En cualquier competencia no existe simetría; sin embargo, se realiza y no es que esté mal, sobre todo, si se trata de pensantes que de alguna manera deben estar de acuerdo para hacerlo y por ello someterse a sus reglas. La necesidad, quienes divierten y quienes se divierten, tiene que ser cumplida y suplida. Pero llamar recreación, competencia, arte o cultura a una “lucha” entre una bestia y un pensante no es más que una burla, aunque se la pueda tratar de entender en su tiempo y coyunturas. La bestia se hace pensante o el “pensante” se hace bestia? Mas estamos convencidos que cuando acaben espectáculos bárbaros como éstos y dejen de haber vísceras y cadáveres colgando en mercados, será por que se trata de un mundo distinto. Creemos que como cuando en plazas de ciudades importantes se vendían hombres y niños por centavos, se le dará a otros no tan pensantes sus futuros del mismo modo como en el que ahora se les quita también. Solo así tal vez podamos tener un mundo con armas pero solo para justicia y no por avaricia ni ningún tipo de abuso. Tal vez uno sin ninguna. Si la violencia está desde niños en nuestros platos, cómo cambiar? Enfrentar dos animales para apuestas y divertimento no lo podría hacer sino otro cuya maldad es más dirigida y a la vez contaminada con envidias y ambiciones, gulas y desfases en general. Omnívoro no implica necesariamente carne. “Oye, pero si los leones comen carne” dicho de un homo sapiens sapiens que creemos se cree con algún tipo de felinidad, bueno, lo que dice dicho dicho, no es falso tampoco. Los leones comen carne y me rio.