Después del oscuro fallecimiento de Alejandro Magno en el 323 a.c (Μέγας Αλέξανδρος), se estableció en Alejandría una dinastía que cambiaría la historia del pensamiento occidental: los ptolomeos, sucesores del otrora emperador macedonio. Bajo esta dinastía, Alejandría no solo se convertiría en la nueva capital política y económica de Egipto, si no que florecería como capital cultural del mundo clásico gracias a su enigmática biblioteca. Entre los diversos pensadores que fueron acogidos, sustentados y favorecidos con el aproximado de medio millar de libros, se encuentra Eratóstenes, quien midió con solo un 0.16% de error el margen de la tierra; Euclides, padre de la geometría; y, en el campo del lenguaje, Dionisio de Tracia, gramático griego que fundaría el estudio riguroso y sistemático del funcionamiento del lenguaje en su Tékhne grammatiké.
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