Quien

Vendrías. Tendrías que aceptar mis costumbres, mis malas costumbres. Al menos aunque me quede cruzado de brazos la mayor parte del tiempo, no soy alguien que esté satisfecho con sus propias costumbres y malas costumbres, pero sé también que todavía no estás. Y si soy alguien que ni siquiera está conforme con algunas costumbres de su sociedad ni con algunas de sí mismo; cómo podría yo hacerte venir a conflictuarte con mis conflictos y con los conflictos de otros, hacerte tener que me soportes, que soportes a otros que con razón o sin ella tienen igual su ego y orgullo. Excusas, si cayeras en solo en excusas, tampoco te importaría tal vez ni tú mismo y así seguro menos otros. Pero si no te llenaras de excusas tendrías que encontrarte con quienes si las tienen y muchas para cada cosa. Claro, tendrías que entender también que algunas sí son muy válidas y que otras son solo mentiras. No te celebraría cumpleaños ni te tomaría fotos, también por eso no me creo quién para hacerte venir y prohibirte algo. Pero si lo haría sería porque quisiera que entiendas que todo tiene su tiempo y hay cosas que solo tienen un tiempo, que solo se repiten una sola vez y lo demás es ya excusa solo hasta por perder el tiempo. Si supiéramos qué es arte y que aunque no sabiendo lo que fuera durara para siempre… Aburrido, el señor está aburrido como si ya hubiese leído muchos libros, como si ya hubiera visto muchas películas y documentales, como si ya hubiese aprendido más de un deporte, como si ya hubiera aprendido a leer música y a tocar más de un instrumento, como si ya hubiese aprendido varios idiomas, y qué otras cosas más, aburrido… Yo también lo he sentido y no digo que no lo sienta, pero uno debe de recordar siempre lo poco que se ha hecho, al menos tratar de verse en otros que con justicia o sin ella han trascendido más inclusive que cualquier monumento; en el peor de los casos es hasta mejor solo dormir que delinquir e ir molestando a otras personas que nada tienen que ver con su aburrimiento. Y aunque no llegues ser así, al menos tendrás que saber de personas así, que toman lo que no es suyo y no tienen ningún remordimiento y si lo tienen hasta les gusta sentirlo y tampoco es necesario verlos “mal vestidos” o desaliñados por completo. Lo peor sería tener que necesitar a otro señor o señores al los que tendríamos que pagar para que nos ayuden en nuestros problemas familiares; para eso te traería yo… Si hubiese descubierto que es mejor la calma al alboroto; por qué tendría que descubrirlo por ti? Ni Siddhartha con ser buda pudo criar a su hijo, aunque ya lo haya visto niño y sabiendo que su madre lo había tenido en comodidades, sabría mejor que habrían cosas que solo él tendría que hacer por él y nadie más como pasa con cada uno. Seguro es también en que hay edades y dependiendo de cada quien en que los consejos calan mejor o al menos son más y mejor reflexionados. No tener dinero para tus ilusiones, peor de las que tal vez yo ya me haya desecho, aunque no para mí, tendría que tener eso para ti, hasta que salgas de ello o hasta que uno ya de verdad no pueda más. No te aventaría como esas aves que avientan de los precipicios a sus pichones para que supuestamente aprendan a volar; pues es que en verdad nunca aprenderán a volar? Hasta tal vez de aburrido uno se aviente solo, además y afortunadamente los hombres no somos aves. Creo así que alguien que ya es padre es uno que si no está muerto lo está al medias y no por él sino por quienes son parte suya, algo que ni siquiera debería necesitar de contratos; acaso no hay cosas tan obvias? Seguir con sus mentiras aun sabiéndose descubierto? Sospechas, como hombre, pocas cosas podrías decir que no son solo sospechas. O es por muy dramático o es que algo de verdad como las piedras de los ríos que suenan es que a algo se le llame por algunos “el valle de lágrimas”. Seguro luego de confiar, y para otros con razón o sin razón, aunque tal vez debería ser traición, ese confiar se vuelve en sospechar. Debe ser mucho más lamentable que de algo que se confiaba se pase a sospechar, pero como te decía, la sospecha es algo de lo que el hombre no se puede evadir. Seguro es más agradable también a su vez que de sospechar se pase a confiar y no se salga de ese estado más.

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