Archivo por meses: enero 2009

Recorrido gastronómico por las mejores carretillas de Lima

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La jaujina Doña Pochita junto a la tía Grimanesa y a Don Pablo, lo mejor de la feria gastronómica Perú Mucho Gusto

Tia Pochita

Lima (Peru.com).- ¿Qué tienen en común Grimanesa Vargas (67), Pablo Valverde (49) y Rosana Espíritu (46)? Los tres venden comida en las calles hace 20 años, los tres participaron en la feria gastronómica Perú Mucho Gusto, los tres fueron visitados por Gastón Acurio y los tres tienen a sus clientes chupándose los dedos por el magnífico sabor de sus anticuchos y picarones.

“The happy anticuchos”, así es como sus comensales definen a la carreta de Doña Grima, quien nació en Ayacucho muchos años atrás y llegó a la capital como empleada doméstica de una familia miraflorina. Luego en 1972, cuando ya era una mujer decidió independizarse e inició su camino en la comida al paso, sin saber el éxito que tendría tres décadas después.

“Comencé vendiendo chafainita, pero luego me di cuenta que no era la comida indicada para Miraflores. No tenía pegada y vendía poco. Tres años después decidí vender achoncholi y, por pedido de mis clientes, anticuchos”, narra.

La idea de vender anticuchos no la convencía, paradójicamente a ella no le gustan. Pero, por sus cinco hijos sacó su parrilla y comió mucho corazón de vaca hasta encontrar la receta perfecta. Un poco de ají panca, comino, pimienta, ajo y sal, son ahora el secreto de su éxito.

Secreto que comparte porque además de los ingredientes indicados para preparar un buen palito se necesita la mano de la cocinera, talento que nadie podría copiarle.

“Yo los preparo como cuando una madre le cocina a un hijo. Ese es el sabor de casa…del hogar. Hay quienes lo hacen como sea”, añade.

La tía Grima, como es conocida, sigue siendo humilde como cuando vendía sólo 30 platos de anticucho. Ahora, y luego de ser protagonista de una de las tantas aventuras culinarias de Gastón Acurio, raya con su negocio. Más de 300 personas llegan a diario a la esquina de la cuadra 11 de Enrique Palacios a probar sus tan promocionados palitos.

“Dicen que son ricos”, pronuncia con una sonrisa pícara para luego admitir que no le gustan y que los prueba de vez en cuando para asegurarse que la sazón sea la indicada. “Los he preparado todos lo días durante más de 20 años, ya no hay necesidad de probar, pero siempre es bueno”, dice.

El legado de Grima está asegurado, ya que su hijo Juan Gonzáles se ha vuelto un experto en la preparación del corazón de vaca. Además, todas las noches la acompaña apoyándola con la venta.

Madre e hijo piensan seguir con la carretilla, aunque muchas veces se les ha cruzado por la cabeza abrir un restaurante, pero sus clientes le han pedido que sigan en la calle.

“Yo le he preguntado a la gente que viene si prefiere un restaurante y su respuesta ha sido que no. La razón que me han dado es que los restaurantes te encasillan, se tiene que usar cubiertos, servilleta e ir bien vestido, cuando aquí puedes sentirte libre al momento de comer. Esta es la tradición de las calles limeñas”, menciona Juan.

Los mejores picarones están el Parque Kennedy

Cuando Alberto Andrade, alcalde de Miraflores en 1990, remodeló el Parque Kennedy convocó a un concurso para seleccionar a los mejores dulceros de la capital. Quería darle al centro de su distrito un toque de tradición y criollismo. Puestos de canchita salada, mazamorra, arroz con leche, emoliente y por supuesto de picarones serían el premio.

En ese certamen participó Pablo Valverde, quien fue el ganador en la categoría de picarones y desde entonces no se ha movido del lugar.

Pero la historia de Pablo se remonta a unos meses antes del concurso. Él vendía algodón dulce, pero sus ventas habían bajado significativamente y al enterarse de la propuesta de Andrade decidió ir a Chincha a aprender el arte de los picarones.

“Le pagué a una morena para que me enseñe a prepararlos. Ella era muy buena en lo que hacía y yo un buen alumno. Luego yo le agregué mis propios ingredientes a la receta original como zapallo y camote”, narra.

Pablo, de gestos amables, cuenta que lo que más disfrutan sus clientes es de la miel que acompaña a la masa. “La miel está compuesta por chancaca, membrillo, piña, naranja y guanábana, muchos no creen que utilizo esta última”, explica.

Cuenta que su cliente predilecto era Andrade, quien iba con su familia completa a consumir sus picarones. Ahora, el actual congresista no lo visita, pero aún Pablo le tiene mucha estima, porque no olvida que gracias a él tiene trabajo.

El picaronero también participó en la feria gastronómica Perú, Mucho Gusto y fue el propio Gastón Acurio quien lo invitó. “Él vino un día y probó mis picarones. Me dijo si quería participar y yo acepte”, recuerda con emoción.

Pablo sólo tiene una regla que ha seguido durante los 19 años que está en el Parque Kennedy: “Siempre se debe tratar bien al cliente y nuestro producto lo debe dejar satisfecho, con un sonrisa y chupándose los dedos”.

“Gastón me pidó mi secreto”

En la cuadra 23 de Ignacio Merino, Lince, encontramos a Rosana Espíritu o para sus clientes “La tía pochita”. Son las 7 de la noche de un día jueves y hay una inmensa cola que espera por una porción de antichuchos, rachi y pancita. Todo esto por el módico precio de siete ‘luquitas’.

Este año cumple 20 vendiendo comida al paso. Antes, en su natal Jauja, también lo hacía, tenía un huequito al cual todo el pueblo acudía. “Vine a Lima porque mis hijos ya habían acabado el colegio y debían realizar sus estudios superiores”, cuenta.

No tuvo miedo de empezar de nuevo, ya que para ella se aplica una ley en todos lados: “Donde la sazón es buena la gente va”. Con esta consigna decidió sacar una carretilla y vender en la calle. Su instinto le dio la razón y actualmente vende 600 porciones al día.

“Me establecí en esta cuadra porque aquí tengo un local y porque las autoridades desde el inicio me han apoyado”, expresa.

En cuanto a las tres visitas que le ha hecho Gastón Acurio para su programa de cable, dice que la ayudo mucho porque, como en los demás casos, aumentó su clientela.

“Él me pidió mi secreto, pero no se lo di. Mi secreto está guardado bajo siete llaves”, dice mientras suelta una sonrisa cómplice. Sus anticuchos vienen acompañados por tres tipos de ajíes: huacatay, ají limo y rocoto con queso (tradicional de Jauja).

Pochita anuncia que en marzo va abrir un local de comida, sin embargo, y para tranquilidad de sus clientes, no va abandonar su carretilla, ni mucho menos la calle.

“No puedo dejarlos, ellos me reclaman. Cuando no estoy piensan que el negocio ya no es mío. A eso de las 4 de la tarde algunos clientes me están llamando para preguntarme si voy a estar. No dejaré la carretilla porque ahí empecé y es mi raíz”, comenta.

Si esta crónica no fue suficiente para definir su elección entre huariques o restaurantes de lujo, les sugiero que visiten a estos tres carretilleros de antaño. En Lima ya no quedan muchos con su calidad. Luego de siete horas terminé mi recorrido y sólo puedo decir que quede complacido con los sabores que probé.

Más datos:

– Anticuchos de la tía Grima
Dónde: Cuadra 11 de Enrique Palacios / Miraflores
Teléfono: 99849-3137

– Picarones Don Pablo
Dónde: Parque Kennedy / Miraflores
Teléfono: 988010616

– Anticucho Doña Pochita
Dónde: Cuadra 23 de Ignacio Merino /Lince
Teléfono: 985254305

Fuente: Peru.com

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LA TUNANTADA

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Trascendencia histórica de la cultura popular jaujina

Tunantada

Carlos H. Hurtado Ames
El Colegio de México


Dentro de las diversas manifestaciones de la cultura viva en la sierra central peruana, la Tunantada ocupa un lugar de particular importancia y trascendencia. Si bien es una festividad que se desarrolla en diversos distritos de la provincia de Jauja en varias fechas, es en el Distrito Metropolitano de Yauyos donde toma ribetes de fastuosidad sin igual, en el llamado “20 de Enero”.

Se trata de una fiesta sumamente compleja que involucra muchas cosas: desde la representación del baile; la transformación con las máscaras; las diversas formas de resistencia cultural presentes en la música que ejecutan las Orquesta típicas; hasta los múltiples debates por la búsqueda de una “autenticidad” en la ejecución del baile y en la vestimenta; y la negociación y reafirmación de identidades. Básicamente, la Tunantada está inmersa en lo más profundo de la manera de entender la vida y de afrontar el tiempo en los jaujinos y, sobre todo, en los yauyinos. Por lo mismo, va más allá de la hastiante frase que la identifica como “maravilloso baile”, que se suele escuchar en ciertos encuentros, mesas redondas y congresos que no aportan nada nuevo, fuera de ciertos lugares comunes como es la descripción de la vestimenta y el baile. Se la puede definir, en líneas generales, como una expresión simbólica de cultura popular, relacionada, en forma relativa, con la naturaleza social y la posición estructural de los individuos en un presente, y con su pasado histórico y cultural.

En varias crónicas que hemos localizado en el antiguo periódico jaujino El Porvenir de la primera y segunda década del siglo XX, sólo aparecen referencias a dos cuadrillas de bailantes de la danza, ambas de Jauja y una de ellas dirigida por los hermanos Suárez. El lugar donde se realizaba la festividad no está claro en estas fuentes, pero hay otras informaciones, sobre todo de carácter oral, que señalan que ésta se desarrollaba en ciertos puntos de la ciudad, por ejemplo la antigua plazuela de Santa Isabel, hoy La Libertad. Las páginas de El Porvenir, también muestran que la Tunantada era una fiesta secundaria o accesoria del “Jalapato”, que era el principal atractivo y celebración del momento.

El hecho que ahora la Tunantada sea la principal festividad –ganándole espacio e importancia al “Jalapato”–, así como la existencia de algo de veinte instituciones tunanteras y que la fiesta se desarrolle en el distrito de Yauyos, anexo a la ciudad, sugiere varias cosas. En principio, es una muestra del proceso de complejidad del que ha sido parte, y como la festividad se acomodó a un espacio favorable a su desarrollo. Esto se explica por el hecho de que las fiestas son procesos históricos y, por lo mismo, dinámicas y cambiantes. Por ejemplo, hay varias evidencias que muestran que antes en la ciudad de Jauja se bailaba no sólo la Tunantada, sino la Huayligía y el Corcovado; al menos de acuerdo a lo que recogió el viajero alemán Von Tshudi a finales del siglo XIX. Actualmente, estas fiestas han sido desplazadas a los distritos de la provincia y la que se ha impuesto es el Carnaval Jaujino, siendo la única y principal fiesta de la ciudad (fuera de la fiesta patronal en homenaje a la Virgen del Rosario que es parte de otro proceso, que ciertos aficionados a la sociología no conocen ni menos entienden). Es decir, el baile del carnaval jaujino estableció un mecanismo que fue más exitoso al momento de aglutinar y negociar identidades en la población jaujina, ante lo cual las otras danzas dieron un paso al costado, Calistrada incluida (antiguo componente del carnaval).

Esto quiere decir que la Tunantada se bailaba en la ciudad y de ahí se desplazó al distrito de Yauyos. El hecho de que actualmente las dos instituciones tunanteras más antiguas sean de Jauja –el “Centro Jauja” y el “Hatun Xauxa”–, no hace sino confirmar esta suposición (las instituciones más antiguas de Yauyos son posteriores a la mitad del siglo XX). Esto no significa, lógicamente, que el origen de dicho baile sea propio de la ciudad. Esclarecer ello ameritaría una investigación acuciosa, en desmedro de las múltiples fantasías e inventivas que se suelen decir sobre la aparición de la danza. Por ejemplo, los supuestos entendidos repiten casi mecánicamente y sin mayor reflexión que la Tunantada es de origen colonial; o sea que se originó en las ferias dominicales virreinales donde convergían gentes de diferentes geografías, los que al final de las ventas, se ponían a bailar. Así se explicaría la presencia de personajes tales como el argentino, el boliviano, la cusqueña, la chupaquina, la huanca, etc. Sin embargo, a pesar que suena bonito, esto no se puede demostrar verídicamente, y es difícil que se pueda hacer además, por lo que se puede pensar se trate de un relato mítico –es decir, uno que recrea un pasado de acuerdo a las necesidades explicativas del presente–, y que hoy en día los folclorólogos lo han asumido ingenuamente como verdad. En todo caso, una discusión de esta naturaleza es anecdótica. Desde nuestra perspectiva, más importante es dilucidar los conceptos de proceso, cambio y acomodamiento ligados a un evento de esta naturaleza.

Ahora bien, se puede plantear que esta fiesta tuvo un proceso similar al del Carnaval en la ciudad una vez ya en Yauyos; es decir estableció mecanismos que permitieron a los actores sociales –jaujinos, pero principalmente yauyinos– reafirmar una identidad local. De esta manera, desplazaría en importancia a otras manifestaciones ahí presentes, por ejemplo el Jerga Kumu, hasta llegar a convertirse en lo que actualmente es. La frase que propugna la Municipalidad de “Paraíso y capital de la Tunantada”, y el hecho de que las autoridades ediles de dicho distrito, de un tiempo a esta parte, se retraten con el tongo del “chuto” –uno de los personajes más representativos de la fiesta–, muestran que ésta a permeado todos los ámbitos de la vida social y se ha establecido en un símbolo parte de la cotidianeidad; es decir en el principal elemento de la identidad de este espacio local.

Es claro que hay un proceso histórico que involucra diversos elementos para una situación de esta naturaleza. En principio, el crecimiento de la fiesta ha ido a la par con el cambio musical que se ha dado en la región desde finales del siglo XIX y principios del XX, sobre todo con la aparición de la “Orquesta típica” (antes de la misma existía el llamado “Conjunto musical”, que se constituía básicamente por guitarras y quenas), y la introducción de instrumentos tales como el clarinete y el saxofón al repertorio musical serrano. En resumidas cuentas, la Orquesta típica permitió el crecimiento y masificación de este tipo de manifestaciones en la región, mediante lo que conceptualmente se denomina como mestizaje cultural. Como han probado las investigaciones de Raúl Romero, en la generación de una vigorosa soberanía cultural regional –hablando en un plano lato–, la presencia de la música es vital. Es decir, el proceso por el cual la Tunantada se hizo compleja y comenzó a tener mayor presencia en la dinámica cultural y social, es propio del siglo XX.

Una muestra de ello es el también cambio y adaptación presente en los personajes que danzan en las cuadrillas. Así, el “payaso”, el “doctor” o el “chuncho”, han desaparecido o tienden a desaparecer; mientras que otros se hacen exitosos y complejos, como el “príncipe”, el “chuto” o la “huanquita”, contándose hasta más de once pasos en la ejecución del baile de alguno de ellos. Se puede suponer que en el futuro, los personajes evolucionaran aún más, sin desligarse, por supuesto, de los debates sobre autenticidad que caracterizan este tipo de manifestaciones.

Otro aspecto que es de suma importancia en esta danza, es la transformación mediante el uso de la máscara y careta. En realidad esto es lo que define a la fiesta, esa cierta mudanza que permite el uso de un adminículo de esta naturaleza, el transformarse por unos cuantos días. Esto, sumado al hecho de que la fiesta dura cinco días, y siguiendo los postulados de la teoría semiótica de la fiesta (aquella que plantea que los fenómenos culturales son fenómenos de comunicación, es decir, sistemas de signos), permite plantear que la Tunantada es una fiesta, sobre todo, de inversión. Es decir, hay una vuelta del orden, una interrupción de las actividades normales por la fiesta en los actores sociales involucrados en ella, y principalmente, una transformación. Esto funciona así por que hay todo un año de observancia ritual que permite esta suerte de desfogue, y por los pocos días en que ésta se lleva a cabo. Se agrega el hecho de que en Jauja y Yauyos no hay otra fiesta que tenga esta connotación de rompimiento del orden. En este sentido, el carnaval jaujino tiene una connotación diferente.

Más Datos:

La Tristeza del Tunantero

Jauja y sus Productos Bandera I

Nueva Junta Directiva en la “Asociación de Tunanteros del 20 de Enero, Jauja – Yauyos”

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La web de la Municipalidad Provincial de Jauja: Un comentario

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Pagina Web de la Municipalidad de Jauja

Carlos H. Hurtado Ames

Me parece que es un antropólogo americano quién señalaba que la modernidad actual es el descubrimiento del mundo como imagen. Es un planteamiento que se sustenta en la fuerza que ha tomado la inmediatez de los acontecimientos ocurridos en cualquier parte del orbe, los que pueden ser aprendidos y conocidos rápidamente por la masificación de los medios de comunicación.

Dentro de los mismos, sin duda alguna, es internet el que desde hace buen tiempo ocupa un lugar trascendente y fundamental. Por lo mismo, es impresionante la manera como uno puede comunicarse, aprender y conocer de otras realidades mediante la red de redes. De esta manera, podemos enterarnos de muchas cosas de determinados espacios a través de una página web. En el caso de los ámbitos locales: de su patrimonio, de su historia, de sus recursos y diversas potencialidades; lo que son, en definitiva.

Esto viene a colación a propósito de la imagen institucional de Jauja presente en la web de la Municipalidad Provincial. Si bien es entendible que el principal fin sea el destacar ciertas actividades realizadas por el Alcalde y compañía, no se entiende porque no hay mayor información de ningún tipo sobre Jauja. Por ejemplo, aparte del diseño, que no es de los más óptimos que digamos, no hay mayor información sobre su historia; sobre su patrimonio material, ya sea el arqueológico o el monumental; su patrimonio vivo o de algún calendario festivo; ni de sus intelectuales ni de la gran producción literaria y artística que la caracteriza. Huelga decir que tampoco hay información turística, ni cosa parecida. Nada de nada. El asunto es muy delicado, porque se trata de la imagen que se transmite de Jauja al mundo. Verla es llorar, aunque parezca increíble. Tantas cosas que se podría hacer y decir a través de este medio. Que diferencia con lo que viene haciendo la Municipalidad de Concepción en este sentido, que utiliza las tecnologías de la información para destacar y transmitir su patrimonio, con el fin de captar la mayor cantidad de turistas que recalan en nuestro valle, con la ingeniosa frase “Capital del valle del Mantaro”, y la permanente actualización de sus actividades culturales.

Creo que, principalmente, la presencia de Jauja en internet debe constituirse en un espacio que tenga por fin el acercamiento a una reflexión sobre ella y los jaujinos que la constituimos como tal. Una reflexión que conlleve a poner sobre el tapete, en primer lugar, los aspectos más importantes, tanto en lo social, económico y cultural, de las principales problemáticas de la ciudad y la provincia. En segundo lugar, que difunda los aspectos más importantes de la realidad jaujina en su ámbito cultural y humanista; además de su patrimonio múltiple. Una aproximación de esta naturaleza, aunque acotada y parcialmente, la podemos ver en la página web del Sr. Domingo Martínez y en la del Sr. Manuel Rojas; y más recientemente el blog del Sr. Sergio Núñez. Sin embargo, hay muchas cosas que faltan, por lo que la correcta participación de la autoridad política, en esta situación, es imperativa.

Lógicamente no es suficiente con las buenas intenciones, que, en el mejor de los casos, es la característica de la actual gestión edil. Si bien no estamos inmersos directamente en el proceso que se vive dentro de la Municipalidad, es claro que uno de sus grandes problemas –ahora al igual que antes–, son las clientelas y favores políticos, por las cuales ciertas personas, en mérito a casi nada, “encuentran trabajo” en la misma en cada nuevo periodo edil. No es necesario ser taumaturgo ni nigromante para inferir que quienes están detrás de la elaboración y construcción del espacio virtual municipal, son parte de ello. Creo que el día que se haga un filtro mediante concurso público para las diversas “oficinas” municipales, donde no prime una filiación política que, por supuesto, no garantiza calidad ni eficiencia, la situación –Jauja en general– mejorará.

Ahora, si el espíritu que trasunta la página web en cuestión, es el mismo de los que actualmente gobiernan la provincia, pudiéramos pensar que las cosas no son para nada positivas. Por lo mismo, preocupa mucho que las principales obras de esta gestión edil sean la donación de “kids deportivos”, al menos como se puede desprender de la información que se publica en la misma web. Por lo pronto, y para ser honestos, no se aprecia una obra realmente trascendente. Esperemos, pues, que no se defraude las expectativas que tenían algunos pocos conciudadanos en esta gestión edil y que, sobre todo, no sea una más de las tan nefastas que han pasado por Jauja; esas que habían visto a la política como una manera de ganarse la vida, y a la Municipalidad como un botín. Esperemos que no.

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LA CACERIZACIÓN DEL VALLE DEL MANTARO

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El Brujo de los Andes –es cierto- está aquí, allá y en todo lugar. ¿Qué hay detrás de todo esto?

Mapa Junin

Julio C. Dávila-Mendiola W.*

Decidme los nombres de las plazas, parques, jirones, avenidas, ríos, parajes, cerros de vuestro pueblo; y os les hablaré de la sabiduría invisible que les rodea, quiénes fueron, son y serán; elemental pedido, para de esta manera iniciar una intensa y permanente reflexión en lo que se viene convirtiendo de una manera sistemática, silenciosa y sutil en la nueva fachada del centralismo wanka, perniciosa y arrogante, por decirlo de alguna manera.

Recordemos que la provincia de Jauja, en el pasado, desde el siglo XVIII, la conformaban como distritos, entre otras ciudades Huancayo y Concepción; aquella ciudad, considerada también durante la época de la independencia como una de las más extensas de los andes centrales del Perú, tenía un área de aproximadamente 4,000 kilómetros cuadrados.

Huancayo fue distrito de Jauja hasta el año de 1864, cuando en esa ocasión el senador jaujino don José Jacinto Ibarra, representante por el departamento de Junín, presentó ante su Cámara el proyecto de Ley para su provincialización. Aquí, antes, el 10 de noviembre del año de 1839 se promulgó la Carta Fundamental de la Nación, conocida como la Constitución de 1839.

Concepción lo fue hasta 1951. Ya, antes fue de vital la participación del jaujino y Diputado por Jauja, Juan de Dios Salazar Oyarzábal, quien entre los años de 1915 y 1920 promovía su provincialización**. Jauja, entonces, obviamente es Madre antigua y Madre política de Huancayo y Concepción.

Sin embargo, hoy en día, todos somos testigos de la permanente e insidiosa campaña de nacionalización wanka en todo el Valle y alrededores. Frases publicitarias como: Huancayo trata bien al turista, Bienvenidos a la Nación Wanka, Construyendo el futuro de la Nación Wanka y otras; todas ellas a modo de “pintas” en jurisdicciones distintas a la provincia de Huancayo: en Concepción y Jauja, principalmente, en los distritos de éstas y situadas en la carretera central, tanto en la margen izquierda (El Mantaro, San Lorenzo, Apata) como en la margen derecha (Mito, Sincos, Huancaní, Huaripampa). Inclusive, amigos del engaño publicitario, tuvieron la osadía de colocar un panel de regular tamaño (3m. X 5m. Aprox.), en el límite entre las provincias de Jauja y Tarma, en el paraje denominado Inkapatacunaj, el nivel más alto de la carretera, con el mensaje en dirección a Jauja: Bienvenidos a la provincia de Huancayo. Testigos somos de que una expedición reinvindicativa logró cambiar temporalmente dicho mensaje que encerraba fraude y mala intención, arriesgando seguridad personal y financiada con recursos propios. Por otro lado, el frustrado panel de Electrocentro, de 3m. x 5m., aproximadamente, construído en el óvalo de Maquinhuayo, a escasos metros en dirección a la entrada del aeropuerto internacional “Francisco Carlé” (intentan cambiarlo por el de Regional del Centro), con el slogan: Bienvenidos a la Nación Wanka, si no es por la prensa radial de la ciudad de Jauja, que en su momento alzó su voz de protesta por este atropello territorial enfilado al engaño comercial, constituiría un mensaje falaz al visitante. Al final fue cambiado por el de: Bienvenidos al valle del Mantaro.

Todos sabemos por historia cuál fue el nombre primigenio de este paraíso, llamado con suma propiedad, -y esto figura en las crónicas antiguas entre ellas del siglo XVI, de viajeros españoles y de otras nacionalidades- valle de Jauja, con su río del mismo nombre y posteriormente cambiado en las primeras décadas del siglo XX por una extraña y ahora familiar denominación de origen selvático: Mantaro, valle del Mantaro y río Mantaro, destruyendo de esta manera una continuidad en la sabiduría de nuestros antepasados, la de adoptar nombres con una precisión divina; tomemos por ejemplo: el nombre de Yacurán, barrio del distrito de Yauyos en Jauja y cambiado actualmente por el de Buenos Aires; significa. la unión de los hilos de agua de los manantiales Ullahuala y Layja, dando origen a un arroyuelo denominado Yacurán: yacu = agua, ulán o urán = que baja; Yacurán = aguas que bajan. (El Tunantero III, 2002: pp-75).

Y ahora, al parecer en pleno siglo veintiuno no les fue bien a los activistas de la nacionalización wanka (wanka por Huancayo), definitivamente encontraron muchos tropiezos y rechazos; hoy en día, ellos ensayan una nueva y subterránea tendencia a la que nosotros llamaremos por decir, de una manera explicativa: cacerización.

Veamos cómo se va cacerizando el Valle; es natural que la memoria del héroe Andrés Avelino Cáceres sea preservada a través de su nombre en calles y avenidas, en plazas e Instituciones, así como también en bustos y monumentos, a lo largo y ancho de este bello lugar; en las provincias de Chupaca, Concepción, Huancayo, Jauja y algunos de sus distritos. Por mencionar, en la provincia de Huancayo, en el distrito de El Tambo se tiene al parque “Mariscal Cáceres”; por la margen derecha, el puente “De la Breña”; en pleno centro comercial el “Paseo de la Breña” y el I.S.P.P “Héroes de la Breña”; por la margen izquierda, el I.S.T.P “Andrés Avelino Cáceres”. En Jauja, en su plaza de armas, se conserva una estatua del mencionado héroe; una avenida del mismo nombre en el barrio de Huarancayo; el fuerte “Cáceres” en “la Av. Héroes de la Breña”. Semejantes nombres podemos encontrar en Huaripampa, Acolla y otros distritos. Hace poco tiempo, mediante una decisión arbitraria, reflejo de improvisación con afán mega comercial se cambió el nombre del puente “Stuart” por el de “Mariscal Andrés Avelino Cáceres”; la carretera central, margen derecha, con dirección a la ciudad de Huancayo, por el de carretera “Héroes de la Breña”; esto solucionaría indudablemente una permanente confusión, toda vez que, actualmente, Huancayo pretende ser ciudad de destino o sea de llegada, cuando no lo es, esto es evidente cuando un turista se dirige de Huancayo a Jauja, antes de tomar el ómnibus se pregunta ¿y ahora por qué margen voy? …mejor, voy por la margen izquierda (según los cartelitos en los buses), ya en el transcurso del viaje se da cuenta que dicha margen no es la izquierda sino la derecha, entonces concluye que Huancayo no es una ciudad de llegada, lo es otra. Lo es la ciudad de Jauja. Amén de otros lugares con el mismo nombre en las provincias de Chupaca y Concepción.

En suma, estamos frente a una nueva modalidad del pernicioso centralismo wanka; con el afán brutal de centralizar el comercio y acaparar los fondos públicos del Gobierno Central, se usa y abusa el nombre del insigne héroe de la Breña. Todas estas maniobras preparan como destino principal e importante a la ciudad de Huancayo, extrangulando económicamente a alrededor de 200 pueblos típicos. Ya es evidente el caminito floriadito de retama -Caminito a Huancayo- por la margen izquierda, al cual le dan riego con mucho empeño, utilizando un cisterna financiado con capitales wankas, y no sería raro que un futuro próximo la margen izquierda adopte de manera imperativa el nombre oficial-comercial de “Caminito a Huancayo”.

Queremos dejar en claro, que si bien toda la angostura (es decir el Valle) integra a varios distritos de las tres provincias, cada uno de estos pueblos mantiene su identidad y poseen diferencias que, de una u otra manera, pueden potencialmente elevar el nivel de vida de sus propios habitantes sin la necesidad de emigrar a otros lugares. Generalizar uno de los valles más hermosos del Perú a costa de un nombre que merece ser memorizado de otra manera y teniendo en cuenta los nombres típicos que posee cada uno de estos bellos lugares, definitivamente, no estamos de acuerdo con la cacerización. Cacerizar el Valle significa, aplicar una dosis mortal de centralismo adicional al limeño para la sobrevivencia económica de todos sus pueblos; pueblos que ansían sobresalir en su desarrollo con sus propios nombres, herencia ancestral con elevada sabiduría. ¿Qué actitud, qué posición necesitamos adoptar los pobladores de éstas provincias?, es indudablemente un tema para otro artículo.

Y a modo de sentencia podemos decir que, Jauja como Madre antigua, como Madre de la Historia y Madre política, se merece muchísimo respeto; el respeto desde los nombres primigenios, Al César lo que es del César diría mi abuela mochica Juana Paula Bernilla Julca, y con el irrebatible gesto de vieja guerrera nos incitaría a recuperar el antiguo y generoso nombre de todo este paraíso, el de valle de Jauja.

Finalmente, es necesario tener en cuenta las palabras del Doctor en Ecología, Antonio Brack Egg, autor del libro Perú, Legado Milenario; a la pregunta ¿Qué ha encontrado en sus viajes por el Perú?, él responde: Que hay muchísimos peruanos que están comenzando a generar nuevas ideas para hacer producir este país. Tú encuentras, en la sierra y en la selva, comunidades locales, grupos, pequeñas empresas, que están empezando a exportar productos orgánicos y naturales cuya demanda mundial está creciendo fuertemente. Pero de Lima se sabe muy poco porque está entretenida en chismes políticos, cuando en el interior del país están absolutamente hartos de eso. Si esto sigue así puede producirse un movimiento provinciano de rebelión contra el centralismo en forma total. Esta pregunta forma parte de una entrevista publicada en una revista semanal de un periódico de tirada nacional, en setiembre del año 2005. Para muestra el primer botón y guerra avisada, no mata gente.(22/07/2007).

* Director Ejecutivo de Halckon Editores, editor freelance, editor del Boletín de distribución gratuita Asalto; graduado en Administración, especializado en Marketing y Finanzas; es además un conspicuo activista por el desarrollo de la cultura en el valle del Mantaro.

** Agradezco al señor Antonio Peña Zamudio el acceso a su biblioteca personal para obtener este dato.

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La Usurpación de Huancayo

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Comunicado del INC Jauja

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INC Jauja

A la opinión pública

La coordinación de Jauja del Instituto Nacional de Cultura de Jauja manifiesta públicamente su preocupación, rechazo y protesta por la intención de desalojar a esta institución del local que viene ocupando en el jirón Ayacucho 874, por parte de la Municipalidad Provincial de Jauja.

Ahora, un hecho de esta naturaleza no es extraño, ya que desde que nos hicimos cargo de la dependencia del INC en Jauja, constantemente funcionarios de la Municipalidad han tenido intenciones de hacerla desaparecer con maniobras de diverso tipo, con el fin de hacerse de ésta oficina con fines extraños y desconocidos. Hoy, parece que consumarán sus planes.

La situación es paradójica, ya que uno de las principales recomendaciones del Plan Urbano de Jauja del que se viene ufanando el Alcalde, es la de potenciar la participación de esta dependencia, “revalorando su participación en la gestión del desarrollo cultural de Jauja, facilitando recursos para su participación así como, dotándole de infraestructura física adecuada” (ítem 2.3.7). Al menos está claro que sólo se trata de meras palabras. Ahora quieren trasladar las oficinas del INC Jauja al costado del Mercado Modelo, junto a unos restaurantes, quitando de esta forma la prestancia que se merece como institución (local abandonado y en pésimo estado que no cuenta con las comodidades requeridas).

Nos preguntamos cuál es la política cultural que asumido esta gestión, ya que sobre el particular no hay ninguna muestra de ningún tipo. La intención de cerrar la oficina del INC Jauja es un ejemplo claro de lo poco que les interesa la cultura y el patrimonio de Jauja.

Finalmente, conviene dejar en claro que los ambientes de la Municipalidad no son de propiedad del Alcalde ni de los funcionarios, que son aves de paso temporales, sino de todos los jaujinos.

Por otro lado tal como es de conocimiento del alcalde provincial y tal como consta en carta enviada por la dirección regional se informo sobre la instalación de una sala de exposiciones itinerantes en la cual en un primer instante se exhibieron muestras de cerámica precolombina y posteriormente se instalo una muestra de artistas y artesanos jaujinos; ante la carencia de un ambiente para el funcionamiento de la muestras del “Grupo Julio Espejo Núñez” se les propuso el funcionamiento del museo en dicha instalación, pero se les condiciono a que sus muestras estén inventariadas y catalogadas según las normas del INC proceso en el cual nos encontrábamos ya que solo faltaba la verificación por parte del personal especializado del INC.

Lamento que este y muchos otros proyectos queden truncos por la desidia y el nulo apoyo a la cultura de las autoridades provinciales, también dejo constancia que el suscrito ha puesto su cargo a disposición del INC Regional, cargo que ocupe desde el mes de junio del 2007 sin recibir ningún sueldo alguno solo motivado por el querer hacer algo por el desarrollo cultural de la provincia de Jauja.

También dejo constancia que durante mi gestión se ha brindado información cultural y turística de la provincia de Jauja a estudiantes, investigadores y profesionales de la provincia de Jauja y de otros lugares, información distribuida gracias al apoyo de instituciones como la Cámara de Turismo de Jauja y la dirección regional de Cultura Junín.

Atentamente,

Manuel Rojas Calderón

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La Historia de Los Tunanteros de Huarancayo

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Los Tunanteros de Huarancayo: una historia circular e infinita.

Chutos del Pais de Jauja

Por: Julio C. Dávila-Mendiola W.
e-mail: elhalckon@gmail.com

Huarancayo es un circulo infinito de historia y cultura. Tan solo hablar del nombre es hablar directamente de Jauja y de su historia. Y es asi que desde las primeras décadas del siglo XX, hasta aproximadamente antes del año de 1952, todos los ciudadanos de Jauja ya cantaban el huayno “Huarancayo de mis penas”, a modo de himno, de canción-emblema; y es muy probable que muchos de nuestros abuelos aún lo recuerden, aquellos que frisan arriba de los 85 años.

Hablar de Huarancayo es hablar también del barrio del mismo nombre y que significa: Guaran, mil; y Cayoc, sinónimo de marca o ayllu, es decir Guarancayoc significa la familia de los mil ayllus, desde los cerros de Ricrán hasta el mismo centro de nuestra ciudad como tierra primigenia; quien sabe, y Dios mediante, algún día tengamos mil por cien tunantes bailando en la plaza del 20 de enero, sintiendo y pensando sólo en el barrio de sus abuelos, de su infancia y de sus amores, el barrio de su vida, de nuestras vidas.
Escribir sobre Huarancayo es también escribir sobre su Asociación Fraternal Barrio de Huarancayo, octogenaria institución creada en el año de 1928 con la finalidad de propiciar fraternidad, cooperación y respeto mutuo entre cada uno de sus socios y cobarrianos, asi como también incentivar el trabajo colectivo y el desarrollo de obras de bien social.

Tunantada 2009
Danzante de la Institución “Los Tunanteros de Huarancayo

Y hablando de Los Tunanteros de Huarancayo y de su fundación; a finales de los años 90 y comienzos del año 2000 ya se impulsaba la idea, del entusiasmo de varios socios y cobarrianos, el fundar una institución tunantera; tardaríamos hasta el año 2006, en el mes de octubre, el mismo día del aniversario de nuestra Asociación Fraternal, que de inmediato hicimos una singular colecta para comprar nuestro primer libro, asentamos el Acta de Fundación y procedimos a firmar con la sangre y con el entusiasmo de tunanteros, en un ambiente de alegría sinigual, en fiesta de chutos-chapetones-jaujinitas, un domingo 8; bajo la advocación de nuestro Santo Patrón, La Milagrosa Cruz del Señor de Huarancayo, y en las instalaciones de nuestro local. Entre los socios fundadores tenemos a: César Mellado Hurtado, Raúl Villanes Calderón, Julio C. Dávila-Mendiola, Miguel A. Dávila-Mendiola, Gladys Baltazar Taipe, Sergio Anchiraico Cosquillo, Fidel Misari Chuquipoma, Norma Palacios Wissar, Estela García Sanabria, Ramiro Bullón Canchaya, Rubén Yaringaño Egoávil y Carlos Hurtado Ames.

De su Orquesta y de sus famosos temas, de La Sinfónica del Folclor, de su director don Isidro Mucha Carhuancho; de su compositor don Marciano Barzola Esteban, “Ojitos de cebada”, “Huáscar celeste”, “Caty”, “Nicold”, “Peripito”, “Amor mío”, “Mi Huarancayo”, “Para que nunca más me olvides”, entre otros, lo dejamos para un espacio único y muy especial, hay mucho que hablar y escribir al respecto.
De sus primeras presentaciones y sus ex-presidentes; después de fundada la institución en octubre del año 2006, en los días y meses siguientes, noviembre y diciembre se desarrolló un intenso trabajo de organización y de coordinación para la primera presentación de la institución en enero del 2007, siendo elegido presidente el Sr. Rubén Yaringaño Egoávil para el período 2006 – 2007; en ésta primera presentación se tiene que destacar el esfuerzo sin fronteras, un trabajo entusiasta y motorizado de su presidente al lado de las socias Gladys Baltazar Taipe y Norma Palacios Wissar. Posterioremente se elige como presidente al socio, Sr. Miguel Ángel Dávila Mendiola, para el período 2007-2008. Y actualmente Carlos Enrique Palacios Ampuero se desempeña como presidente para el período 2008-2009.

Tunantada!
¡Vive la Tunantada!

Siendo en las dos primeras presentaciones y al lado de la Orquesta Sinfónica del Folclor, con los maestros Isidro Mucha Carhuancho y Marciano Barzola Esteban, en donde se causó el mayor impacto y se generó una singular simpatía, saludos de adhesión vibraron en todo lado. La entrada de Los Tunanteros de Huarancayo, del nombre de Huarancayo a las ligas mayores de la Tunantada fue sensacional y de enorme valor espirtual.

¡Tunantada!
Huatrila realizando un vistoso paso

De su lema: “Siempre algo más por descubrir”: bailar la Tunantada es un supremo arte en movimiento, bailar para uno y para los demás conforma la expresión máxima del espíritu sausa, del hombre Jauja; bailando soñamos con los pies, dibujamos nuestras alegrías y pintamos nuestras tristezas; dibujamos la vida con los pies y la pintamos con los movimientos. La tunantada no tiene un inicio, jamás tendrá un final, es un descubrimiento circular e infinito. (9/01/09).

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De vuelta a la rutina…

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Feliz 2009!

Después de dos semanas ocupadas debido a la fiesta navideña 2008 y el recibimiento del año nuevo, que en mi caso sirvió para viajar a mi querida Jauja para estar con los familiares y amigos, nuevamente reaparezco a fin de compartir dos tarjetas que me gustaron muchísimo y que recién las posteo debido a que no tuve tiempo de subirlas.

La primera corresponde a la enviada por la familia Dávila Mendiola desde Jauja. La segunda nos envío una querida amiga jaujina desde Lima. En ambos casos, la mística es la misma, Jauja siempre está presente en cualquier lugar, especialmente en estas fechas que sirvieron de reflexión y sobre todo para juntarnos entre familiares y amigos de toda la vida.

Niño Jesus

FELIZ AÑO JAUJA!!!!!!!!!!!!

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