Tal vez haya algunos quienes sin saber hagan cosas y hasta las crean contrarias a sí mismos. Quizás no guste del frío aún así es alguien quien disfrute escalar seis mil a más metros posibles. No creo que alguien que quiera subir hasta esa altura piense llevar todo su colchón, su cama, todo lo que es parte de su dormitorio. Por la necesidad de hacer lo que hace, es alguien que dormirá más cerca del suelo. Hay algunos cuyas mitocondrias están o son más activas y los hace más resistentes al frio. Como toda cosa, esto tiene una desventaja, se gastan más calorías, que significa básicamente alimento. En qué es lo que se piensa, más si se está siempre cerca y se duerme al lado? Seguramente hay algunos, como uno, que no han probado alguna comida o fruto, y por ello, no pueden desearlo ni antojarlo. Como se está por una obligación natural con los pies sobre el suelo y confinado a un límite de espacio y por ello de movimiento, pasa en algunos que si ven otros hombres con apariencias y acentos distintos los acogen y en otros pasa que los odian. El hombre no puede sentirse dueño de lo que no ve. Si es que en verdad se desea la libertad y felicidad del hombre, el esfuerzo tiene que ser en conjunto y eso no quiere decir países por separado; tampoco esa libertad y felicidad vendrán de algún gobernante o autoridad, esos conceptos son ya de por sí contrarios, aunque hasta ahora sea lo que funcione, esto tampoco le asegura permanencia. Entonces si ese convivir es lo que supuestamente crea ese apego a lo que se vive, en lo que se vive y con lo que se vive, por qué algunos están alejados y hasta se le evita? Destruir es una forma de evitar. Se hablaba de unos maestros chinos que se internaban en el bosque, así como religiosos medievales con costumbres semejantes. Si se está con muchos, son muchas las dudas pues se tiene que adecuar a cada uno con quienes se está; sin otros se es más uno. Cuando se es más uno, se puede ser más otro, mas cuando se es más otro, no se puede ser más uno. De todos esos otros cuánto eres solo tú? Un resultado de ese apego más al otro y otros que a uno mismo es la idolatría, es una persona que puede convencer a muchos saliendo desde un balcón. Para que se llegue a ello, es porque por quien se desfallece y espera largo tiempo, posee una habilidad que no muchos tienen. Somos de la idea de que eso sucede solo porque no se busca en el interior, primero, y luego en el exterior. De otro modo uno antes de envenenarse, jalar de un gatillo, tirarse desde un precipicio o creerse filete de mercado está contento consigo mismo y medianamente feliz. Así, también, antes de matar a otro, se está contento con el otro. La felicidad es solo de los amantes.
Estar feliz o contento. Como tres o tres coma catorce quince etcétera son un número, una proporción y en ello son semejantes. El tres es básicamente un triángulo y lo otro es básicamente un círculo, al ser figuras en ello mismo son semejantes, aunque tampoco es evitable notar sus diferencias. El uno no sería un punto y el Ser? Tratándose de alguna figura sería un punto y en lo que es sería ser y el Ser. Qué otra cosa podría representar mejor a la cosa que es? Lo que es después del Ser, es cualquier cosa representada, cualquier otra proporción. No es primero sabiendo que hay uno que es cuando pueden haber dos? Si el dos tendiese a hacerse uno, se estaría extinguiendo. Tendría que haber entonces mortalidad como inmortalidad, se tiene más experiencia de una que de otra y si se es inmortal pero malvado, sería ese dos queriendo ser uno. Hay algo que envuelve y eso que envuelve si tiene una medida fija envolvería solo a algo fijo y como los números y figuras no son nada fijas, existen pi y el círculo. Un punto solo no haría una línea, para hacer una línea necesita otro punto, éste otro punto podría estar en donde sea y es hasta su deber. La multiplicidad del dos no es solo numérica sino también espacial. Para ser feliz se tiene que estar contento, uno es el punto quieto y el otro el inquieto. Hay un mundo y momento en los que la línea y un círculo son lo mismo por tener al otro punto más constante que el otro. Cuando el otro punto descubre al otro gira en su loco intento, antes solo se aleja cuanto quiere. La peor lejanía es que cuando uno se da cuenta del otro, se está en espiral; no hay lejanía peor. Para no tener lejanías es mejor ser un punto.