Innecesidades

De las primeras y mayores cosas que más detesto y que tendría que nombrar, sería la brujería. Esta cortoplacista y facilista acción es preferir lo oscuro y el engaño a la verdad y a la claridad. Este muy vergonzoso acto debe ser lo más cercano a la mentira de forma concreta; sea como sea que se le quiera maquillar, magia blanca o negra o del color que sea, son igual de tristes, estúpidas y banales. No representan otra cosa más que una traición a su Creador. Luego en la lista podría venir el desperdicio de alimentos. Se pierde toda la esencia de la comida al ser vistos y transformados en objetos lúdicos, juguetes de concursos de televisión. Reniego cada vez que me ha tocado ver el desperdicio de harina y huevo en la cabeza de alguien por celebrar un cumpleaños o final de un ciclo escolar. Aunque a veces se me olvida o es que quizás trate de ignorarlo, no me gusta ir a restaurantes para no ver toda la comida sobrada (desperdiciada) en el plato de alguien. Me parece que hay que ser demasiado tonto para no saber qué y cuánto se come para no tener que desperdiciar. Les deseo a todos esos que si alguna vez hubiese hambruna, tengan que comer pasto o tierra. Muy ligado a eso está el desperdicio de agua y el desperdicio en general. También habría que ser otro lelo como para no saber llegar a la hora, sobre todo cuando uno mismo es quien fijó el momento. Aunque esto último podría ser un poco más excusable, pues pueden haber motivos de verdadera fuerza mayor. Despotrico también de los criadores de canes irresponsables que no recogen sus excretas y peor de quienes sus bravos y amados perros ataquen a algún anciano o niño. A esos desalmados quienes los abandonan, lo que ya imcumbe a otra clase de mascotas en general. Detesto asimismo el apego casi ya fanatismo e idolatría al alcohol, y aunque en algún tiempo derroche algo de dinero y tiempo en ello, ya no lo hago más. Y dentro de todo esa locura consumista, detesto la usura. Crear necesidad en las personas, necesidades innecesarias. Adicción. Jamás me va a cuadrar la idea (excusa) de “la oferta y la demanda”; por sobre todo tendría que primar la razón. Todo fuera de la razón no son otra cosa que ilusiones, mentiras. La inteligencia y la razón no pueden estar ligadas en ningún sentido al desperdicio, a lo fútil. Nunca será mejor destruir que crear.


A una patria de un antipatria

Este país, si no fuese por todos sus políticos corruptos que tuvo, sería una maravilla. No es que no lo sea, con todos sus paisajes, restos arqueológicos, gastronomía y cultura en general; pero siempre se pudo y se podrá haber hecho más. Preferir el enriquecimiento personal, teniendo una responsabilidad mayor para con sus conciudadanos, no puede ser más que un acto deplorable, traicionero. Porque todo ese dinero podría haber sido para hacer más y mejores obras, unas que duren y no se caigan a pedazos en menos de un par de años. Todos ustedes innombrables corruptos me volvieron un antipatria. Felizmente soy alguien quien gusta de hacer lo contrario, si me desprecias alguna verdura de la sopa o segundo, aprenderé a terminar todo el plato sin dejar nada. No voy a desperdiciar la comida. Para mí no existe ni existirá nunca la bien conocida “hora Cabana” y es más la detesto. Cuando te vea y oiga chovinista, más querré a toda mi patria, la que no es solo esta. Porque ya aprendí a quererla y eso hace que quiera más, que quiera a todo mi continente. Mientras todos ustedes solo piensan en lucrar, más creeré y me apegaré en Baruch y en su riqueza solo como medio y nunca como fin. Ahora solo pensar en algunos que te quieran dividir, con sus banderas estrafalarias multicolores, anacrónicas y sin sustento o con sus banderas de falso enlutamiento, hace que mi odio se encienda y se irrite más. Esos seres traidores olvidan que ya has sido suficientemente recortada, de ti no se debería perder ningún pedazo más. Igual o peor que algún despreciable corrupto, es algún cualquiera que te quiera dividir. Si no fuese por todos tus malditos políticos corruptos, tendrías igual o más que el gran país de las murallas, rascacielos y trenes de alta velocidad. Sin ninguno de esos felones corruptos se podría caminar de madrugada sin temor de ser robado, de ser asaltado, incluso asesinado. Todo ese daño le han hecho ustedes incivilizados seudo “líderes” políticos, por más traje o corbata o sombreros y títulos académicos que puedan tener. Han pensado egoístamente solo en sus intereses. Aquí tendría que entrar un buen hache de pe para todos ustedes. Solo han pensado en robar. Espero puedas despertar, espero que algunos te quieran de verdad. Espero no llegues a creer de nuevo en mentiras adornadas de ni ningún encantador de serpientes. Por más bandera negra que pueda enarbolar, voy a desear que seas más grande, más desarrollado, de verdad libre. Ojalá sigan así de mentirosos y sinvergüenzas en sus fechorías, que no encuentren arrepentimiento, para que acaben en el infierno. Ustedes son peor que delincuentes comunes porque roban, además de la riqueza, el futuro de toda una sociedad. 


Rey Universal

Cómo un Rey Universal podría ser pobre, o lo que para otros podría resultar lo mismo, vivir con lo necesario? Lo que lo enaltece y lo ennoblece más es que siendo un rey de tal magnitud pueda y sepa vivir con lo poco, usar lo justo. Lo práctico y sencillo hecho persona. Todo lo extremo y contrario de algunos quienes incluso se endeudan por mantener su vanidad u algunos “líderes” que roban a su propio país. Porque si de este Rey son todas sus tierras (planetas), entonces quedamos en ella y de esa forma también es dueño de uno; la tierra que somos uno mismo. Qué sería de cualquier mundo lleno de vicios y despilfarradores? Encontrar a alguien que escoja y prefiera el ayuno pudiendo alimentarse con todos los manjares posibles. Quién sería el que a pesar de poder tener esclavos y esposas a sus pies elija dejar libres a todos y preferir la castidad!? Un Ser cuyas únicas posesiones son una túnica y un par de sandalias. Para poder al menos intentar vencer a la muerte sería bueno y mejor primero intentar vencer a uno mismo; poder vencer a la vida! Todas las cosas le pertenecen al que vive más tiempo, a un inmortal, el mismísimo dueño del tiempo; todos los demás solo cuidamos lo que creemos poseer, nuestra ilusión de que algo nos pertenece. Tal vez solo a alguien que ha demostrado que puede desprenderse de todo se le puede dar eso mismo. Si uno desea apagar un fuego no se lo alimenta con más combustible. 

            Pobreza puede ser un término muy relativo, pues lo que para unos es un sencillo, propina, para otros es toda la paga de un mes. Como el menú de más de un salario mínimo. La economía tendría que ser siempre un medio y nunca un fin, como que ya no le puedes sacar más líquido a algún objeto seco. Si se ve a algo como un fin no importa si se desgasta, depreda, exprime y elimina todo su contenido; en cambio, al ver algo como un medio, se lo mantiene, protege, se lo toma como un escalón para otro fin mucho mayor. No es el objetivo mayor de cualquier viviente que su especie se mantenga en el tiempo y no se extinga? Con excesos es muy difícil mantener y sustentar lo que es finito. Si todos siguiéramos los pasos de un rey glotón, bebedor, mujeriego y vicioso en general, a la larga, terminaríamos con hambrunas y deformes por la endogamia. Guerras por agua y comida. Pareciera que su planeta les parece grande, y en cierto modo lo es, pero ni grande ni inmenso son sinónimos de infinito. Porque tal vez en el fondo lo que vista y alimente a alguien no sea ni su sudor ni su dinero, sino lo mismo que nutre y abriga a los campos y demás animales en general. A todos los demás quienes morimos nos envuelven las circunstancias. Tener la potestad de hacer de alguien no un caballero, sino un ángel verdadero.


Contraextinción

Qué podría diferenciar a la ciencia del mero conocimiento? Más allá de cómo es que se adquiere y retiene lo que podemos llegar a saber, lo cierto es que todos sabemos algo. Partes de algún saber que deberían cooperar en lugar de pugnar. Desde lo que podría ser lo rudimentario y básico, hasta lo que puede llegar a ser más complejo, es posible llegar a aprender y a crear. De una mascota entrenada y de la que se puede decir que sabe reconocer señales y órdenes, resulta difícil poder decir que tal animal tenga consigo ciencia. De igual forma de algún ser que sepa y pueda crear un arma (herramienta), por más maravillosa e ingeniosa que sea, con el solo fin de dañar, incluso a sí mismo, es complicado reconocer en ello algo científico. Qué ciencia puede haber en la mera destrucción!? Tal vez se tendría algo más de ciencia si con algún conocimiento se hicieran cualquier tipo de obras con el fin único de edificar, de sanar. Qué sería de un médico que engaña a sus pacientes y, peor aún, se engañe a sí mismo al creer que puede salvar una vida, cuando no es así, o creer a una vida perdida cuando tampoco es así; recetar medicinas equivocadas! Si se pudiese hacer alguna ciencia de la política, qué de científico habría en realizar, avalar, y enmascarar actos de corrupción!? Porque su problema no es su ideología, sino la falta de consecuencia con sus valores y su historia. En ese sentido, si hay algo que se pueda llamar ciencia, tendría que ser todo lo opuesto a la destrucción, a lo corrupto y más bien luchar contra ello; encontrar un antídoto a la entropía. Cómo podría la verdad destruir y la mentira construir? Esto sería solo en el caso de una vida llena de vicios y malvados, un mundo invertido. En un mundo ideal lo único que la verdad destruye es la mentira. Cómo podría ser la mentira parte de la ciencia? Un conocimiento orientado a la maldad no podría hacer otra cosa sino solo destruir, todo lo opuesto al fin primero de la sapiencia que, en el peor de los casos, intenta y desea dilucidar, esclarecer. Al contrario de dar luces las mentiras solo oscurecen, en ningún sentido podrían ser sustento de ninguna construcción. Como desear alumbrar el camino con oscuridad, seguir solo sombras. Para casi todo lo demás existe el diálogo excepto para lo falso. La “ciencia” de la concupiscencia.

      Si al final de sus días el así llamado sapiens sapiens solo consiguió depredar, contaminar y autodestruir su ambiente, será porque nunca jamás en su existencia conoció lo que puede llegar a tener la denominación de ciencia. Será también porque jamás se sintió parte de lo que le rodea y más bien lo trató como a su peor enemigo. Mal y demasiado rival se habría buscado el simio sin cola con ropa, pues la naturaleza seguro destruye a lo que la quiere destruir. Cualquier criatura autodenominada inteligente, por el solo hecho de llegar al borde de la extinción, sería debido a que en su existencia solo alcanzó a tener un conocimiento egoísta que lo mantuvo en estado de sobrevivencia. Solo una bestia desquiciada podría ir de forma alocada y violenta hacía la muerte sin que nada más le importe. Qué de inteligente o científico puede tener y haber en un ser que lleva a la extinción a otras especies y a sí mismo?


Manzana tóxica y podrida acaramelada

Hay una falacia, que, si bien en algún tiempo medieval pudo haber sido lícita, en la actualidad no es más que un mero prejuicio; en el peor de los casos, ya debería ya ser uno de tantos. El sesgo relacionado con las prendas que alguien pueda vestir reza: “como te ven, te tratan”. Se olvida en ese momento que la diferencia entre la vestimenta de alguno de la realeza y cualquier vasallo en alguna época pasada seguro era mucho más marcada, mas parece que algunos quedaron atornillados en ideas de épocas ya históricas. Tal vez esta ya mala frase podría conservar vigencia si no hubiera los famosos ladrones, corruptos de cuello blanco; más bien ahora se hace común los delincuentes con camisa. La vestimenta sobre todo y con mayor razón en estos tiempos no hace más que enmascarar a un pillo y estafador como una persona de bien. De qué vale usar la mejor y más cara marca de ropa si se es un delincuente? En una época antigua no cualquiera tenía uno o más de un corcel y su carruaje con su respectivo cochero ni menos a alguien encargado de que lo vista y desvista. Por más de no saber qué pueda ser la hermenéutica ni la exégesis, debería haber algún mínimo sentido común que nos diga que no se puede mirar con ojos actuales las costumbres y comportamientos antiguos. Solo a uno sin vida y con muchos resentimientos y complejos le importaría qué marca y modelo de zapatos o zapatillas calce alguien, así como cualquier otra prenda. El principal y gravísimo problema, en algunos casos relacionados a la creación de vestimenta, es la explotación, la mano de obra que linda con la esclavitud. Otro grave problema que acompaña a este prejuicio es todo el montón de desperdicio, incluso tóxico, que se genera desde la fabricación, como tintes arrojados a ríos, hasta la contaminación de todas esas ropas como cerros de basura al ser descartadas. Ni hablar de los problemas a la salud pública por contaminación de metales como el plomo, cadmio entre otros provenientes de tintes baratos que se usan en la fabricación. Ropas prohibidas en unos países que se venden libremente en otros. Sería bueno que los prejuicios y falacias de algunas frases y expresiones, sobre todo antiguas, quedaran, además de en su tiempo, en algo teórico, sin embargo, se convierten en abuso hacía otras personas, además de hacer campos y aguas contaminadas en la realidad, en la naturaleza. Así como superficial puede ser la idea de alguno, así con esa misma idea superflua juzga a otro, lo que es un grave error. Lo que importa de una persona jamás de los jamases radicará en lo que traiga puesta.


La falsedad avanza

Hace no más de unos diez años a la fecha ha crecido una corriente neo-anarquista. Precisamente, anarco-capitalista; aunque tomen más el rótulo de liberales o libertarios. Quién sabe tal vez se pueda ser anarquista de noche y capitalista de día o viceversa. Si bien sus influencias vienen a partir de mediados del siglo XIX, en estos últimos años ha tomado importancia. Como quien escribe trata de creer y pensar en alguna medida en lo que puede ser la verdadera libertad, intentamos también creer en ese discurso. Para tratar de salvar lo anarco-capitalista tal vez se le deba agregar el término racional: anarcocapitalismo-racional. No se puede pensar en una bonanza, riqueza ni menos lujo para todos cuando hay un planeta además de exhausto, contaminado; aunque también, claro, hay quienes hasta de eso descreen. Problema tan grave y ya tan íntimo que hasta incluso se habla de microplásticos en la sangre. No se puede pensar igual que cuando se es a los más dos mil millones de personas a cuando se es más de casi ocho mil millones (y subiendo a un ritmo constante y quizás hasta vertiginoso). Tal vez se haga realidad las escenas de una película de los años setenta en el que un pequeño pedazo de carne, un poco de verdura, licor y hasta una barra de jabón son en extremo escasos y lujosos. Futuro en el que un monopolio de bienes de consumo vende alimentos a base de cadáveres de personas “procesados”. Afortunadamente en la “capital del mundo” todavía no son cuarenta millones de personas y todavía no vive gente hacinada hasta en las gradas de edificios. Con una enorme brecha de desigualdad no todos podemos tener autos de lujo, no todos pueden viajar en avión. Se llega a temer a una plaga de langostas, cuando éstas solo se alimentan, mientras hay otra especie que además de devorar todo a su paso, desperdicia alimentos, los vuelve basura, contamina. Esta neo corriente anarquista de influencia austriaca pinta y promete como si fuera volver ricos a todos en unos treinta años. Sería bueno que nos explicaran de dónde pretenden inventar y sacar un planeta y medio más para saciar sus más íntimos impulsos y anhelos liberales, porque para vivir al ritmo de su país símbolo de “libertad liberal” se necesitan dos planetas tierra y medio. Habría que recordar que para el día veintiocho de julio del presente, los recursos mundiales que deberían haber sido para todo un año ya están agotados. 

           Cómo se puede vivir en una sociedad con gente que engaña? En realidad, el hombre, el hombre en verdad racional, no debería depender ni de ningún Estado ni de ninguna sociedad privada. Ambos por experiencia siempre han engañado a la gente de a pie, ambos intentan sacar dinero de la peor o mejor manera posible. En aras y en nombre del emprendimiento también se puede ocultar detrás la usura. Por inoperancia, desconocimiento y hasta azares de la propia naturaleza la economía de los países y de empresas pueden quebrar y los que pagan las consecuencias son quienes aportan su trabajo y sus impuestos. Los mismos que participan del error son los que quieren venir a dar la solución. Así como hemos llegado a creer que no importa la ideología política, sino que quienes las encabezan sean gente honesta y proba, así igual no importa si Estado o capital privado si quienes los manejan son gente incapaz y corrupta. Otro problema más grave aún es la ceguera inentendible de las personas, que no encuentren cansancio de las mentiras y es más las apoyen, los voten. “Roba, pero comparte”, “roba, pero hace obras”, “roba, pero da trabajo”,  “roba, pero el otro roba más”. Si por solo una vez nadie saliera a votar! Si tal vez estos neo libertarios cumplieran la mitad de sus promesas y se alejaran en serio y rotundamente de lo que es una clase política anticuada, parásita y hasta traidora a su patria, solo tal vez habría un atisbo de ilusión en la sociedad. Si corrupción no es traición, entonces no sabemos qué otra cosa más pueda ser. En ocasiones la empatía es solo un concepto vacío.


Radical

Por qué las personas se pueden llegar a radicalizar? Lo más obvio sería que lo hacen por oposición, porque hay algo que detestan, algo de lo que no quieren saber nunca más en sus vidas. Si a la radicalización de una persona se le puede considerar cuanto menos negativa, mucho peor que ser radical sería ser un radical inconsecuente. Tendríamos que pensar primero en nuestro modo de vida, luego en lo social del que uno forma parte. En principio, porque lo más cercano que tenemos a nosotros mismos es nuestra propia mente para poder intentar descifrar. Partimos siempre de un individuo y su pensar, su razón y su mente. Recién después de haber intentado con uno, incluso a medias, podría intentar conocer e influenciar a otro, ser conocido e influenciado por otros. Sin ser mojigato ni puritano, entre otras cosas, el sexo es algo demasiado extendido en nuestra sociedad. A la idea de: “de todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir”, se le debería agregar que aparte de los demás animales, el hombre es el que más sexo tiene sin la necesidad de. Bueno sería que quienes quieren eliminar esa liberalidad, esos radicalizados sobre todo de Oriente Medio, no anduvieran también violando a la primera oportunidad que encuentren o esclavicen mujeres y niños en estos siglos. Porque se puede ser la persona más bella del mundo; pero, de qué vale si se hace lo mismo que el resto, lo mismo que cualquiera? Está extendida también la desigualdad, la extrema riqueza con la extrema pobreza. Super extendido con ello está también la obstinada obsesión por el alcohol, de diferentes marcas y precios, cuando hay gente a las justas tiene para pan y té. Un alcohólico también es un extremista. Con demasiado tiempo libre se pueden hacer o buenas o malas acciones, desgastar, desgastarse o ahorrar. Zapfs, Mujicas y algunos otros como aquellos, que si fuese verdad como es que ellos ven y viven la vida, como aquellos necesitamos muchos, pero muchos más y este mundo, sin temor a equivocación, sería muy distinto y para bien. Más sencillez, sobriedad, no más de lo necesario. Lo repetitivo, copiar lo que otros hacen es lo fácil. Lo constante, conseguir entender la mente de uno mismo y luego la de otros es lo difícil; aunque repetición y constancia se pueden parecer no son lo mismo. Quién no tendrá errores, pero también existe demasiada vanidad y lujo. Como no pensamos en el planeta, tampoco pensamos en el otro, es solo la silueta de una persona a los lejos, mero parte del paisaje. Para vivir en edificios de departamentos se necesita, y mucho, pensar en que hay otros, en que quizás hay algunos que no quieren ruido y cómo afecta esto a la persona. Ruido, lujo para los oídos. La glotonería también es algo demasiado extendido, otro desbalance. La burocracia, la falta de apreciar más el silencio, la poca simplicidad y la mucha complicación. Fluido no es la bulla ni siquiera el sonido, fluido es el silencio. El mejor muro es la distancia, porque no puede haber muro más grande que la distancia ni con agujeros de gusano. Tiene que haber más números que cosas. Cómo podrían copar los objetos que se deshacen a los números eternos? Existencia de cosas no contadas? De los sonidos quizás los números y luego tal vez las almas y finalmente todo el silencio. En el peor de los casos uno se ha contado a sí mismo, incluso sin saber contar. Para un extremista hay otro peor y para ambos todo el infinito silencio vacío. 


Democracia mucho más que directa I

El tiempo tiene un gran peso en las costumbres de las personas, crea ataduras que dificultan cualquier avance. Tal vez en otros tiempos de menos comunicación era necesario elegir representantes para llevar un país. Aunque tal vez no sean todos, debe ser una gran mayoría que posee un celular en estos tiempos. Cada decisión de un país debería estar en ese celular y en cada persona con su respectiva identificación. Ahora, claro, retirar a los representantes atornillados en sus generaciones y constituciones es el problema principal. Si se fuera uno de esos representantes medianamente racionales, por iniciativa propia debería pedir su eliminación, dar paso a la verdadera elección de las mismas personas en sus futuros. Preparar un cambio a algo que sea mucho más cercano a lo que pueda ser democracia, dar de verdad voz y voto a la ciudadanía. En tiempos en los que ni siquiera existían telégrafos sería demasiado pedir, más con tecnología a la mano se vuelven anacrónicos. Es parte de la libertad poder decidir y qué mejor sobre sus propios futuros. Las mayorías o minorías congresales o parlamentarias son una burla para los millones y millones de personas que podrían decidir de forma directa, de ese modo crear unas verdaderas mayorías o minorías para saber con qué se trabaja. De otro modo estos señores representantes solo hacen su parecer y conveniencia y muy poco en favor del ciudadano. En algún momento esos padres de las patrias deberán convertirse en abuelos y posteriormente y de forma natural morir. El ejecutivo en sus órganos debería preparar toda la información objetiva e idónea para que el público pueda participar y decidir. Ni siquiera tendrían que votar todos los ciudadanos habilitados, pero con que voten un par de millones es mucho más representativo a que voten por ellos unos doscientos. Son las mismas personas y también, por qué no, el ejecutivo en sus órganos quienes puedan presentar y proponer iniciativas de ley. Debates públicos generales. Más difícil que implementar un sistema informático para que cada ciudadano pueda decidir, es que los ya muy vetustos y anacrónicos representantes dejen sus curules. Todo parlamento, senado, recinto de congresos o edificio similar en algún otro lugar deberían ser solo museos. Qué mejor que la misma población para controlar y limitar a un presidente y sus ministros. Todo voto tendría que ser público por todos los medios de comunicación posibles y en tiempo real. Todos tendrían que saber las propuestas y sus autores además de quienes apoyaron tal o cual propuesta con sus votos. Gran parte de ser responsable es ser también transparente, tener las cuentas bien claras. El voto secreto suena a cobardía e irresponsabilidad, lo mismo que el voto forzado con sanciones económicas. Sin representantes los partidos políticos también llegan a ser desfasados, lo que no implica ser descartados, ya que queda a libre decisión de cada persona pertenecer a alguno o no; pero quién querrá unirse a uno si ya se podría participar de manera directa en el gobierno sin representantes de por medio. La unión en partidos políticos sería de manera espontánea y únicamente por la semejanza en las ideas, ya no por ganar un voto con algún regalo o devolución de favores; así menos habría transfuguismos.

           Otra desidia política es un mundo separado todavía; además, también basado en el orgullo vano en sus costumbres (tradiciones) regionales. Qué tan difícil puede ser generalizar que el mundo sea un solo país, aunque con diferentes Estados. Todas las personas con los mismos deberes y derechos en cualquier lugar del globo. Nadie tiene que imponer ni sus ideas ni sus costumbres, pero no se puede evitar la unidad. No se tendría que esperar a estar al borde de la autodestrucción y extinción para entender la humanidad de todos y buscar su unión. La existencia de autoridades en general son la demostración de que una civilización todavía no está desarrollada, son como simples rebaños necesitados de ser arreados a las buenas o a las malas, amenazados por multas, cercos o barrotes. Seguro que al planeta le queda por ser mucho más cosmopolita todavía. Sin ser partidario de nada, la globalización es un proceso irreversible; a menos una gran nueva guerra mundial o alguna catástrofe natural que arrase con lo avanzado. O quién sabe, tal vez sigamos con monarquías para el año tres mil.


Marea verde de muerte

Amarrado a su propia promesa de sacrificar lo primero que le saliese enfrente a su regreso, si es que salía victorioso de la batalla, la tuvo que ofrecer, su única hija y descendencia. Qué tiempos tan duros de inmolaciones, de vidas que dependen de la voluntad, decisión y hasta capricho de alguien más; cosa que, dependiendo de la latitud del planeta en la que una persona se encuentra, sigue todavía más o menos vigente. Llorar con sus amigas no solo por el hecho de morir, sino el de morir sin haber conocido varón, sin poder ser madre. Hasta la muerte fue mejor aceptada que el hecho de morir virgen. Decisión de otro sobre uno o unos, sin ningún tipo de consenso, es tiranía en todo su sentido. A primera vista parece convincente el eslogan de la llamada “marea verde” el propugnar que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo, lo que en efecto y de manera general se aplica a cualquier persona, mas para llegar a copular sabiendo todos los riesgos, a menos haya sido mediante el abuso y la coacción, implica ya la destrucción de un nuevo ser el abortarlo. Peor aún y aun habiendo variedades de métodos anticonceptivos. Hasta qué punto no es solo un eufemismo llamar aborto a la muerte? Debe de ser de los actos que como especie más debiera de avergonzarnos, vernos como simples desechos de deslices de un momento de placer. Viéndolo de la forma más materialista, se desechan posibles humanos, recursos humanos, dinero. Por qué mejor, todas esas personas con atuendos verdes, además de otras que sin portar los mismos colores están en la misma línea de desechar vidas humanas como simples desperdicios, no se unen para criar a todos esos seres no deseados y hacerlos personas de bien? Qué simplista y facilista pensar solo en desechar! Aunque claro también en algo debe influir la poca participación de los Estados en tomar bajo su tutela a todos quienes se encuentran desamparados o en todo caso tutelarlos con mejores recursos de calidad; porque de dos cosas está formado un Estado: su territorio y su gente. Ya habrá algunos que tilden a esto de paternalista, pero si no es el país en el que nacieron quien debe cuidar y proteger a seres sobre todo indefensos, entonces quién o quiénes si ya han sido despreciados de antemano? Derecho de su propio cuerpo, pues claro que todos tenemos derecho por nuestros cuerpos, pero cuando dentro de un vientre se desarrolla otro ser, ya no es un solo cuerpo, la decisión ya no es por uno solo. El derecho y decisión sobre el propio cuerpo tendría que haber sido antes. Que mal y triste, a su vez, decidir más por la muerte que por la vida. La única razón posible para frustrar un embarazo tendría que ser debido a problemas clínicos comprobados de manera fehaciente. Cada hijo no deseado o nacido de delincuentes totalmente desquiciados y desalmados tendrían que pasar al cuidado de su país y llevar como apellido el nombre de su terruño. 

        Como muy lamentablemente en algunos países y Estados se han aprobado legalmente los abortos, deberían también, de pasada, esterilizarse a quienes ya mostraron que no desean tener descendencia. Tal vez deberían haberlas esterilizado antes. Desechar por desechar es de mentes apocadas. Con todo el dinero de corrupción, cuántas personas de bien se podrían formar para la sociedad? De las decepciones más tristes que debe de haber es que unos auto-proclamados nacionalistas roben a su propio país. Si bien la historia de Jefté y su hija no es sobre un aborto, si es la de un sacrificio hecho por una mejor razón para sus tiempos: cumplir una promesa ofrecida a su Dios; además de que como a todas las víctimas de embarazos frustrados intencionalmente, no se les llegó a conocer el nombre. Si el color verde antes representaba la vida y la esperanza, ahora empieza a tornarse el color de la muerte y desesperanza. Por lo general el agua podrida se torna de color verde, ese es tal vez el motivo de una marea verde.


Democracia mucho más que directa

Aunque nunca hayamos marcado ni marcaremos una cruz o una equis en la imagen de algún político o en el símbolo de algún partido, es inevitable tratar de cavilar sobre lo que estos deciden. Empezando por la palabra democracia, la cual nos parece mal usada, porque el que gobierna en ningún caso es el pueblo, seguido de la falsa representatividad de unos pseudo padres de patrias. Si de verdad gobernara el pueblo, serían ellos mismos quienes decidieran en verdadera mayoría sobre sus futuros y no sus representantes amparados en sus constituciones. Hablamos de referendos generales e informados de tiempo en tiempo cuando se tenga que decidir sobre temas que incumben a todo un país y su futuro. Hablamos, en concreto, de prescindir del poder legislativo el cual debería recaer en su completa totalidad en cada uno de los ciudadanos mayores de edad. Aunque tampoco sería democracia en todo el sentido de la palabra, estaría más cerca de esta noción con toda la participación de toda la ciudadanía en decisiones relevantes y cruciales. Lo más cercano a una verdadera democracia vendría a ser la llamada democracia directa, aun así, los ciudadanos deberían tener mucha más participación en el gobierno. Sin embargo, un pueblo sumiso lo único que hace es delegar sus decisiones, y con ello su propio futuro, en elecciones de tiempo en tiempo, en unos que ni siquiera tienen alguna preparación educativa mínima. Ni siendo mil pseudo padres de la patria, cómo podrían decidir esos pocos por, en el mejor de los casos, diez millones de personas. En esto último, que así sean diez mil curules, decidan por millones, no existe lógica alguna. No existe ninguna proporcionalidad que de seguro es parte de lo que podemos llamar justicia. Elegir representantes no es gobernar. Cada uno de los ciudadanos no tendrían que pedir algún salario por participar en decisiones que les incumben a ellos mismos. Si bien puede significar una mayor inversión referendos generales, es una inversión para toda la población y no un gasto centrado en un puñado de ciudadanos, congresistas, diputados, parlamentarios o sea cual sea el nombre que se les quiera dar. Además de gozar de otros privilegios como inmunidades y pensiones de cédula viva de por vida, es más que injusto monopolizar en pocos lo que debería ser de muchos, de todos. Los verdaderos privilegios deberían de ser para toda la población. Entristece la sumisión y pasividad de todos los pueblos el no poder ser ellos mismos los verdaderos hacedores de sus futuros, lo que es peor, los que seguro saldrán en defensa de esos quienes usurpan sus decisiones y sus futuros; así como todavía hay quienes defienden monarquías. Los votantes son engañados o se autoengañan creyendo que gobiernan cuando lo único que hacen es elegir. En todo caso a sus modos de gobierno les deberían dejar de llamar democracia y nombrarles electocracia o algún otro nombre más acorde. Tal vez, después de todo, esto se reduzca en el facilísimo en el que viven muchos, en que otros hagan lo que uno mismo debería de hacer, tener más responsabilidad sobre sus propias vidas.   

           No debe de ser más que por la existencia de gente extremadamente irresponsable, vil y maliciosa que persistan un poder ejecutivo y uno judicial, pues si no hubiese personas codiciosas, mal intencionadas y falaces, qué litigios habría y qué sentencias se dictarían. En el peor de los casos se necesitaría algunos, presidente y ministros, que representen a sus países frente a otros, además de estudiar y proponer lo que los mismos ciudadanos deban legislar. Si las personas fuesen verdaderamente responsables, honradas y claras, no se necesitaría ningún poder más que sus propias virtudes individuales. Es más que seguro que como sus gobernantes saben del facilismo, dejadez y hasta ignorancia de las personas, quieran seguir manteniendo y hasta acrecentar la desigualdad y la injusticia para poder seguir en sus poderes, a pesar de que juren y vuelvan a jurar que todo lo que hacen es por sus electores y por su país. Al contrario, lo que muchas veces hacen, con toda desfachatez, es solo crear leyes para sí mismos, para sus allegados y sus familiares, sobre todo en países subdesarrollados y tercermundistas. No pesaría sobre gente buena y bella ni fuerza policial ni fuerza militar ni ningún otro poder sino solo el de su único y verdadero Dios.