Una pierna, toda ella y el hombre con su hombría. Poder con un palo cualquiera con ira o maña atravesar a otro animal, que tal vez por ser fácil de captura y que no sea portador de una señal que lo haga ver como posible amenaza. Una pierna, en general su forma. Cuántos sueños y delirios, poder tocarla, sentirla propia. Ya dirán y se preguntaran, cuál?, la mía o la suya? Bueno, haría bueno usar la imaginación, tomar las dos ciertas, o insistir en preguntar. Pero hasta cuánto somos descorteses? Pero hasta cuán descorteses somos? No dejar claro el asunto. Pero, pero, pero… Aunque no sean todas, y seguro por ello mismo de algún modo son vitales por ende importantes, aunque se podrían ver lo vital como sinónimo de lo importante, ciertas cosas no necesitan tantos peros sino solo tal vez los que lo hace ser tal. De la misma forma con los aunques, siendo no más de diez matar unos miles de aves so pretexto de comida, menos sin tener una buena capacidad de conservación de los alimentos, sería mucha carne podrida además de ser solo saña y pasar a ser una masacre. Algunos dirán, pero existe la crianza. Sí, claro.