A lo simple se le podría ver como eso o se le podría ver como lo más complicado que puede haber. Lo simple menos saldría de esa ambigüedad y de ese doble sentido si se le sigue descuidando, y al descuidar desvirtuar, cuestiones que parecen sin mucha importancia, sencillas, sin relevancia. Desvirtuar de la manera que sea un objeto, transformándolo ya físicamente o ya solo en el nombre, además de desvirtuar es complicar, además de desvirtuarlo es complicarlo y además de desvirtuado es más complicado a lo que era inicialmente. A qué punto, por ejemplo, se puede “mejorar” el agua? El solo “transformar” algo sencillo o simple es ya contradictorio, pues a dónde más reducido se podría llegar. La “nada” es algo que está reducido? Parece que lo simple predica de algo que es y no de algo se supone no es. No es de suponer y de un sentido común que en vez de complicar las cosas las simplifiquemos? Si se le sigue poniendo muchos nombres a un mismo objeto no se hace más que complicarlo. Como lo simple, lo que a algunos les causa dolor a otros les causa placer y en ello radica su complicación. A las cosas con nombre, el tiempo y la distancia y no los hombres les trocaron su denominación, aunque comprensible en su momento, pero al hombre ya ni el tiempo ni la distancia deberían seguir ni ganando ni burlando. Qué mejor ilusión que la de la distancia y la del tiempo mismos y juntos? Tal vez los llamados iluminados hayan roto con esas dos ilusiones, haberse liberado de aquellos. No ha sido acaso la búsqueda de siempre la eterna juventud y todo el conocimiento? Si alguien tiene juventud y conocimiento aunque no venza ni al tiempo ni a la distancia al menos las enfrenta, al menos las ha conocido un instante a uno que ni sabe dónde está parado y vive tan o más que cualquier otro animal sin razón, y lo peor, que al final ninguno de los dos importe. Ya para salir o entrar no se puede rehuir a lo gradual y dentro de lo gradual a la intensidad. No se puede creer siempre, habiendo problemas teóricos importantes, que solo a un trabajo físico es a lo que se le puede denominar trabajo. Se sale o se entra a lo simple? Se entra o se sale a lo complicado? Aun no sabiéndolo, no se podría negar el cambio que se tiene que dar para de una cosa ser otra, ya por ella misma o ya por algún otro agente externo. Parece hasta una dificultad que lo que sea simple para unos sea complicado para otros; cómo pues puede aquello acontecer? No se supone que lo simple tendría que serlo para todos por igual? Debe haber pues entonces algunas cosas sencillas burdas para el alma burda y algunas cosas sencillas bellas para almas bellas. El de alma bella tal vez hasta tenga que saber de la sencillez burda, el de alma burda seguro no está enterado de que hay una sencillez bella. Alguna vez siempre se tiene que despertar, abrir los ojos o despertar lo que uno tenga para poder captar lo mejor posible. Lo simple burdo cambia, lo simple bello no. Lo simple bello suma, lo simple burdo no. Uno de ellos deviene del otro.