rinconcito de mi valle que yo quiero….
pedacito de cielo,
alegría del corazón….”
Desde que llegué a España he escuchado varias veces la frase: “¿crees que esto es Jauja?, lo que al principio me llamó mucho la atención porque resulta que Jauja es la tierra de mi madre. Cuando pregunté de donde venía este dicho, nadie lo sabía con exactitud ni mucho menos que Jauja existe y se encuentra en el departamento de Junín, (sierra central de Perú, justo arriba de Lima). Así que, manos a la obra, me puse a averiguar y aqui les cuento lo que encontré.
Según cuentan los cronistas españoles, cuando en octubre de 1533 Pancho Pizarro llegó por esos lares, venía muy cansado y sediento de atravesar el desierto. Al ver la campiña verde y el cielo azúl de lo que por entonces era el valle de los Hatun Xauxas , dijo: “en todo lo que anduve no me pareció mejor disposición para asentar pueblos”. La abundancia de alimentos que los españoles encontraron en los almacenes inkas, el buen clima y el hecho de que sus pobladores los huancas, fuesen enemigos históricos de los Inkas fue otro motivo para fundar la primera capital española en esa zona.
Pero existió un motivo adicional y es que cuando los españoles secuestraron al inka Atahualpa en Cajamarca, este ofreció dos cuartos llenos de oro y uno de plata a cambio de su libertad y de llegar a un pacto para integrar a los intrusos en el gobierno inka, ofreciéndole incluso a su hermana predilecta en matrimonio, cosa que Pizarro aceptó. Para cumplir con el trato se movilizó todo el oro del imperio hacia Cajamarca, buena parte del cual venía del Cusco y debía atravesar la zona de Jauja, pero cuando los capitanes inkas se enteraron que Pizarro había incumplido su promesa y asesinado al inka, escondieron los cargamentos de oro en el lugar, que luego fueron encontrados por los españoles.
A raíz de todo esto los cronistas acuñaron la expresión de “El país de Jauja”, que pasó a la historia como un lugar utópico, famoso por su riqueza donde según el escritor Lope de Rueda, se podía encontrar “ríos de leche, barreras de carne asada, lagunas de miel de abeja, pantanos de cuajada, azudes de vino oporto”. Fama que incluso llegó hasta Francia e Inglaterra donde existen relatos anónimos que hablan de un lugar llamado Jauja, donde “los gansos vuelan ya asados y todos los alimentos están a pedir de boca”.
Pero la fama de Jauja no quedó sólo allí, siguió alimentándose durante la República, pues debido a su clima seco y benigno, desde finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX se convirtió en un lugar casi milagroso, donde llegaba gente de todas partes de Europa a curarse de la tuberculosis u otras enfermedades respiratorias. Como resultado adquirió un carácter cosmopolita y se desarrolló un interesante intercambio cultural. Y es en este punto que el relato que les cuento pasa a formar parte de mi historia familiar, pues por entonces, mi abuela Esther Zumelzu del Risco, una hija de emigrantes vascos, fue enviada hacia Jauja para recuperarse del paludismo, y resultó casándose con mi abuelo, Pedro Morales Reyes, el médico del hospital, y asentándose a vivir definitivamente en el valle.
Actualmente, Jauja y en general el valle del Mantaro se han convertido en uno de los circuitos de atracción turísitica más importantes del país, debido a la belleza de sus valles, la majestuosidad del río Mantaro (que abastece de agua y electricidad a toda Lima), la belleza de sus iglesias y conventos coloniales, la presencia de ruinas huancas e inkas, la hermosura de sus lagos, entre ellos de la famosa y misteriosa Laguna de Paca; donde cuentan las leyendas que una vez asesinado Atahualpa, las tropas inkas ahogaron a las llamas cargadas del oro del rescate para evitar que cayeran en manos de los españoles y que desde entonces por la noche se eleva una campana de oro sobre sus aguas cuyas campanadas convierten en piedra a quien las escuche.
Y por si este relato fuera poco para despertar el interés por conocer Jauja, hay que mencionar la variedad de sus potajes y platos típicos como la pachamanca, cuyo nombre viene de las palabras quechuas pacha (tierra) y manka (horno), y que consiste en cocer diversos tipos de carne, maíz y tubérculos condimentados con especias en hornos de piedra montados debajo de la tierra. Una forma de cocinar -que si bien ahora incluye ingredientes hispanos (como el cerdo y la res)- representa un ritual sagrado, donde las personas se alimentan de las entrañas de la tierra que es fuente de vida. O la deliciosa papa a la huancaína, un plato a base de papas (patatas) bañadas en una crema de pimiento amarillo picante, queso, leche y aceite que mi madre prepara de miedo y que ya llevo esperando dos largos años para volver a degustar!!!
*Socióloga, candidata a doctora en Ciencias Políticas por el Programa de Gobierno y Administración Pública del Instituto de Investigación José Ortega y Gasset-Universidad Complutense de Madrid. Becaria predoctoral por el Ministerio de Educación y Ciencia de España. Licenciada en sociología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima-Perú), Master en Estudios Latinoamericanos por el Instituto de Iberoamérica y Portugal de la Universidad de Salamanca. Actualmente resido en Madrid.
Fuente: Blog de Jéssica Bensa
http://jbensa.wordpress.com/2007/09/08/esto-si-es-jauja/38/
Felicitaciones …., estas notas son realmente informativas y que nos dan razones por seguir sacando pechio por "El Pais de Jauja".
Yo naci en Pasco, pero amo a Jauja, porque 7 de mis años, sobre todos los primeros los vivi en esa hermosa tierra.
Existe aún mucho por desentrañar respecto del pasado glorioso de Jauja. Los grandes tratadístas han estudiado con ahínco la época pre hispánica asi como los avatares de la Independencia y de la Guerra del Pacífico. Pero aún hay muy pocos estudios del desarrollo social de los Curacazgos del Hatun Xauxa, Hurin Xauxa y Hanan Wanka durante el siglo XVIII. Estos cacicazgos, a la luz de las riquezas derivadas del azogue huancavelicano, se hicieron verdaderamente fuertes y capaces de competir con ventaja con sus pares peninsulares. Igual interés nos debe causar el papel de aquellos españoles pioneros que en busca del Dorado Jaujino se atrevieron a cruzar la mar para asentarse en este ubérrimo Valle y de que manera desarrollaron sus vínculos sociales con aquellos curacas todopoderosos.
Búsqueda Genealógica Nro1:
Se ruega a todos los Jaujinos y pobladores de las ciudades aledañas que compartan los apellidos consignados a continuación comunicarse a exportaperu@yahoo.es a efectos de complementar los respectivos árboles genealógicos. A saber: Palacios, Quintana, Segovia, Oriundo, Yáñez.
Búsqueda Genealógica Nro 2:
Se ruega a quien tenga información del Subteniente Andrés Rojas perteneciente al Batallón Concepción Nro 7 del Ejercito del Mariscal Sucre, Guerra de independencia fallecido en 1883 en la Batalla de Huamachuco, comunicarse con exportaperu@yahoo.es Att.: Lic. Jorge E. Ortega Palacios
Mis felicitaciones por dicho comentario de Jauja, si que es hija Jaujina. soy trabajador del Hospital Domingo Olavegoya de Jauja hace 25 años y tengo 3 hermosas y Bellas hijas Jaujinas que me gustaria que amen a su tierra que les vio nacer. yo soy de Yauli la Oroya pero me siento mas que un Jaujino.
en mis horas libres apoyo a la UGEL de Jauja en Organizar la Comision de Gestión del Riesgo de Desastres y sus Brigadas Estudiantiles. por una Cultura de Prevención, si hay personas que pueden apoyarme al respecto seria muy alentador en este año quiero formar los Topicos Escolares me falta materiales para un topico gracias por el apoyo escribirme al correo: luciotecnicobrigadista@hotmail.com