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Darío Núñez Sovero
Un extraordinario día nos tocó vivir el día de ayer 21 de Octubre. Las festividades de la Virgen del Rosario de Manchay – Lima, luego de una semana de actividades celebratorias, se coronaron con un programa extraordinario que será imposible olvidar y -mejor al revés- recordar siempre por su esplendor, colorido y la calidez de la alegría de un pueblo que vibró bajo la proverbial presencia de la imagen de su santa patrona.
Con la alegre presencia de un rutilante sol, cuya blonda cabellera dorada no perturbó a la asistencia, el día empezó con un singular concurso de alfombras, que se realiza por tercera vez y en el que participaron 49 instituciones manchainas, cada una pugnando por honrar el paso de la santa imagen y, a la vez, poner en evidencia la inquietud artística de sus miembros, lo cual sin ninguna duda problematizó el trabajo del jurado calificador. El colorido grupo de alfombras de esta presentación puso en el tapete el compromiso de docentes, estudiantes y comunidad participante, quienes de este modo dieron realce al día central de festividades y causaron asombro y admiración a los miles de asistentes a la plaza de Los Huertos de Manchay, en cuya parte principal se alzaba un imponente y vistoso estrado, como no podía ser de otro modo, y desde el cual el Primado de la Iglesia Católica, Cardenal Juan Luis Cipriani, realizaría la misa celebratoria del Aniversario de la Patrona del pueblo que ya se había apostado en cómodas sillas y galerías instaladas adrede para la ocasión.
Concluida la santa misa, el Párroco del distrito, R.P. Jose Chuquillanqui Yamamoto, hizo uso de la palabra para agradecer la presencia y apoyo del Cardenal a quien, en recuerdo de esta gentileza, hizo entrega y colocó sombrero y uishcata jaujinas que, el Primado, recibió con beneplácito y, a su vez, devolvió la deferencia con la entrega de un hermoso Cristo crucificado tallado en madera de aliso por artesanos de Molinos-Jauja. Momento emocionante que conmovió a la asistencia que premió a ambos gestos con resonantes aplausos; mientras una Banda de Música traída ex profesamente desde Jauja, hacía resonar en el aire almibaradas melodías jaujinas. Luego, la multitud se aprestó para dar inicio a la procesión que tuvo como corolario nostálgicas canciones entonadas por la novia del Perú, Amanda Portales, así como la presentación de las estampas de Jauja: la tunantada y el corcovado, subiendo la alegría al clímax.
Iniciada la parte social, la concurrencia se sirvió un exquisito almuerzo matizado con música de carnaval jaujino que reactivó el amor y la nostalgia por la tierra que nos viera nacer, mientras la concurrencia, entrecruzaban cordiales saludos y chanzas. En síntesis, fue un día que nos hizo sentir como si estuviéramos en nuestra centenaria ciudad; un día que quedará tatuado en el altar de nuestra memoria por la intensidad de las emociones vividas y el reconocimiento de una organización celebratoria de ribetes perfectos que, lo reitero, no podremos olvidar.
Por habérnoslo deparado con mucho acometimiento y diligencia expresamos nuestra abierta y pública gratitud a la persona del R.P. José Chuquillanqui Yamamoto y el equipo organizador de estas celebraciones, que reactualizan nuestras costumbres en escenarios capitalinos abriendo espacios de admiración por nuestras manifestaciones culturales que son tan importantes para alimentar nuestro amor terrígeno y el orgullo de haber nacido en estos pagos de incomparables paisajes y costumbres.
Fotos: Martín Valenzuela Gave
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