Es natural que se prefiera usar una mano en lugar de la otra para realizar sus actividades cotidianas. Se será zurdo, si el dominio de tu mano es la izquierda y diestro, si es la derecha. Desde el punto de visto biológico, esta diferencia no carga ningún juicio de valor: no existe positivo ni negativo. No obstante, desde el punto de vista cultural, entendido aquello que se aprende en una sociedad y no es innato (modo de vidas, costumbres), sí se marca la diferencia valorativa de estas palabras. En la edad media, por ejemplo, ser zurdo significaba un riesgo. La Santa Inquisición podía acusarlos de estar poseídos por el demonio. La acusación significada la persecución y luego la hoguera. Por el contrario, ser diestro siempre ha tenido connotaciones meliorativas, es decir, juicios de valor de estima y aprecio. ¿Por qué esta diferencia?, ¿podrá explicarlo su etimología, es decir, el origen de su significación y su forma? Finalmente, ¿existe en otros idiomas connotaciones semejantes a las existentes en español? En el presente texto, se responderá a estas preguntas.
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