Aunque no era mi fiesta, afuera había mucho ruido, gente con trajes que no eran los comunes de diario, en parte colorido y en otra parte sobrio, corbata, saco azul marino con monedas sujetadas unas tras otras desde un hombro cruzando el pecho hasta la cintura era el único contraste. Algunos con cuernos que seguían a la cadena de monedas, un cuarto menguante también platinado y con incrustes de piedras semejando alguna piedra valiosa; como las monedas, pasadas y no validas, igual de inservibles. Alguno de los danzarines me diría si leyese esto “que no, no es inservible, es mi atuendo”. Las medias de nylon hasta casi hasta las rodillas, pantalones de naranja o verde algo chillón. Sus mascaras que parecía un enmallado fino que con ángulos y luz debidas podía dejar ver al rostro real, las que no las llevaban eran solo las mujeres. Su primera manta también con adornos de monedas o algún otro cuarto menguante en la parte de la espalda, sus sombreros blancos, a diferencia del de los varones negros con alguna plumilla también colorida, blanca con una cinta negra que bordea la copa. Zapatos de tacones altos, que con las polleras, daban algún tipo de plus y distinción, no siempre se llevan los tacos altos. A decir verdad el vestir de las féminas parecía algo más normal que el de los varones, si se las viese cualquier otro día pasarían más por desapercibidas. El plato fuerte que seguía al pasacalle con la banda de saxos agudos y graves y un arpa infaltables, era el encintar desde un anillo o madero haciendo alguna formación al compás del baile. Cohetes hechizos de tres tiempos al padrino más pudiente o de solo un boom! en vez de tres reventando en el aire. Con todo lo conjugado, y seguro es una de sus funciones, solo llamar la atención, mostrarse y luego todo el alcohol que se pueda. Ahora me pregunto por qué, no sería mejor unos panes a la pólvora y al alcohol? Algunos quedarían sin divertimento y otros sin trabajo o sin ambos, como en casi todas las cosas, se van indefectiblemente. Siempre me supo a contradicción que por celebrar algo consagrado se necesitara alcohol a menos haya sido trocado por vinagre. No sería mejor solo agua?