarancayo a las ligas mayores de la Tunantada fue sensacional y de enorme valor espirtual.

¡Tunantada!
Huatrila realizando un vistoso paso

De su lema: “Siempre algo más por descubrir”: bailar la Tunantada es un supremo arte en movimiento, bailar para uno y para los demás conforma la expresión máxima del espíritu sausa, del hombre Jauja; bailando soñamos con los pies, dibujamos nuestras alegrías y pintamos nuestras tristezas; dibujamos la vida con los pies y la pintamos con los movimientos. La tunantada no tiene un inicio, jamás tendrá un final, es un descubrimiento circular e infinito. (9/01/09).

Sigue leyendo

Letras con Ángel

[Visto: 3364 veces]

Cultural::: Edgardo Rivera Martínez, primer ganador de El Cuento de las Mil Palabras, presenta nueva novela.

Edgardo Rivera Martinez
Rivera Martínez se encuentra trabajando, a la par, en 2 novelas inconclusas que ha retomado. También ha reeditado, con Alfaguara, A la hora de la tarde y de los juegos.

Este ángel me lo regaló Doris Gibson, cuando gané un concurso hace veinte años. Veintiséis, en realidad, han pasado desde que, en 1982, Edgardo Rivera Martínez (Jauja, 1933) resultara vencedor en la primera edición de El Cuento de las Mil Palabras. “El Ángel de Ocongate” fue la historia que Mario Vargas Llosa y Blanca Varela, entre otros, escogieron como ganadora, y está primera en la antología del concurso que CARETAS publicó este año. El ángel de Doris, por otro lado, se encuentra en una de las paredes de la sala del escritor, elevándose a distancia justa por encima de las cabezas.

Diario de Santa María (Alfaguara, 2008) es la novela recientemente publicada por Rivera Martínez, y la que motiva el encuentro frente al mar, en el departamento del autor.

Edgardo y Mario
Miércoles 15 de diciembre de 1982: Jurado Mario Vargas Llosa entrega a Rivera Martínez la máscara, diseñada por Edmundo Torres.

Como en País de Jauja (1993) y Libro del amor y de las profecías (1999), su tierra alberga la historia, que esta vez es de dos muchachas adolescentes, una peruana y la otra francesa, internas en un colegio regentado por monjas: este es, a su vez, escenario para el descubrimiento de la amistad, el amor y el erotismo, en medio del encuentro de dos culturas. “Veo con mucho pesimismo la globalización, el ultraliberalismo, la imposición de los imperialismos. ¿Adónde iremos a dar?”, se pregunta Rivera Martínez. “Me preocupa la pérdida de la fisonomía urbana, por ejemplo: de mi tierra, una modesta ciudad a pesar de haber sido la primera capital del Perú, casi no queda nada”.

Fuente: Caretas

Sigue leyendo

La Tristeza del Tunantero (*)

[Visto: 5040 veces]

“…20 de Enero, “jala-pato” de Jauja, ahora te miro con otros ojos
y me da pena cuando pienso en todos los que ya se fueron y que
con la alegría de sus vidas rubricaron las más bellas páginas de
las fiestas tradicionales del pueblo”

Ernesto Bonilla del Valle

Tunanteros

Escrito por Dario A Núñez Sovero
darionunezsovero@hotmail.com

Cuando pienso en ti “20 de enero”, vienes a mi como un indetenible torrente sanguíneo que trasmite a mis sienes una increíble vitalidad.

“20 de Enero” de mi Jauja- Yauyos, mi pena envejecida por fin encuentra su remanso en el bullicio de tu plaza inmensa.

Largos fueron estos 365 días que hube de esperar para que lengua fragorosa de tu música lama la epidermis de mi tristeza latente. Para que mi alma se eche a la espalda su hatado de quebrantos y miserias.

Ahora que tus danzantes han cedido el paso al caudal de su emoción reprimida, ahora que tus cuadrillas semejan a desenfrenados juguetes en ese macro pentagrama de tus siete días festivos y tus chalanes son pintorescas y raudas saetas que se agitan en tu plaza acolmenada y triunfante, mi tristeza busca ocultarse en la vigorosa expresión festiva de todos tus concurrentes. Las celdas del tiempo regresan a nuestra memoria trayéndonos el recuerdo de tántos tunanteros ausentes.

“20 de Enero” de mi Jauja-Yauyos, fiesta engreída de mi tierra: a tu presencia mis hermanos reeditan el romance del “huatrila” y otra vez los tunantes son depositarios de mi negada algarabía. Las máscaras han vuelto a ser el zaguán por donde quiere fugar la nostalgia.

“20 de Enero” de mi Jauja-Yauyos, ultima estación de mis conflictos, pascana generosa de mis penurías, en esta fiesta tuya mi ocasional alegría es una anfibia sumergida en el lago múltiple de Dioniso. Mientras mi espíritu busca, sediento, tus indulgencias, mi tristeza va desgranando garbanzos líquidos de mis curtidas mejillas.

Cuando la luz se tienda aplomada sobre el cenit de tu día, cuando todo sea alboroto y movimiento incomprensibles y se echen a rodar por tu plaza las notas de lastimeros huaynos, mi alma se habrá comprimido en una discreta lágrima y el gran Tiburcio Mallaupoma y los tunanteros ausentes volverán a ocupar el centro del recinto.

(*) Dedicado a Luis Ramírez Chamorro, Moisés Gamarra Meza, “Huayhuar” Alejandro Artica, Alberto Suárez Marticorena, José Camarena Saravia y Erasmo Suárez Zambrano

Sigue leyendo

Recordando a la ‘Talavera de la Reina’ de Jauja

[Visto: 5206 veces]

Tardes de toros en Jauja

Talavera de la Reina
“El Koki” en la Talavera de la Reina de Yauyos – Jauja

El domingo pasado asistí al coso taurino de Acho a fin de poder apreciar a los españoles Enrique Ponce y David Fandila “El Fandi”, así como al francés Sebastián Castella; quienes brindaron un magnífico espectáculo a los asistentes.

Sin embargo, ese motivo sirvió para que los recuerdos me embarguen cuando asistí en numerosas ocasiones a la hoy desaparecida Plaza de Toros de Jauja “Talavera de la Reina”; lugar donde hubo múltiples corridas de toros, entre las cuales destaca la participación de Adolfo Rojas “el Nene”, quien asistía a Jauja todos los años para brindar lo mejor de su arte.

Según diversas revistas y periódicos de la época, Adolfo Rojas “El Nene” visitaba anualmente Jauja para lidiar en la Plaza Talavera de la Reina, en forma especial en la década de los 60 y 70 del siglo pasado cuando los peruanos, henchidos de patriotismo, recordaban la Independencia Nacional endomingados en vistosos trajes de la época. En aquel entonces “el Nene” era el más famoso torero peruano que recorría de palmo a palmo los principales cosos taurinos del país y del extranjero.

La plaza de toros “Talavera de la Reina” de Jauja fue construida en la década del 40 del siglo anterior, y era propiedad de la familia Morales. Construida en el estilo neomudéjar (un recinto circular al medio lleno de tierra cocida y galerías en torno de él donde se ubicaba el público) a la usanza de la provincia de Toledo en España, donde está localizado el ayuntamiento de Talavera de la Reina.

Como quiera que la renta de los terrenos es más fructífera, hacia 1992 la familia Morales decidió vender la plaza a precio de terreno con lo que liquidó su presencia en Jauja de este hermoso recinto

Sin embargo, aún se recuerdan gloriosos momentos de dicha Plaza. Al respecto, la foto que aparece en el inicio de este post corresponde al torero Jorge Domingo Tapia “El Koki” quien triunfó en la “Talavera de la Reina” de Jauja al cortar diversas orejas el año de 1966.

Asimismo, dicho torero triunfó en Acho con el concurso “El Perú busca un torero” y posterior a ello viajó a diversas ciudades para brillar en múltiples plazas taurinas. Actualmente radica en Suecia y es periodista taurino.

El Koki
Jorge Domingo Tapia Tavera “el Koki”

Cabe precisar que dicho diestro, y que nuestra plaza de toros tuvo la oportunidad de conocer y admirar su arte, compartió escenario con muchos grandes “matadores de toros” de la época. Grande “El Koki” un gran saludo para ti de tu gente que aún te recuerda en esas grandes tardes de toros en nuestra Talavera de la Reina taurina.

Sigue leyendo

Jauja y sus productos bandera III

[Visto: 7271 veces]

agua

Escrito por Dario A Núñez Sovero
darionunezsovero@hotmail.com

Nuestra cuatricentenaria Jauja, la muy noble ciudad al decir de los fundadores españoles (el dicho de ciudad hidalga y valerosa es inexistente), es una entidad social de incontables encantos y misterios. Sus encantos los vamos resumiendo en los productos bandera 1 y 2 que hemos publicado, pasando por sus misterios que, entre otros, están escritos en los largos Cuentos Populares de Jauja que compilara con asombrosa paciencia aquel Amauta jaujino ya desaparecido, don Pedro Monge Córdova, y publicara póstumamente su albacea don Miguel Martínez Saravia, también ya desaparecido.

Manantial de agua
El manantial de Quero se encuentra ubicado en el distrito de Molinos, al este de la provincia de Jauja.

A diario, los que residimos en ella, constatamos sin darnos cuenta por nuestra acción rutinaria, lo sabroso de nuestro pan, la belleza encantadora y cautivante del paisaje de la Laguna de Paca, lo señera que es la estampa de la Tunantada, lo donairoso de nuestra pandillada de carnaval, el verdor incomparable y fragancioso de la campiña aledaña, etc., pero nunca hemos detenido nuestra atención en valorar y reconocer lo precioso que significa para la vida de Jauja la existencia de una prístina y cualificada agua. Si, esa agua que es la fuente de la vida y que, según los filósofos presocráticos junto al aire, fuego y tierra, son los ejes de la existencia terrestre, en nuestra Jauja cobra ribetes de especial significación por lo que a continuación debo explicar.

El Padre de la Medicina, Hipócrates, cinco siglos antes de Cristo escribió su obra “Del aire, fuego y situación”, obra que sirvió de fuente para crear la tesis del Determinismo Geográfico. De aquella postulación que explica que “la Geografía es la Historia escrita de antemano y la Historia es la Geografía en acción”. Hipócrates explica que aquellos pueblos donde el agua es abundante, la tierra es feraz y noble, el aire es puro y vitalizante, pues ellos están predestinados a la agricultura, ganadería y el cultivo de las artes; por tanto a ser felices, pone como ejemplo a los caldeos, aquel pueblo de la antigua Mesopotamia asentada a orillas del río Eufrates cuya mayor ponderación fue la gran ciudad de Babilonia. Por el contrario, pueblos con escasez de agua, de suelos rocosos y eriazos, donde la agricultura no es posible, menos la ganadería, éstos se hallan condenados a ser hostiles y belicosos; para justificar esta explicación pone como ejemplo a los Asirios, pueblo que sabemos fue uno de los mas sanguinarios y crueles de la humanidad. Jauja, por sus antecedentes y especial posición dentro de la realidad geográfica peruana, debería ser la Babilonia del siglo XXI que estamos soñando.

Por otro lado, siempre las grandes culturas y civilizaciones, así como las megápolis de este nuevo milenio se han asentado al pie de referentes fluviales importantes, de este modo sabemos que, por ejemplo, Londres se ubica al pie del Támesis, París en el río Sena, Washington en el Potomac. Es así como Lima se ubicó en las riberas del Rímac y Jauja en las del río Jauja (que luego pasó a denominarse impropiamente río Mantaro).

Paisaje Valle Jauja
Si bien Jauja se provee de agua de los manantiales de Quero en el distrito de Molinos y el manantial de Juntaizama en Miraflores – Paccha, los mismos que se encuentran fuera de todo alcance de contaminación; cierto es también que, la otra cara de la moneda, por el Valle de Jauja atraviesa el Río Mantaro que hoy se encuentra totalmente contaminado por elementos tóxicos que provienen de La Oroya, donde se encuentra la empresa minera Doe Run.

En el caso de nuestra ciudad de Jauja, el referente fluvial no fue suficiente porque, para dicha de nuestra pequeña patria, tenemos a dos madres nutricias de mayor envergadura dada la excelente calidad de sus aguas: los manantiales de Quero en el distrito de Molinos y el manantial de Juntaizama en Miraflores-Paccha. De estas dos fuentes emana un agua torrentosa y exuberante de singulares características que le dan a Jauja un sitial de privilegio y que los que somos sus residentes debemos saber y cuidar:

1) El agua que consume Jauja no necesita ser tratada con dosis de cloro y otros, sencillamente es pura y de una claridad y transparencia admirables. Si la empresa que la administra lo hace es porque tiene que cumplir ineludibles requerimientos legales que emanan de la Sunass y el Ministerio de Salud.
2) Como ocurre en otras ciudades, nuestra agua no necesita de motobombas para llegar a la ciudad, lo hace por presión natural y ello preserva su calidad (A este respecto es conocido y publicado por medios de comunicación que una localidad vecina al sur que se precia de “gran ciudad” tiene agua contaminada con coliformes fecales, lo que, por supuesto, no nos alegra, pero si preocupa).
3) Informada de estas características únicas en el país, empresas multinacionales como la Coca Cola e Inca Kola, optaron por embotellar sus productos en Jauja. A los grandes mercados limeños y del exterior llegó el agua de Jauja en vistosos envases que hacian más nobles estos productos.

Lamentablemente por una desdichada situación económica y la fatal “estructura de costos” que las economías dictan sobre los procesos industriales, se ha privado a Jauja de seguir contando con estas empresas embotelladoras que han trasladado sus sedes a otras ciudades. Pero nuestra agua sigue allí, fluyendo noblemente cada día para preservar el contento y la salud de los xauxas.

Valle de Jauja
Ante la contaminación de las grandes urbes, el Valle de Jauja tiene asegurado su futuro por su clima y agua.

El agua, que es abundante y pura, es otro producto bandera de nuestra Jauja que nos enaltece y que tenemos que cuidar, especialmente en sus fuentes originales de Quero y Paccha Miraflores. La red que distribuye el agua a la población está a punto de colapsar, queda como tarea de los responsables de su administración el cambiarla al 100% para que las futuras generaciones sientan el orgullo de contar con este invalorable recurso. La batalla del futuro no será por la tierra, sino por el agua. Jauja tiene asegurado ese futuro.

Links relacionados:

Jauja y sus productos bandera I

Jauja y sus productos bandera II

Sigue leyendo

Osito, el Artista Gráfico

[Visto: 5121 veces]

Osito en Union Artesanos de Jauja
Brindis en honor a Juán Osorio, palabras fraternas y sinceras de Luis Cáceres Osorio, Luisa Martínez Oviedo y Carlos Cordero Ramos.

Luis Dávila Cárdenas
l_davila@xauxatiempoycamino.org

El día sábado 04 de Octubre del presente año, la Sociedad Unión Artesanos en significativa ceremonia homenajeó al artista Juan Rubén Osorio Blanco, Osito, este insigne personaje nació en Jauja en 1931, cursó sus estudios primarios en el Centro Escolar 501 y los secundarios en el Colegio San José.

Es dibujante de historietas serias y tiras cómicas, ilustrador, periodista y experto en artes gráficas. Su primera historieta fue Los Invasores Electrónicos que fue publicada en la revista El Canillita en 1950, este trabajo lo elaboró cuando cursaba el último año de secundaria.

Su creatividad que no conoce de límites, ha rondado los principales diarios del Perú, así tenemos a: “El Comercio”, “Ultima Hora”, “Expreso”, “Ojo”, “Extra”, “Onda” y “El Popular”. En su largo trajinar también deleitó con su arte en las revistas “Avanzada”, “Loquibambia”, “El Trome” y “Manyute”.

En “Avanzada” sus ilustraciones tuvieron un rol pedagógico porque esta publicación era de naturaleza cultural y estaba dirigida por la Iglesia católica peruana, llega a lanzar 25,000 ejemplares en su mejor época y era de uso obligatorio y recomendado en los colegios estatales, muchas generaciones fueron instruidas en base a estos cómics.

Es creador del considerado primer héroe peruano de historieta “ Juan Santos El Guerrero”, este personaje de rasgos andinos haciendo uso de una cadena de oro se enfrentaba a malvados personajes en búsqueda de la justicia, esta historieta se publicó en el diario “Ultima Hora” en el año 1952.

Otro personajes de su autoría son: “Loreto”, un machetero selvático; el “Padre La Fuente” que ilustraba a un misionero de la selva peruana, el “Capitán Clymer”, un patrullero espacial; “Tangama”, un héroe selvático; “Mario Espacio”, un astronauta aventurero y “El Trome” que era un personaje que tenia habilidad para realizar diversas cosas, todas estas sagas se publicaron en “Avanzada” y “El Trome”.

Dentro de sus celebrados personajes cómicos están el popular “Chepar” que ilustraba a un astronauta enamorado de una despampanante colega, también podemos mencionar a “Fulano” que era un personaje que representaba al ciudadano común y corriente, no menos recordado es “Sinforiano” que era el típico taxista criollo.

Para el diario Extra creó los personajes “Tropus”, un cavernario; “Puyita”, un caco criollo; “Barbino”, un personaje con enorme barba y “Mollejón” un niño inquieto y pícaro.

Además son de su creación “Amarroto” que salió a la luz en “Loquibambia” y por último “Antonio Machuca” y “Practicón” que se publicaron en el semanario “Manyute”.

En su faceta de periodista dirigió las siguientes publicaciones educativas y de entretenimiento: Escolar (Expreso), Estudiante (Ojo y Onda), Nuevo Estudiante (Editora OM SAC.), Divertilandia (Expreso y Onda), Ojito Ojito (Ojo) y Ondita (Onda).

Es creador de los siete crucigramas (Cruciescolar, Crucideporte, Crucipersonajes, Crucihogar, Tecnigrama, Cosmograma) que revolucionaron este género del entretenimiento, estos fueron publicados por muchos años en “Expreso”, “Ojo” y “Onda”.

Fue Gerente de Estudios Osito Monky SRL, Editorial Osbar SRL y Editora OM SAC.

Actualmente Osito radica en nuestra tierra Jauja inmerso en diversos proyectos culturales y educativos.

No quisiera acabar este texto sin resaltar la labor emprendida por la Sociedad Unión Artesanos, encabezada por su presidente Carlos Cordero Ramos, que con motivo del homenaje montó una exposición de las diversas historietas y comics de este gran maestro gráfico y además enriqueció esta muestra con diversas expresiones artísticas, así pudimos ver con entusiasmo obras de pintura y escultura de los estudiantes de Bellas Artes y en la explanada exterior de local la presentación de fotografías en blanco y negro a cargo de la agrupación Xauxa Tiempo y Camino, los jaujinos de la provincia y otros tantos que llegaron con motivo de las festividades en honor de Mamanchic Rosario gozaron de esta exposición e hicieron llegar sus felicitaciones y recomendaciones para que estas actividades culturales se desarrollen de forma mas frecuente.

Sigue leyendo