Cómo podría contradecirte si me has influenciado, sería vano fungir de tu adversario. Debería tal vez empezar por decir que eras rey, y por lo general, un rey viene solo de otro rey. Aunque parece entendías que rey o mendigo, sabio o necio, corren igual suerte; pero otra vez, eras rey. Ni por pasar un año o más, entre pobres, encubierto o no, tendrías una cuna y sepulcro distintos. Pudiste hacer algunas de tus ideas escritos, cosa que no lo hacía cualquiera fuera de una corte. El rey murió por los impuestos de los libertos que ya no querían pagarle solo a él, sino a quienes salían de ellos y por ellos, repúblicas, Estados, naciones, organismos humanos todos. Aunque como toda cosa rara y por ello bella y única, se requieren de cuidados, se les da algunas regalías. Son hasta turísticos y los monumentos obviamente necesitan restauraciones y son más valiosos dependiendo de quiénes fueron. Lo que habías dicho, rey, a fuerza tenía que ser más duradero que lo que podría cualquiera de tus vasallos; a menos lo escucharas y te pareciera juicioso y prudente, lo harías un cortesano tuyo, como a una bella mujer igual. De todos modos rey, y ya no mi rey, lo que digas lo oye o lee más gente a la vez. Podría ser también, rey, que lo que hayas dicho, sea en verdad digno de dar crédito, haberlo hecho con otro nombre o seudónimo, no cambiaría el resultado, duraría y se esparciría igual.
Instigador del pesimismo, hace bien que tu ideal, la imposibilidad de sacar cualquier tipo de provecho para el hombre, éste lo evade de buena o mala manera. A menos hayas querido con ello exaltar a tu Rey y Dios, como el Único que sobrevive y vive. Me traiciono; pero y es que acaso no es verdad que el hombre es solo ceniza y barro? Hasta los reyes con ser reyes pueden perder a algún ser querido, perder a un hijo, cosa que se supone no debería suceder. Debe ser más feliz ese vasallo tuyo que no sabe ni leer y que no tiene que mandar a los hombres a matar o morir ni ver peligrado su reinado ni lo que le soporta la corona. Además de instigar al pesimismo, de la que suele surgir la pasividad y ciego determinismo de decir que eso es así porque sí, sin ninguna otra razón más que su verdadera fe o gozo propio. Si hiciera lo que proclamas, muchos se reirían, luego de muchas carcajadas y burlas, se irían o se harían amigos. A quién no le gustaría vivir al menos estar al lado de un rey o príncipe, alguna estrella televisiva o famoso por cualquier motivo? A quién no le gusta tener el último auto o artículo tecnológico de moda? Si se aceptará que el hombre en verdad no saca provecho de sus días bajo el sol, debería arrojar todo quehacer y riquezas. Juntarse con la voz que clama en el desierto, hacer otra voz y dejar a los otros con sus banquetes y finuras. Placeres. Y qué lagartija comería, qué fruta en cuál oasis contigo? Rey, si fueras al desierto a no comer y vivir en verdad por quien se vive, dejar tus esposas, hijos, a ti mismo, vivirías igual?
Parece que todo apunta a que haya cosas unas más grandiosas y eternas que otras, así como de lo que pueda llegar a ser y hacer una persona. Hacer para que otros deshagan. Aunque no puedo llamarlo alabanza a la muerte en vez que a la vida, según lo que escribes, pues seguro no hay más que tu Dios para alabar, al menos la defiendes y prefieres, parece, al estar vivo; pero más extraño, aún, a lo ya extraño de preferir morir a vivir, es ver más amarga a la mujer que a la misma muerte, verla trampa y atadura. Nada más pesimista que alabar al duelo más que a la alegría, otra razón más para burlas y malas miradas. Aun sabiendo de lo que aventaja la luz a las tinieblas, sabes que también nada queda. Que ningún sabio por más que diga que sepa, no descubre ni descubrirá nada. No se deberían apagar todos los centros de estudios si te hiciéramos caso? Lo único que nos queda es disfrutar de la juventud, de lo que podamos conseguir y según con lo que debamos hacer. A ser necio o sabio preferible estar mudo; no es eso tratar de ser neutral? Si no se puede saber lo suficientemente bueno o malo ni ser lo suficientemente bueno o malo, pues quién puede sobrepasar a Dios y de quién se puede decir necio o malo, sería mejor ser uno mismo y no envidiar ni maldecir. Seguro que el cae sin haber sido advertido, tiene menos culpa que el que cae habiéndolo sido. Como podrías congregar, también terminas asustando a algunos, pero a los que congregues no son para tu gozo, no deberían serlo. A quienes congregues serían porque te han creído y entendido. Hasta la escoria, para el hombre, al hacer acero, según su cantidad, puede ser positiva o negativa para lo que se deseaba. Pero seguro hay un mundo o dimensión en la que la escoria es escoria. “… y Dios va en busca de lo que es fugaz”. Ser fugaz es pasar por desapercibido, quien sabe que sabe.