Macroestrategias discursivas: la enumeración, la descripción y la comparación
Fuente de la imagen: http://www.fundacionsuma.org
Elaborado por El equipo del blog de redacción de ciencias
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Elaborado por El equipo del blog de redacción de ciencias
Para lograr comunicarnos, es necesario que estén presentes una serie de elementos dentro del contexto particular en el que nos encontramos. Entre estos, está, por ejemplo, la necesidad de un emisor que tenga la intención de comunicar algo a través de un mensaje, de un receptor que lo reciba y, sobre todo, de un código compartido por ambos que les permita comprenderse. En nuestro caso particular, el español constituye nuestro código compartido del que nos valemos para desenvolvernos exitosamente dentro de cualquier situación comunicativa, como una académica o formal (escrita u oral), por ejemplo. Veamos qué sucede cuando no se comparte el mismo código entre los interlocutores.
En el video que se presenta a continuación, se muestra una situación comunicativa muy particular: un bebé trata de explicarle a su papá, por todos los medios que posee, que desea tomar un vaso de leche. El papá, a pesar de que es consciente de que su hijo trata de comunicarle un mensaje, es incapaz de entenderlo, justamente, por la falta del código compartido.
Elaborado por Karem Robertson
El ciclo académico 2010-2 inicia y el equipo de redacción de Estudios Generales Ciencias (EE. GG. CC.) quiere darles la bienvenida a todos los cachimbos de nuestra universidad. Este ciclo, como en los anteriores, habrá grandes novedades, no solo en los cursos de Redacción y Comunicación (RYC) e Introducción a la comunicación escrita (ICOE), sino también en el blog.
Tendremos ahora un Agenda de actividades del mes, donde se podrá encontrar una lista de eventos que son de interés para los alumnos de ciencias y para el público en general. Asimismo, volveremos a incluir modelos de respuesta a exámenes de RYC e ICOE. De esta manera, queremos seguir ayudando a todos los alumnos de nuestros cursos.
Esperamos que las novedades implementadas este ciclo sean útiles para todos los cachimbos de EE. GG. CC. y, en general, para todos los visitantes de este blog.
Finalmente, queremos terminar esta bienvenida haciendo una invitación para que comprueben sus conocimientos sobre el español ingresando a un grupo de autoevaluaciones disponibles haciendo clic en este enlace.
Les deseamos a todos un fructífero ciclo 2010-2.
Elaborado por El equipo del blog de redacción de ciencias
Se ha dicho que el fútbol reemplaza en el mundo moderno las rudas competencias de los caballeros medievales. Este deporte, nacido en la Inglaterra del siglo XIX y rápidamente difundido en el mundo entero, tomó su nombre de las palabras inglesas foot ‘pie’ y ball ‘pelota’, dos vocablos cuyos orígenes pueden ser rastreados muy lejos.
La palabra fútbol fue rechazada inicialmente por los puristas, que la consideraban un anglicismo, por lo que intentaron imponer balompié, un calco semántico, en realidad, de la palabra inglesa. Balompié apareció por primera vez en el Diccionario académico en 1927, con una definición en la que se evitaba cuidadosamente football:
Juego parecido al del balón, del cual se diferencia en que la pelota o balón se juega con el pie.
Fuente de la imagen: http://rodolfolopezisern.blogspot.com/2010/07/por-que-nos-gusta-el-futbol.html
Información extraída de http://www.elcastellano.org/palabra.php
A lo largo de la vida universitaria, es necesario producir diversos tipos
de textos académicos para los distintos cursos. Uno de ellos es el informe, el cual es un documento escrito que expone información específica sobre un determinado suceso. Entre sus principales características, se reconoce la inclusión de datos, gráficos, estadísticas y cuadros. Asimismo, como todo texto académico, cuenta con una estructura y convenciones propias. Incluso, ciertas instituciones manejan un formato preestablecido. A continuación, se presenta un modelo de informe de laboratorio de Física. Como se podrá observar, este se divide en varias secciones: resumen, desarrollo, observaciones, conclusiones y apéndices. Para acceder al modelo haga clic en el siguiente enlace.
Fuente de la imagen: http://www.clasificaciondeempresas.com.es/2010/10/16/129/
Elaborado por Andrés Amico y Ana Lucía Tello
Como se mencionó en un post anterior, durante una presentación oral, es indispensable manejar adecuadamente los recursos paralingüísticos -gestos, ademanes, contacto visual, pausas, voz, etc.-, ya que estos ayudan a desarrollar la información y aseguran la comprensión del público. De la misma manera, los apoyos visuales favorecen el mantenimiento de la atención de la audiencia y el mejor entendimiento de determinadas ideas. Sin embargo, es preciso seguir ciertas pautas al momento de diseñar las diapositivas, pues, de lo contrario, podrían distraer al público del objetivo principal de la exposición o agobiarlo con un contenido demasiado recargado. Así, es necesario recordar que se trata de solo un apoyo para lograr una mejor comprensión de las ideas, mas no del centro de la exposición.
En el video que se muestra a continuación, se observa una presentación oral realizada en una conferencia anual de TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño). En ella, se exponen algunas posibles soluciones al problema de la obesidad infantil. Como se podrá observar, el expositor emplea una serie de apoyos visuales, como cuadros estadísticos, fotografías, gráficos e, incluso, un video.
Elaborado por Ana Lucía Tello
Para continuar con el proyecto anunciado en el post anterior,
Cómo citar 1 (hacer clic en el siguiente enlace), el grupo del blog de redacción ofrece ahora ejemplos acerca de las citas formales. Este tipo de citas es usado en aquellos textos en cuya escritura contamos con los datos de las fuentes consultadas. Son estos unos ejemplos para la redacción de ensayos, monografías, tesis, etc., mientras que los modelos anteriores (de Cómo citar 1) eran un modo de citar más acorde con la redacción de prácticas calificadas o exámenes, donde no siempre contamos con los datos de las fuentes.
Recordemos que el plagio es considerado un delito y es severamente castigado en nuestra universidad. Por ello, los textos académicos como tesis, informes, ensayos, entre otros, al estar redactados con mayor exhaustividad y detenimiento, deberán cumplir rigurosamente con el formato de citado que aquí proponemos y que sigue la Guía PUCP para el registro y citado de fuentes documentales.
Asimismo, presentamos una pequeña ficha bibliográfica que puede ser usada como modelo para consignar las fuentes de las que se extrae la información para configurar un texto académico.
En el siguiente enlace, podrá acceder a los ejemplos de citas formales. Además, para un mayor detalle de estos, puede hacer clic este enlace.
Fuente de la imagen: http://jorgeletralia.com/2006/01/30/las-comillas-no-son-para-resaltar/
Elaborado por Juan Calderón
Según la RAE, un esnob es una persona que, en su afán de pertenecera la élite, imita con afección el comportamiento y el estilo de vida de aquellos a quienes considera distinguidos; asimismo, muestra desprecio hacia quienes pertenecen a un rango social inferior. Este término deriva del inglés snob, que apareció a finales del siglo XVIII, cuando la rígida estratificación de la sociedad inglesa comienza a perder vigencia y se vislumbran nuevas posibilidades de movilización social. Si bien no existe un consenso alrededor de la etimología de esta palabra, los especialistas destacan dos posibles hipótesis sobre su origen.
Por un lado, en un inicio, las universidades inglesas de Oxford y Cambridge únicamente admitían estudiantes que pertenecieran a la nobleza; sin embargo, posteriormente, se vieron obligadas a aceptar jóvenes sin título nobiliario o de condición humilde. Entonces, en los libros de registro, junto al nombre de estos alumnos, se colocaba las palabras latinas sine nobilitate ‘sin nobleza’ para calificar su posición social. Así, los jóvenes universitarios comenzaron a emplear la abreviatura s/nob para referirse a sus compañeros que, aun cuando pertenecían a un estrato inferior, pretendían ascender socialmente por medio de una educación superior en una prestigiosa casa de estudios.
Por otro lado, según el Diccionario de Oxford, esta palabra derivaría del término inglés snab, de la variedad escocesa, que se empleaba, en el siglo XVIII, para designar a un aprendiz de zapatero. A inicios del siglo XIX, el término fue adoptado por los jóvenes universitarios de Oxford y Cambridge para referirse a aquellos que realizaban oficios menores por carecer de una educación formal. Con el tiempo, la palabra se comenzó a aplicar exclusivamente a aquellos que, en su intento de aparentar distinción, reniegan de su propio origen e ignoran a quienes perciben como inferiores en posición social, educación o gusto.
Fuente de la imagen: http://monarchico.blogspot.com/2010_03_01_archive.html
Elaborado por Ana Lucía Tello