¿Qué sucedería si no pudiéramos explicar los motivos por los cuales suceden los acontecimientos?
Uno de los objetivos más importantes que puede ofrecernos una buena redacción es la posibilidad de poder explicar, clara y coherentemente, cómo se generó un determinado problema. Es decir, el autor de un texto tiene, en algún momento, la inevitable necesidad de explicar el porqué (la razón, causa o motivo) de alguna idea. Lo mismo sucede cuando uno tiene la necesidad de desarrollar la consecuencia de un tema particular.
Así, dependiendo de la situación, se encuentran modalidades de redacción en donde tenemos que organizar diversas causas o consecuencias, debido a que el texto así lo requiere. En estos casos, el redactor cuenta con distintas opciones para poder ordenar estos elementos, ya que el orden no afecta al desarrollo de las ideas y, por ende, a la comprensión del texto.
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