El Brujo de los Andes –es cierto- está aquí, allá y en todo lugar. ¿Qué hay detrás de todo esto?
Decidme los nombres de las plazas, parques, jirones, avenidas, ríos, parajes, cerros de vuestro pueblo; y os les hablaré de la sabiduría invisible que les rodea, quiénes fueron, son y serán; elemental pedido, para de esta manera iniciar una intensa y permanente reflexión en lo que se viene convirtiendo de una manera sistemática, silenciosa y sutil en la nueva fachada del centralismo wanka, perniciosa y arrogante, por decirlo de alguna manera.
Recordemos que la provincia de Jauja, en el pasado, desde el siglo XVIII, la conformaban como distritos, entre otras ciudades Huancayo y Concepción; aquella ciudad, considerada también durante la época de la independencia como una de las más extensas de los andes centrales del Perú, tenía un área de aproximadamente 4,000 kilómetros cuadrados.
Huancayo fue distrito de Jauja hasta el año de 1864, cuando en esa ocasión el senador jaujino don José Jacinto Ibarra, representante por el departamento de Junín, presentó ante su Cámara el proyecto de Ley para su provincialización. Aquí, antes, el 10 de noviembre del año de 1839 se promulgó la Carta Fundamental de la Nación, conocida como la Constitución de 1839.
Concepción lo fue hasta 1951. Ya, antes fue de vital la participación del jaujino y Diputado por Jauja, Juan de Dios Salazar Oyarzábal, quien entre los años de 1915 y 1920 promovía su provincialización**. Jauja, entonces, obviamente es Madre antigua y Madre política de Huancayo y Concepción.
Sin embargo, hoy en día, todos somos testigos de la permanente e insidiosa campaña de nacionalización wanka en todo el Valle y alrededores. Frases publicitarias como: Huancayo trata bien al turista, Bienvenidos a la Nación Wanka, Construyendo el futuro de la Nación Wanka y otras; todas ellas a modo de “pintas” en jurisdicciones distintas a la provincia de Huancayo: en Concepción y Jauja, principalmente, en los distritos de éstas y situadas en la carretera central, tanto en la margen izquierda (El Mantaro, San Lorenzo, Apata) como en la margen derecha (Mito, Sincos, Huancaní, Huaripampa). Inclusive, amigos del engaño publicitario, tuvieron la osadía de colocar un panel de regular tamaño (3m. X 5m. Aprox.), en el límite entre las provincias de Jauja y Tarma, en el paraje denominado Inkapatacunaj, el nivel más alto de la carretera, con el mensaje en dirección a Jauja: Bienvenidos a la provincia de Huancayo. Testigos somos de que una expedición reinvindicativa logró cambiar temporalmente dicho mensaje que encerraba fraude y mala intención, arriesgando seguridad personal y financiada con recursos propios. Por otro lado, el frustrado panel de Electrocentro, de 3m. x 5m., aproximadamente, construído en el óvalo de Maquinhuayo, a escasos metros en dirección a la entrada del aeropuerto internacional “Francisco Carlé” (intentan cambiarlo por el de Regional del Centro), con el slogan: Bienvenidos a la Nación Wanka, si no es por la prensa radial de la ciudad de Jauja, que en su momento alzó su voz de protesta por este atropello territorial enfilado al engaño comercial, constituiría un mensaje falaz al visitante. Al final fue cambiado por el de: Bienvenidos al valle del Mantaro.
Todos sabemos por historia cuál fue el nombre primigenio de este paraíso, llamado con suma propiedad, -y esto figura en las crónicas antiguas entre ellas del siglo XVI, de viajeros españoles y de otras nacionalidades- valle de Jauja, con su río del mismo nombre y posteriormente cambiado en las primeras décadas del siglo XX por una extraña y ahora familiar denominación de origen selvático: Mantaro, valle del Mantaro y río Mantaro, destruyendo de esta manera una continuidad en la sabiduría de nuestros antepasados, la de adoptar nombres con una precisión divina; tomemos por ejemplo: el nombre de Yacurán, barrio del distrito de Yauyos en Jauja y cambiado actualmente por el de Buenos Aires; significa. la unión de los hilos de agua de los manantiales Ullahuala y Layja, dando origen a un arroyuelo denominado Yacurán: yacu = agua, ulán o urán = que baja; Yacurán = aguas que bajan. (El Tunantero III, 2002: pp-75).
Y ahora, al parecer en pleno siglo veintiuno no les fue bien a los activistas de la nacionalización wanka (wanka por Huancayo), definitivamente encontraron muchos tropiezos y rechazos; hoy en día, ellos ensayan una nueva y subterránea tendencia a la que nosotros llamaremos por decir, de una manera explicativa: cacerización.
Veamos cómo se va cacerizando el Valle; es natural que la memoria del héroe Andrés Avelino Cáceres sea preservada a través de su nombre en calles y avenidas, en plazas e Instituciones, así como también en bustos y monumentos, a lo largo y ancho de este bello lugar; en las provincias de Chupaca, Concepción, Huancayo, Jauja y algunos de sus distritos. Por mencionar, en la provincia de Huancayo, en el distrito de El Tambo se tiene al parque “Mariscal Cáceres”; por la margen derecha, el puente “De la Breña”; en pleno centro comercial el “Paseo de la Breña” y el I.S.P.P “Héroes de la Breña”; por la margen izquierda, el I.S.T.P “Andrés Avelino Cáceres”. En Jauja, en su plaza de armas, se conserva una estatua del mencionado héroe; una avenida del mismo nombre en el barrio de Huarancayo; el fuerte “Cáceres” en “la Av. Héroes de la Breña”. Semejantes nombres podemos encontrar en Huaripampa, Acolla y otros distritos. Hace poco tiempo, mediante una decisión arbitraria, reflejo de improvisación con afán mega comercial se cambió el nombre del puente “Stuart” por el de “Mariscal Andrés Avelino Cáceres”; la carretera central, margen derecha, con dirección a la ciudad de Huancayo, por el de carretera “Héroes de la Breña”; esto solucionaría indudablemente una permanente confusión, toda vez que, actualmente, Huancayo pretende ser ciudad de destino o sea de llegada, cuando no lo es, esto es evidente cuando un turista se dirige de Huancayo a Jauja, antes de tomar el ómnibus se pregunta ¿y ahora por qué margen voy? …mejor, voy por la margen izquierda (según los cartelitos en los buses), ya en el transcurso del viaje se da cuenta que dicha margen no es la izquierda sino la derecha, entonces concluye que Huancayo no es una ciudad de llegada, lo es otra. Lo es la ciudad de Jauja. Amén de otros lugares con el mismo nombre en las provincias de Chupaca y Concepción.
En suma, estamos frente a una nueva modalidad del pernicioso centralismo wanka; con el afán brutal de centralizar el comercio y acaparar los fondos públicos del Gobierno Central, se usa y abusa el nombre del insigne héroe de la Breña. Todas estas maniobras preparan como destino principal e importante a la ciudad de Huancayo, extrangulando económicamente a alrededor de 200 pueblos típicos. Ya es evidente el caminito floriadito de retama -Caminito a Huancayo- por la margen izquierda, al cual le dan riego con mucho empeño, utilizando un cisterna financiado con capitales wankas, y no sería raro que un futuro próximo la margen izquierda adopte de manera imperativa el nombre oficial-comercial de “Caminito a Huancayo”.
Queremos dejar en claro, que si bien toda la angostura (es decir el Valle) integra a varios distritos de las tres provincias, cada uno de estos pueblos mantiene su identidad y poseen diferencias que, de una u otra manera, pueden potencialmente elevar el nivel de vida de sus propios habitantes sin la necesidad de emigrar a otros lugares. Generalizar uno de los valles más hermosos del Perú a costa de un nombre que merece ser memorizado de otra manera y teniendo en cuenta los nombres típicos que posee cada uno de estos bellos lugares, definitivamente, no estamos de acuerdo con la cacerización. Cacerizar el Valle significa, aplicar una dosis mortal de centralismo adicional al limeño para la sobrevivencia económica de todos sus pueblos; pueblos que ansían sobresalir en su desarrollo con sus propios nombres, herencia ancestral con elevada sabiduría. ¿Qué actitud, qué posición necesitamos adoptar los pobladores de éstas provincias?, es indudablemente un tema para otro artículo.
Y a modo de sentencia podemos decir que, Jauja como Madre antigua, como Madre de la Historia y Madre política, se merece muchísimo respeto; el respeto desde los nombres primigenios, Al César lo que es del César diría mi abuela mochica Juana Paula Bernilla Julca, y con el irrebatible gesto de vieja guerrera nos incitaría a recuperar el antiguo y generoso nombre de todo este paraíso, el de valle de Jauja.
Finalmente, es necesario tener en cuenta las palabras del Doctor en Ecología, Antonio Brack Egg, autor del libro Perú, Legado Milenario; a la pregunta ¿Qué ha encontrado en sus viajes por el Perú?, él responde: Que hay muchísimos peruanos que están comenzando a generar nuevas ideas para hacer producir este país. Tú encuentras, en la sierra y en la selva, comunidades locales, grupos, pequeñas empresas, que están empezando a exportar productos orgánicos y naturales cuya demanda mundial está creciendo fuertemente. Pero de Lima se sabe muy poco porque está entretenida en chismes políticos, cuando en el interior del país están absolutamente hartos de eso. Si esto sigue así puede producirse un movimiento provinciano de rebelión contra el centralismo en forma total. Esta pregunta forma parte de una entrevista publicada en una revista semanal de un periódico de tirada nacional, en setiembre del año 2005. Para muestra el primer botón y guerra avisada, no mata gente.(22/07/2007).
* Director Ejecutivo de Halckon Editores, editor freelance, editor del Boletín de distribución gratuita Asalto; graduado en Administración, especializado en Marketing y Finanzas; es además un conspicuo activista por el desarrollo de la cultura en el valle del Mantaro.
** Agradezco al señor Antonio Peña Zamudio el acceso a su biblioteca personal para obtener este dato.
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