Distinguido hombre público y filántropo, hijo de don Demetrio Olavegoya y de doña Manuela Iriarte; el 16 de abril del año de 1916, en actitud filantrópica dona la cantidad de 100,000 libras de oro para la construcción del sanatorio de la ciudad. El año de 1918 se comienza la construcción del referido sanatorio, aquel visionario y hombre de gran fe, no llegaría a ver concluída la obra de sus sueños. Y es por su esposa, de ascendencia francesa, doña María Lacroix de Olavegoya -con su espléndida generosidad y destinando fondos adicionales, pues el presupuesto para la construcción sobrepasaba el monto donado-, que se aperturó el 5 de enero de 1921 dicho sanatorio al servicio público con el nombre de “Sanatorio Olavegoya”; importante institución de salud, cuya administración y mantenimiento dependía de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima hasta el año de 1964. Es importante destacar la exquisita arquitectura francesa en su construcción, en gran porcentaje de madera y adobe, todos los pabellones de un nivel y techo a dos aguas. Sus árboles, considerados en su momento como valiosos ecosistemas, fueron furiosamente talados, en distintos periodos, por directores que tenían el corazón deshidratado; le daban un toque especial en ambiente de alegría sinigual .
© JAUJA EN BLANCO Y NEGRO.
Registro Fotográfico I – Siglos XIX – XX
Primera Edición, Junio del año 2006.
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Muy interesante. Mi mamá Teresa Iriarte de García y mi abuelo Juan Iriarte Aguirre me contaban sobre este ancestro y de la importante obra del hospital.