¿Cómo se combate el plagio en otras universidades?

El Internet se ha convertido en un medio tecnológico que facilita el plagio. Por esta vía, el acto de “copiado” y “pegado” (copy and paste) de cualquier tipo de fuente escrita y/u oral no encuentra límites. No obstante, es también por este medio que uno llega a conocer la falta de seriedad (y rigurosidad) investigadora, académica, creativa, moral en la que incurren ciertas personas cuando se apropian de las ideas ajenas y la registran como suyas. Asimismo, a través del Internet, se publican una serie de estudios y recomendaciones para evitar el plagio. En este sentido, dicho medio electrónico propicia y denuncia el plagio, pero también nos advierte sobre cómo combatirlo. A continuación, nos centraremos en esta última posibilidad para conocer qué estrategias implementan algunas universidades del mundo para confrontar el plagio.

Por ejemplo, en una página web de la Universidad Simón Bolívar (en Venezuela), a cargo de Adriana García y Eduardo Klein, busca, además de definir qué es el plagio, mencionar los tipos de plagio, brindar recomendaciones claves para evitarlo. He aquí una sugerencia que sería bueno citar textualmente: <<Puedes leer acerca de lo que quieres parafrasear cuidadosamente; cerrar el texto de forma que no puedas ver nada sobre este (así no estarás tentado a usar el texto como una “guía”) y luego escribir en otra parte la idea con sus propias palabras sin divagar>> (2004). Como podemos ver, esta recomendación no solo evita el “hurto” de ideas, sino también es un ejercicio mental para incrementar nuestro nivel cognoscitivo: memoria y capacidad para replantear ideas.

Por otro lado, el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México coincide en que el mejor modo para evitar y combatir el plagio es a través de un programa de prevención que contempla los siguientes puntos: el docente debe de informar a sus alumnos sobre las disposiciones reglamentarias e indicar cuáles son las consideraciones metodológicas que deben seguir los alumnos a la hora de presentar sus trabajos; todos los sílabos deben

establecer, por escrito, las sanciones que se les impondrán a los que incurran en esta práctica; se aconseja y desaconseja a los estudiantes el uso de ciertas fuentes electrónicas; se implementa talleres y asesorías que buscan responder las dudas sobre este tema (Departamento de Estudios Internacionales – Universidad Iberoamericana Ciudad de México 2007).

Por su parte, la Universidad de Granada ha creado una Plataforma contra el Plagio. Esta es una iniciativa, por parte de algunos docentes de dicha universidad, que busca, a través del debate y la propuesta de ideas, vías para contrarrestar el plagio, imitando, a

su vez, las medidas y acciones que se adoptan en otras universidades de Europa y América. Asimismo, la Universidad de Chile ha implementado un software que identifica la información copiada o manipulada. Este programa se conoce como Document Copy Detector: “herramienta que detecta el delito con solo abrir el documento” (Entorno Empresarial 2010).

Podemos observar, a través de la presentación de estos casos encontrados en el Internet, que existe una imperiosa tarea desde el ámbito de la academia para refrenar una práctica universitaria tan común y extendida en todo nuestro planeta como es el plagio. A modo de analogía, esperamos que se recuerde lo siguiente: el plagio nos condena a una “muerte” profesional y personal, pues todo el crédito y el reconocimiento obtenido se los lleva el “copy and paste” a la sepultura.

¡Porque la investigación y la producción humana no pueden parar, dile no al plagio!