La redacción, sea para un examen o para un ensayo, no es un proceso de “champa”. Muchos habrán observado que los resultados, al seguir este método, son deficientes. Redactar correcta y ordenadamente requiere de una cierta preparación. El paso inicial y principal es el tratamiento de la información. Este es un paso vital, pues, sin el conocimiento de las fuentes, no se podrá redactar un texto coherente y cohesionado.
El proceso de tratamiento de la información debe empezar por una lectura cuidadosa de las fuentes para lograr el entendimiento claro de las ideas que se proponen. Para ello, el alumno debe de entender la totalidad de la información consultada para así, luego, establecer cuáles son las ideas principales que le serán útiles para la redacción de su texto. Para lograr este objetivo, son necesarias ciertas técnicas que propongan una metodología para la comprensión de las fuentes; entre estas destacan el subrayado y glosado de fuentes, la elaboración de fichas de lectura (ver aquí) o de mapas conceptuales.
Luego de aplicar estas técnicas, es útil plantearse interrogantes sobre cada fuente para garantizar que se ha comprendido cabalmente el texto. Como un apoyo a los alumnos del curso de ICOE de este ciclo, se les brinda un documento que presenta interrogantes sobre las ideas principales de cada fuente asignada para la Práctica calificada 3. Se aconseja responder a estas preguntas solo después de haber realizado todo el proceso de tratamiento de información señalado anteriormente. Esto ayudará a notar qué tan detalladamente se han revisado las fuentes.
Fuente de la imagen:
http://www.fotolog.com/pau_kerr/67113537/
[…]