Patrona de Jauja
Sábado día de víspera, con fé y devoción vistiendo a MAMANCHIC ROSARIO. Foto: Cortesía: Cultural Jauja
Relampaguea la lluvia
en una ave maría cristalina
y del oeste de la esperanza
caen como rosarios luminosos
limpias voces de hombres
que dejaron sus tristezas
en las orillas grávidas de mayo.
Caen sobre mi pueblo de rosas
—Santa Fe de Hatun Xauxa—
azules huellas de orbes infinitos,
ecos lejanos, heridas perdidas,
rostros que agrietan su orgullo
en dulcísimos cantos.
Y tras la esquina de la agonía
y el perdón a las espadas
se levanta el nombre de la doncella
dulce Patrona, hermana de la brisa
y los relámpagos.
Ella luce
corona de fuegos azules
ramilletes de agua pura
serenatas de alas y espigas
azafates de dulces molletes
petardos de lirios
castillo de malvas y granizo.
Para ellas son
culcuchas de oro, aldeas de luna
mantos de nácar, música de vientos
aldabitas de platas, trinitarias de ensueño,
quinuales que abruman sus miradas
con grano de miel, lilas y claveles.
Para ella
retamares absolutos
alados torrentes
mi pecho de cardos perennes
mi sangre encendida de guitarras
mi corazón sencillo
todo mi polvo anticipado
y en su nombre esparcido
en pedrerías de cantos y luz.
A Mamanchic Rosario
le pediremos que baje vestida
de auroras y llicllas de colores
que venga a nuestra jadeante tristeza
con canastos de bollos y estrellas
que baje a bailar entre vésperos y albas
nuestra música de esperanza.
A ella le pediremos
que viva entre nosotros como
una virgen luciente e inacabable
y que de sus manos vengan
horizontes de ovejas, valles de trigo
sementeras azules, chozas sin hambre
agua de luceros, niños sin tristeza.
A ella le pediremos
firmamentos de otros mundos
verdes cedrones que aromen los sueños
múltiples voces, ardua batalla
abiertos fusiles contra el odio
vergüenza, muerte, disparo
féretro para la injusta injusticia,
y tal vez
bellos graneros donde se guarden
la rubia arcilla de la paz y el amor.
Nota de edición: El presente poema fue publicado en el libro Aguacero de Jaime Galarza Alcántara; el mismo que fue enviado por Carmen Cáceres Mayor, a quien agradezco públicamente por compartir estas hermosas palabras en referencia a la Virgen del Rosario de Jauja.