Publicado el 25 de abril de 2009 en un blog de los piuranos residentes en Lambayeque

Hola amigos de: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG, cuando Francisco Pizarro se dirigía al Cuzco, capital del Imperio Incaico, que ya lo había sojuzgado al asesinar al último hijo natural de Huayna Capac en madre quiteña, llamado el Inca Atahualpa, en 1533; entonces, al llegar al Valle del Río Mantaro (ex Valle de Jauja), se encontró con un enorme centro de abundancia en flora, fauna y riquezas almacenadas por los incas, a este centro poblado se le llamó: “Hatun Xauxa”, ubicado sobre una altura de 3,352 msnm.

Aquí se funda la Primera Capital del Perú el 25 de abril de 1534; (imagen de arriba, la Plaza de Armas de Jauja, fuente: perutoptours) y los usurpadores hispánicos le pusieron el nombre de: “Santa Fe de Hatun Xauxa”; la sustentación de esta decisión en fundar una capital en los territorios conquistados, era, que se necesitaba una ciudad que sirva como eje en su afán conquistador. Jauja como la conocemos ahora es parte del Región Junin, fue y es una bella ciudad con el mejor clima seco del Perú, libre de contaminantes; lamentablemente los españoles dieron marcha atrás y abandonaron Jauja como capital y se trasladaron a Lima, como una necesidad de estar conectados facilmente al mar.

Jauja, significa: Abundancia y Prosperidad, esta tierra de los Xauxas, se caracteriza por tener un maravilloso clima seco durante todo el año y se hizo famosa porque quienes sufrían de enfermedades respiratorias se sanaban y los pacientes de tuberculosis mejoraban su salud; tan grande fue su fama, que durante el virreynato español, recibió pacientes desde la misma Península Ibérica, y naturalmente quienes sanaban sus males, servían como propagandistas, lo que le permitió la visita de gente del todo el mundo y en algún momento Jauja se convirtió en Ciudad Cosmopolita y su Sanatorio Domingo Olavegoya hacía milagros curando a tísicos. Hay una leyenda que se Denomina: “País de Jauja” en donde se afirmaba que los ríos manaban leche y los árboles buñuelos, escrita por el Edgardo Rivera Martínez.

El traslado de la capital a Lima, significó el ocaso de los pueblos serranos y de la amazonía; considerado como la mas grande tragedia de los pueblos peruanos; la capital en Lima significó estar de espaldas al Perú profundo, Lima era una ciudad que solo miraba al mar olvidandose de su origen serrano; si hoy estuviésemos con Jauja como la Capital del Perú: Seríamos un país integrado en las tres regiones: costa, sierra y selva, nunca hubiésemos perdido mas de 700,000 kms.2 de nuestro territorio por la avaricia expansionista de Ecuador, Colombia y Brasil, Si Jauja fuese la capital todo el Centro del Perú gozaría de la mejor agricultura autóctona y tecnificada; el Río Mantaro no estaría tan contaminado, tendríamos ferrocarriles hasta en la misma selva, gozaríamos de una industria agrícola avanzada, nunca hubiésemos importado alimentos, por el contrario seríamos un granero exportador; la minería que tanta riqueza dio a la sociedad limeña, ha perjudicado de por vida a los habitantes de estas zonas con la altísima contaminación; asimismo, si Jauja fuera la capital esa misma minería sería el eje del desarrollo tecnológico de altas industrias de la transformación, pero si reguladas y cumpliendo los estándares para evitar la contaminación del medio ambiente.

Lamentablemente, no podemos soñar: Lima es el Perú ¿Qué desgracia la nuestra?, somos un país de las oportunidades perdidas, Lima era una sociedad de “clase”, presuntamente “aristócrata”, enquistada y parasitaria y además completamente torpe en el mando de la Nación, por la cantidad de golpes de estado y cambios de gobernantes, nunca se pensó hacer alianzas estratégicas con países como Los Estados Unidos de América, Japón, China y la misma Europa, nada de eso se pensó, sabíamos que Chile se armaba y los estúpidos contestaban:”Tenemos dos acorazados Bolivia y Argentina”, los limeños solo miraban la punta de su nariz y sus intereses personales, en los momentos aciagos de defender el país solo los provincianos como el Gran Almirante Miguel Grau Seminario ofrecieron su vida por el Perú. Entonces si el Perú era la costa: ¿Qué hizo la sociedad limeña en la Guerra del Pacífico?, simplemente nada, no pudo defender la integridad de nuestro territorio y se perdió la guerra entregando a Chile: Arica y Tarapacá. Si Jauja hubiese sido al capital del Perú quizás otro hubiese sido el resultado de esa nefasta guerra con Chile, tomemos el ejemplo del Mariscal Andrés Avelino Cáceres, quien inició la “Campaña de la Breña” y burló a los chilenos en el distrito de Huaripampa, cuando ellos lo creían cercado y por esa hazaña ejecutada en las peores condiciones climáticas se le llamó: “Demonio de los Andes”.

Amigos, ustedes tienen el derecho de opinar, somos humanos y cometemos errores en nuestro trabajo, sin embargo soy un convencido que si Jauja fuera nuestra capital nosotros seríamos un país completamente diferente, tal vez desarrollado, culto y muy gallardo.